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Mattos: el "subsidio a los camioneros brasileños", el agujero agrícola de la guerra y los "acuerdos de precios" que no son del agrado del MEF
El mundo deberá acostumbrarse a alimentos más caros en el corto plazo por las consecuencias que dejará la guerra en Ucrania. El gobierno tiene un escaso margen de maniobra y por eso apela a medidas "graduales" para atacar la escalda de los precios y no era sostenible que la sociedad uruguaya subsidie el gasoil de los camioneros brasileños. Esas fueron algunas de las consideraciones que realizó el ministro de Ganadería, Fernando Mattos, en una charla World Trade Center que organizó la firma Nobilis titulada El impacto de la guerra sobre los commodities y el sector agropecuario.
El secretario de Estado se mostró poco optimista en que las distorsiones que está generando a nivel global la guerra entre Rusia y Ucrania puedan acabarse en el corto plazo. Mattos indicó que hoy es "difícil dar respuestas" porque se está frente a una circunstancia mundial "muy compleja" y que muchas veces el "mercado habla" y se tiene más información que desde un "despacho de un ministerio".
El ministro indicó que por más que Uruguay está a 14 mil km del conflicto en Ucrania, sus efectos están generando "preocupación" y "nerviosismo" porque se incrementa "la presión inflacionaria". En ese sentido, el jerarca recordó que el presidente Lacalle Pou anunció este miércoles una suba de $ 3 para la nafta y de $ 5 para el gasoil, que fue menos de la mitad de lo que sugería el informe técnico de la Ursea.
"Teníamos los precios de los combustibles de Ancap (en un nivel) que los camioneros brasileños venían a cargar acá después de 20 y pico de años. Siempre el combustible en Uruguay fue mucho más caro que el de Brasil", recordó.
A juicio de Mattos, existía una "presión" por revistar las tarifas al alza y acompasar el mercado internacional porque tampoco "tiene mucho sentido que la sociedad uruguaya esté subsidiando los combustibles de Brasil".
El ministro añadió que para esa suba de las tarifas para abril, "que fue importante", también se tuvo en cuenta la situación de Ancap porque no se quiere repetir un "nuevo episodio" donde la principal empresa energética del país deba ser capitalizada como ocurrió en 2016. Según el ministro, la idea del Ejecutivo es "actuar con responsabilidad" para "graduar los aumentos" e ir viendo qué pasa a futuro con el petróleo y el resto de los commodities.
El ministro de Ganadería anticipó que habrá nuevas medidas del gobierno para tratar de contener los empujes de precios que se están dando por la inflación internacional, y del cual "Uruguay no va a poder escapar". En ese sentido, anticipó que la inflación de marzo anualizada seguramente supere el 9%.
El jerarca admitió que las "medidas alternativas" para contener las presiones sobre los precios "son difíciles", ya que si se hace una renuncia fiscal bajando el IVA a algunos productos básicos de la canasta debe ser por un tiempo acotado y no se puede "mantener eternamente".
"Los acuerdos de precios ya no son muy bien vistos porque la inflación es un proceso continuo de aumento de precios. El gobierno puede tomar alguna medida temporaria y parcial; luego tendrá que ser relevada y las cosas vuelven a su momento natural", explicó.
El ministro indicó que en el caso de la exoneración del IVA al asado, por ejemplo, se da una "señal" a los actores con un acuerdo de precios. "A (el Ministerio de) Economía esto (por los acuerdos de precios) no le gusta mucho porque Uruguay también quiere diferenciarse y dar transparencia en la formación de los precios", reveló Mattos.
El funcionario comentó que todo el "espiral inflacionario" está generando "la intervención de los gobiernos en el mercado" como ocurrió en Argentina con una serie de productos. "El gobierno uruguayo no la va hacer", aseguró.
Mattos recordó que más allá de la reacción alcista que mostraron varios commodities tras la invasión rusa en Ucrania, el mundo "ya venía con un proceso de inflación importante" en todo lo referente a alimentos y los costos de producción. "Estamos en procesos inflacionarios con registros que apuntan a los dos dígitos en Europa. Esto para el mundo desarrollado es un impacto fenomenal para las economías desarrolladas", alertó.
La "tormenta perfecta"
Para el ministro de Ganadería, lo que se está procesando a nivel global es un escenario de "tormenta perfecta" por una inflación generada previamente por la liquidez que liberaron los bancos centrales más importantes de los países desarrollados para hacer frente al shock económico que dejó la pandemia en sus inicios, a lo que se sumaron dificultades climáticas en el rubro de los alimentos que restringieron los inventarios globales.
Mattos indicó que en la zafra de cultivos de verano —que está en marcha— hubo un impacto "muy fuerte" por la falta de agua en Paraguay, buena parte de Brasil y también del "núcleo maicero y sojero" de Argentina.
En el caso de Uruguay, las lluvias que comenzaron a darse desde mediados de enero permitió salvar la zafra agrícola del litoral y ahora se está a las "puertas de una muy buena cosecha con el beneficio del precio climático". Esto porque también habrá una ayuda por la sequía que se produjo en Canadá y los efectos sobre el mercado de las oleaginosas por la guerra en Ucrania.
Mattos dijo que ese conflicto bélico seguramente dejará como saldo un "drama humano" con 5 o 10 millones de emigrantes hacia Europa buscando "escapar de los horrores de la guerra. Y este tema nos va a impactar por mucho tiempo", alertó.
El jerarca explicó que la zona agrícola central en el "granero agrícola", que es Ucrania por tener las tierras "más fértiles" del mundo, ser importantes. Esto porque este país representa el 16% del comercio de maíz, un grano fundamental para la alimentación animal para todas las producciones intensivas de carne. Ucrania es el tercer mayor exportador de maíz del mundo.
En tanto, la suma de Rusia y Ucrania explican el 30% de la exportación global de trigo, "que es el cereal de mayor incidencia en la decisiones políticas en el mundo por su influencia en el aspecto alimentario. Por eso, "es muy impactante lo que está ocurriendo", resaltó. Y agregó ello fue lo que explicó que el trigo alcanzara hace unos 20 días un precio histórico de casi US$ 500 por tonelada en la bolsa de Chicago.
Por otro lado, Rusia y Ucrania explican el 70% del mercado internacional del aceite de girasol. El ministro indicó que si a esto se le suman los quebrantos de stocks de soja previos por problemas climáticos, es "evidente que existe un espiral creciente de los precios que impacta fuertemente" en varios alimentos de la canasta básica de consumo.
Mattos comentó que Ucrania está a punto de levantar su cosecha de invierno con una "enorme dificultad porque en lugar de haber camiones en las rutas tenemos tanques rusos, puertos bombardeos, depósitos de combustibles volados, campos minados. ¿De qué manera nos podemos imaginar que esa cosecha se puede llevar a cabo?", se preguntó. Asimismo, indicó que la siguiente zafra —que comienza inmediatamente de levantada la cosecha— de los cultivos de girasol y maíz es toda una interrogante.
Ucrania es responsable del 50% de forraje que consume Europa.
"Toda la alimentación animal de Europa está jaqueada porque su principal proveedor está en serios problemas", apuntó el titular del MAGP.
Esa situación de emergencia alimentaria llevó a situaciones inéditas como una resolución que tomó su par de Alemania (del Partido Verde) de liberar para cultivos áreas de reserva ambiental, lo mismo hizo Francia. "Esto de la pauta de la preocupación que tienen los países de Europa sobre el aprovisionamiento de alimentos para los animales", explicó Mattos.
Cuánto puede durar y una "amenaza latente"
El ministro de Ganadería consideró que en el caso de los precios de los commodities en los mercados internacionales hay una "serie de factores", dentro de los cuales "está la especulación" y las "incertidumbres" que está provocando un efecto de sobrerreacción (overshooting).
Mattos indicó que las medidas temporarias del gobierno apuntan a que dentro de un tiempo se pueda dar "cierta normalidad" una vez que algunos de los espirales que han impulsado los precios "pueda revertirse".
"No somos muy optimistas en que esto se vaya a revertir. La inflación internacional deberá continuará por un tiempo y la recuperación de los cultivos en Ucrania no va a ser muy rápida", estimó Mattos, ya que se ha "destruido mucha infraestructura" en ese país.
Por otro lado, el ministro indicó que existe una "amenaza latente" por la contaminación radioactiva de las usinas nucleares que se vieron afectadas por fuegos de la artillería rusa. "Si hay una contaminación por radiación, son 10 años que la tierra afectada no podrá ser cultivada", recordó.
Asimismo, recordó que Ucrania tiene Peste Porcina Africana (PPA). ¿Alguien se pueda imaginar que el servicio sanitario de Ucrania está vigilante a controlar las eventuales contaminaciones y que 5 o 6 millones de ucranianos que se fueron a otros países de Europa no han sido vectores del virus para otros zona productivas del continente?", advirtió. Para el ministro, todo este episodio es "un desastre" de una pandemia que se puede extender y que va a repercutir en la formación de precios de la proteínas animales a futuro.
