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Martín García, Loco Abreu y el quinquenio: de los sentimientos cruzados a la misma causa

El destino puso a técnico y jugador en la misma vereda; en su primera charla García habló de un tema grupal del quinquenio aurinegro y se dio cuenta de que enfrente tenía a Abreu, Valdez y el hijo de Coelho
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10 de agosto de 2019 a las 05:04

Los laberintos del fútbol son tan increíbles que, aquellos que tenían sentimientos cruzados, hoy defienden la misma causa.

Tato tenía la palabra. El plantel de Boston River escuchaba. La charla lo llevó a una situación grupal que había vivido en una etapa que marcó al fútbol uruguayo como el Quinquenio de Peñarol (1993-1997). A su frente tenía jugadores identificados con Nacional. Martín García, conocido como Tato, tenía claro que Carlos Valdez había vivido esa etapa. Que Sebastián Abreu la sufrió a la distancia y que Diego Coelho había sido víctima indirecta por el sufrimiento de su padre Fabián que jugaba en los tricolores. Pero Tato siguió adelante.

García y Abreu se volvieron a encontrar luego de muchos años. Tato fue protagonista de un incidente clásico que quedó para la historia.

Resulta que el técnico de Boston River en el año 2005 jugaba en Peñarol y aquella tarde en el Estadio Centenario estaba en el banco de suplentes. El Loco Abreu estaba en cancha defendiendo a Nacional. En determinado momento el bolso anotó, el golero albo Sebastián Viera festejó y Tato se molestó. Saltó la estática y lo fue a encarar. Ambos fueron expulsados.

Unos años después el destino los puso a comer un asado juntos en México. Tato defendía a Pumas y el Loco jugaba en Cruz Azul.

Unos años después García se retiró de la actividad profesional y el Loco seguía tan campante. Y lo que jamás imaginaron es que seguirían siendo rivales en torneos de veteranos del interior.

“Con Tato nos habíamos cruzado porque él jugaba en La Tuera en el torneo de veteranos y nuestro equipo de Minas, que es Maluco, jugaron la final”, contó el Loco.

Abreu agregó: “Ahí nace la relación de amistad, y sabiendo uno de otro porque estaba bueno que siguieran compartiendo con los veteranos la pasión del fútbol y salir de pueblo en pueblo a jugar. Jugamos dos finales contra ellos, una la ganó La Tuerca (el cuadro de Tato) y otra mi cuadro Maluco. Y ahora lo encuentro en esta etapa nueva como entrenador”, contó Abreu en charla con Referí.

En la charla a la cual hacía referencia el nuevo entrenador de Boston también estaba un joven que, durante aquel quinquenio, era un niño como Diego Coelho.

“Yo estaba hablando de otra cosa, sobre todo lo que era un tema grupal, de estar alineados y me remonté a la época del quinquenio y yo sabía que estaba el Loco, que estaba el Hormiga y Coelho, que su papá el Cabeza (Fabián), al que le tengo un aprecio tremendo, y fue rival en muchos clásicos. Y utilicé eso del quinquenio para demostrar algo. Quise trasladar lo que fue ese grupo nuestro del quinquenio, lo fuerte que estábamos. El Loco lo entendió, el Hormiga también. Pero es increíble como la vida te va llevando por esos caminos”, dijo García.

El Loco dejó claro que entendió lo que expresó su nuevo entrenador. “Es normal y le debe suceder a todos los entrenadores, vos querés trasladar y para reafirmar lo que estás diciendo decís mirá qué sucedió y en tal lado. Ahí debe estar la inteligencia nuestra para no llevarlo a pensar: éste habla solo de Peñarol o de Nacional, sino sacar lo que realmente necesitás que es esa experiencia. Entender de que sí existió, que puede suceder y lo podemos aplicar al grupo”.

Tato y Loco unidos

García destacó el aporte de Abreu para el grupo. Reveló que le pidió a los más chicos que se le arrimen, que lo escuchen, que le pregunten. “No todos  tienen la suerte de tener un Loco Abreu en el plantel. A los gurises les digo arrímense, tomen un mate, pregunten porque es una persona abierta al diálogo, a transmitir sus vivencias. Esta bueno eso. Nosotros lo mamamos con un Tano Gutiérrez, Mario Saralegui, Bengoechea, el Gaby Cedrés. A mí me encantaba eso. Creo que es el camino, pero se está perdiendo eso”.

El Loco también dejó en claro su sentimiento de unión con el técnico aportando otra mirada, la del hombre que sabe que a su frente hay un conductor que hace sus primeras armas.

“Uno en esto está para poder ayudar y colaborar. Y me pongo en el lugar del entrenador, que necesita implementar rápidamente su idea de juego. Y uno ayuda para que el crecimiento no sea solo del futbolista sino también del entrenador”.

El hijo de un amigo

Abreu vivirá una experiencia que jamás le tocó en su extensa trayectoria: jugar con el hijo de un excompañero.

“Para mí sí será la primera vez que me toque compartir un plantel con un hijo de un compañero”, dijo en referencia a jugar con Diego Coelho. “Está parecido al padre y no me doy cuenta y como a Fabián le decíamos Cabeza y a Diego Cabecita, se mantiene todo lo mismo. Aparte viene y me dice te acordás de aquella vez que pasó tal cosa, y me recuerda  anécdotas que viví con el padre”.

Coelho contó a Referí sus sensaciones de tener al Loco de compañero. “Me acuerdo de salir a la cancha como mascota y mirar para arriba a aquellos jugadores entre los que estaban el Loco y el Cacique Medina como ídolos”, dijo Diego.

El hijo de Fabián Coelho dijo  que no olvida la forma en que gritó los dos goles del Loco en la remontada clásica que Nacional ganó 3-2.

“Y tengo muchas anécdotas compartidas de escucharlas de mi viejo. Antes lo veía como un compañero de mi viejo, ahora es mi compañero”.

Este sábado en Florida no será un partido más. Habrá una cantidad de sentimientos a flor de piel. A la hora 18 jugarán Boston River-Nacional. Cada uno vivirá los suyos a su manera.

El Loco estará ante esa extraña sensación de tener enfrente a la camiseta del equipo de sus amores. ¿Y si mete un gol? Es la pregunta que se genera siempre en estas situaciones.

Abreu reveló una intimidad que habló en su entorno familiar. Resulta que venía en el auto con su hija y salió el tema sobre lo que debería hacer si marcaba contra Nacional. Y le dijo que preguntara en redes sociales que debía hacer su padre si marcaba un gol. “Le dije que preguntara a ver cuál será el festejo ideal porque si no lo festejas te putean los de tu equipo actual, si lo festejas te putean los que equipo donde jugaste. ¿Cuál sería el festejo correcto? Por la experiencia vivida en otros lugar voy a tratar de evitarlo y si hay un gol tratar de no festejarlo. Pero para mí el respeto pasa por otro lado. Acá leemos mucho el título del diario y no leemos la nota. Estamos viendo la llamada de la tele y no vemos la nota, y luego nos metemos en las redes sociales a insultar. Yo trato de mantener una línea donde el sentido común y la coherencia estén por delante de todo”.

 

 

LOS CÓDIGOS DEL DT DE BOSTON RIVER

El nuevo técnico de Boston River, Martín García, reveló en charla con Referí que hay determinados códigos del fútbol que en su cuerpo técnico se respetan a rajatabla. Uno de ellos es el referido al vestuario de los jugadores. Lo considera sagrado y allí no entra nadie.

Tato dijo que aún se siente futbolista. “Me ayuda sentirme futbolista para meterme en la cabeza del jugador, del veterano que ya tiene su recorrido, el saber manejar las cargas de trabajo, saber que lleguen cómodos al fin de semana. El haber trabajado con jóvenes también porque sé la cabeza del pibe de no querer fallar, de esperar su posibilidad. Yo siempre digo lo mismo, más o menos los entrenadores trabajamos parecido, la gran cuestión es el manejo del grupo. Ahí se ve cuando un entrenador le llega a su plantel, porque a partir de ahí vos como técnico tenés gran parte del trabajo ganado.

El conductor de Boston River dijo que, pese a sentirse futbolista, no entra al camarín de los jugadores.

“No entro. ¿Por qué? Porque trato de respetar porque me gustaba en los planteles que estuve que el entrenador respetara. Hay lugares en los que no te podés meter, que son sagrados de ellos y tiene que ser así. Al vestuario no entró jamás, si tengo que hablar con alguien lo llamó y vendrá a nuestra sala. El vestuario es del futbolista y mi cuerpo técnico lo sabe también que allí no ingresamos. Hay cosas que hay que mantenerlas, sirven para el día a día”.

Boston River entrenará en el Complejo de la Mutual y Tato dispone de una sala para su cuerpo técnico.

 

"GREGORIO ES MI PADRE FUTBOLÍSTICO"

Martín García reconoció que de todos los entrenadores que lo dirigieron a lo largo de su carrera sacó cosas positivas y de las otras, para no aplicar. Pero admitió que Gregorio Pérez es su padre futbolístico.

“Siempre digo una cosa: tuve grandes entrenadores, todos te dejan algo, algunas cosas las copio para seguir esa línea, otras no las haría jamás porque me hacían sentir mal a mí y mis compañeros. En cuanto a la línea de conducción, Gregorio (Pérez) es mi padre futbolístico, aprendí muchísimo  sobre todo a manejarme en la vida, de ser frontal, ser derecho, hablarle de frente al jugador. Seguramente te lleves algunas puteadas pero ese mismo jugador a la larga se va a dar cuenta de que fuiste frontal y le dijiste las cosas de frente”.

El conductor de Boston agregó: “Todo eso lo aprendimos de Gregorio que fue lo que mamamos. Para nosotros es un fenómeno, significó mucho en el Peñarol del quinquenio, en el debut en primera de toda una generación. Nos marcó muchísimo”.

Tato García admitió que Gregorio es un hombre de consulta. “Sí, sí, y me gustaría compartir más con él pero por un tema de respeto no me gusta molestar. Tengo confianza pero con el Canario y da gusto sentarse a tomar un mate y escucharlo. Me llevé mis grandes retos de Gregorio como futbolista. Capaz que en el momento, con la inmadurez o siendo joven, me calentaba. Hoy que soy entrenador digo qué bien Gregorio lo que me dijo o cuando trató de encarrilarme en algunas cosas”.

 

 

LAS FRASES

"Esta etapa es diferente, la etapa de futbolistas e hincha y pasó. Esto es muy profesional, ya lo vivo de otra manera no con aquel fanatismo que tenía cuando jugaba”

"Mi charla en parte es una arenga, tengo una manera muy intensa de vivir el fútbol. Tuve entrenadores que te daban ganas de salir a jugar en la calle de Los Aromos, uno fue Julio Ribas que la verdad que las charlas de Julio eran tremendas. Hay que saber por dónde entrarle al jugador”

Martín García

Técnico de Boston River

 

"Por el hecho de haber vivido antes la experiencia de jugar contra Nacional no me va a generar impacto este partido. A lo mejor era diferente si me tocaba en este nuevo Parque Central que está hermoso porque me tocó hacerlo en el viejo. A lo mejor en el nuevo Parque se me viene toda la película”

Sebastián Abreu

Delantero de Boston River

 

"Al Loco ya lo conocía, entonces es natural, es como volver a vernos. Antes lo veía como un compañero de mi viejo, ahora es mi compañero”

"Adentro de la cancha jugar con él ayuda un montón, si juega conmigo adelante es un jugador experiente que sabe cómo ponerse para que nos beneficie a los dos”

"Mi viejo me dijo que aproveche que el Loco va a peinar todas las pelotas, que me arrime al Loco”

Diego Coelho

Delantero de Boston River hijo de Fabián Coelho, excompañero de Abreu en Nacional

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