Peñarol reafirmó la supremacía ante un Nacional que busca su identidad

A todo esto hay que agregarle la barbaridad, achacable a la administración o a la gerencia deportiva (Nacional hará su investigación interna) de las fichas médicas vencidas (ver aparte). Nueve jugadores tuvieron que ir de apuro a una clínica, una horas antes del partido, para renovar el certificado de aptitud física. Un hecho inaceptable, por más que el partido sea de preparación.

Un panorama desolador para el entrenador que además no pudo contar con Esteban Conde y con Marcos Angeleri, lesionado, y al que los refuerzos se están sumando a cuentagotas.

Aún así, en los primeros 25 minutos el partido fue parejo y Nacional se acercó al arco de Dawson, especialmente con inspiraciones individuales de Rodrigo Amaral y el juvenil Santiago Rodríguez. Hasta que se armó una trifulca y todo cambió.

Entre Nacional y Peñarol nunca hay clásicos amistosos y este lunes quedó nuevamente demostrado. El partido estaba lindo, hasta que se le saltaron los tapones a Luis Mejía y a Fabián Estoyanoff. El golero tricolor le tapó un mano a mano al delantero aurinegro, la pelota quedó a la deriva, el Lolo arremetió, Mejía se molestó, se agredieron mutuamente y el árbitro los expulsó.

Apenas habían transcurrido 25 minutos de juego, en los que Peñarol había llegado a través de Giovanni González por derecha, un centro de Fernández y un remate de Gastón Rodríguez que tapó Mejía.

Nacional también tuvo sus aproximaciones.  El juvenil Santiago Rodríguez tuvo la primera a los 10 minutos que atajó Dawson, Gargano salvó in extremis un pase atrás de Rivero adentro del área y luego un enganche y remate de derecha de Amaral que pasó muy cerca del caño.

Salvo la entrada de Enzo Martínez en la zaga y de Gastón Rodríguez en ataque, Peñarol fue el mismo equipo que ganó el campeonato uruguayo. Con Gargano y Guzmán metiendo en la mitad de la cancha y con Estoyanoff (mientras estuvo en el campo) y Canobbio abriendo  el juego por las bandas, más la presencia siempre temible del Toro Fernández en el área, aunque bastante impreciso con el balón. Ya se sabe cómo juega, con la fórmula que le dio el bicampeonato uruguayo.

Nacional en cambio es un equipo en formación y que tuvo a última hora bajas trascendentes, como las del golero Esteban Conde y Marcos Angeleri (lesionados) y de Christian Oliva, reservado porque su pase a Cágliari está a punto de concretarse.

Una línea de cuatro improvisada, un mediocampo con un solo futbolista de contención (Neves) que tampoco es de los que más marcan, con Amaral un poco más adelantado por derecha y arriba Sebastián Fernández y Rivero.

Para colmo, la expulsión de Mejía le abrió la posibilidad del debut al golero Guillermo Centurión, de apenas 17 años, y más tarde salió con una lesión en el hombro el lateral izquierdo Müller, pasando a ocupar ese costado Cotugno e ingresando Matías Zunino a la derecha.

La solidez de Peñarol estaba a la vista y apenas empezó el segundo tiempo lo selló en la red. Tras un pase maravilloso de Gargano, Canobbio le ganó la posición a Zunino y aunque pifió frente a Centurión, la pelota igual se metió al fondo del arco.

Enseguida, otro pase bárbaro de Gargano para Canobbio y el centro de éste lo cabeceó Fernández al gol ante la pasividad de los zagueros y el golero. En esta jugada se notó claramente la inexperiencia de Centurión y la falta de rodaje defensivo del tricolor.

Desde entonces el partido se jugó en la cancha de Nacional. Cada ataque aurinegro era una invitación al gol. El tricolor no recuperaba la pelota y cuando la tenía, la perdía. Neves y Amaral, los encargados de pasarla se cansaron y perdieron efectividad.

Domínguez intentó darle equilibrio al mediocampo con el ingreso de Joaquín Trasante y velocidad en el ataque con Kevin Ramírez, pero era una aventura solitaria, sin colaboración.

El último tramo del partido transcurrió entre la inoperancia de Nacional para generar jugadas de peligro y la tranquilidad de Peñarol, que se conformó con la ventaja que consiguió rápidamente en el inicio del complemento.

Así como pasó el año pasado con Alexander Medina (y en oportunidades anteriores también le sucedió a Peñarol), el clásico llenó de dudas a Nacional y preocupación al técnico Domínguez.

Es posible que las últimas incorporaciones de Felipe Carvalho y Felipe Carballo le den un poco de auxilio atrás y en el mediocampo, pero necesita mucho más que eso, teniendo en cuenta que se va a quedar sin Christian Oliva.

Y ofensivamente ha sido muy pobre lo del equipo en los tres partidos amistosos (River argentino, Colón de Santa Fe y Peñarol).

Mientras que Peñarol demostró la superioridad frente a Nacional, remarcó su paternidad ya que de los últimos seis clásicos ganó cinco y empató uno, y el técnico puede estar tranquilo, que con solo algún retoque tiene equipo para ir por el tricampeonato uruguayo.

PEÑAROL 2

Kevin Dawson

Giovanni González

Fabricio Formiliano

Enzo Martínez

Lucas Hernández

Guzmán Pereira

Walter Gargano

Fabián Estoyanoff

Agustín Canobbio

Gabriel Fernández

Gastón Rodríguez

DT: Diego López

NACIONAL 0

Luis Mejía

Guillermo Cotugno

Rafael García

Matías Viña

Axel Müller

Gabriel Neves

Santiago Rodríguez

Gonzalo Castro

Rodrigo Amaral

Sebastián Fernández

Octavio Rivero

DT: Eduardo Domínguez

Cambios en Peñarol: 67’ Rodrigo Piñeyro x Gastón Rodríguez, 71’ Yeferson Quintana x Formiliano, 80’ Cristian Rodríguez x Fernández, 85’ Hernán Novick x Pereira, 89’ Ignacio Lores x Canobbio

Cambios en Nacional: 30’ Guillermo Centurión x Rodríguez, 42’ Matías Zunino x Müller -lesionado-, 61’ Joaquín Trasante y Kevin Ramírez x Amaral y Castro, 73’ Agustín Sant’Anna x Neves

Cancha: Estadio Centenario

Juez: Gustavo Tejera

Goles: 48’ Canobbio (P), 52’ Fernández (P)

Amarillas: García, Cotugno, Viña (N), Gargano (P)

Expulsados: 26’ Mejía (N) y Estoyanoff (P)