Mundial de Rugby: Inglaterra goleó y marcó las diferencias que existen, pero Chile colaboró con muchos errores

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En el fondo, en lo estructural, no hay demasiado que reprocharle a Los Cóndores. Era lógico que, al enfrentarse a lo desconocido, esto podía pasar. El primer partido y medio, ante Japón y Samoa, cimentaron expectativas. Seguramente hacia adentro sí se reprochen haber cometido tantos errores entre los 10 y los 50 minutos. Porque no hay nadie que tenga más claro que ellos que fueron sus errores los que le hicieron las cosas más fáciles a Inglaterra.

Está claro que las distancias son enormes, y es lógico que un equipo de este calibre fuerza a uno más pequeño a cometer errores. Pero la mayoría de los errores chilenos, sobre todo en el primer tiempo, fueron no forzados, en un momento del partido que no puede ser atribuido al cansancio sino a los nervios.

8 penales, 50% de obtención en el line, 30% de posesión, 32% de territorio… todas estadísticas en las que Chile colaboró bastante, Por ejemplo, con penales innecesarios, como uno de Dittus por empujar a un inglés mientras volvía a la defensa, otro de Game por tomar una pelota adelante de Urroz cuando éste había cometido knock on. Los del scrum no se pueden achacar porque la superioridad de Inglaterra es clara, pero sí los errores de manejo innecesarios que trajeron esas formaciones fijas, como otra de Game detrás un kick o una de Fernández, la estrella chilena que hizo un mal partido. O una de Videla, en una de los pocas pelotas chilenas dentro de 22 en los 20 finales del primer tiempo, en la que nunca sacó una pelota que no avanzaba en el maul, hasta que Inglaterra la trabó. Yoyo también tuvo varios errores con el pie, con 3 pelotas que dejó adentro (2 de ellas de penales a favor) y un offload que quiso tirar pero se la dio a un rival. La mayoría de esos errores terminaron trayendo puntos.

Son errores producto de jugar al límite mental, más que físico, como le pasó a Uruguay ante Italia. La pena es que fueron los errores de Chile los que explicaron la ventaja inglesa, y que con una cuenta un poco más corta la diferencia podría haber sido menor, y hasta mantener los nervios que el equipo de la Rosa mostró hasta los primeros 20 minutos, pero que tras el segundo o tercer try se largó a jugar y agarró confianza.  Porque en los primeros 20 Chile, a pesar de los errores,lo incomodó a Inglaterra, le generó errores, tuvo pelotas (mayormente recuperadas en defensa y contraataque) y se animó a atacar.

El segundo tiempo empezó igual de complicado, sobre todo cuando se fue Dittus con una amarilla por ire a limpiar de manera peligrosa un ruck: otro error no forzado, en jun torneo que no ha sido bueno para el pilar de Perigeux.. Chile siguió regalando situaciones: una patada al pecho de uno de los jugadores del fondo trajo otra jugada inglesa en velocidad, el espacio por afuera y el sexto try. Era el peor Inglaterra para enfrentar, sobrado, con confianza para buscar lujos.

Pero con el partido 45-0, a partir de los 50 se vio lo mejor de Chile. Con un poco más de conservación, con apoyos. Tratando de abrir la pelota. Sin poder quebrar a Inglaterra y finalmente cometiendo errores, pero ya en un contexto más lógico: forzado a cometerlos por una potencia mundial en un tip de competencia que Los Cóndores nunca tuvieron. La cuenta siguió aumentando, con Inglaterra lastimando de pelota recuperada y aprovechando espacios ante una defensa cansada. El único punto achacarle a esa altura fue entregar la pelota, otra vez, con facilidad, como fueron al menos dos de los cinco tries siguientes, con un equipo cansado y sin capacidad de tacklear y cubrir la cancha por afuera.

El tanteador final fie 0-71, porque en los 10 finales Chile se quedó sin una gota de nafta en el tanque, e Inglaterra aceleró a fondo. El score no muy lejos de la lógica que indican las diferencias entre una de las máximas potencias mundiales y un equipo que creció mucho en los últimos tiempos pero nunca enfrentó una competencia de este nivel, y que además cometió errores tácticos, de ejecución y disciplinarios cuando aún tenía piernas como para hacer un partido parejo. Es parte de la exigencia física y mental de jugar a este nivel. El tema es poder seguir teniendo las oportunidades para enfrentar a estos equipos.