Plan de estudio del Ejército incluirá a la Operación Cóndor y otros hechos de la dictadura

En el Ministerio de Defensa y en el Ejército no hablan de "revisión" porque creen que esa conceptualización es contraproducente a los efectos de lograr "apertura" y, por eso, usan la formulación "análisis histórico" para nombrar al proceso que comenzó el Ejército en noviembre de 2020 con el fin de reestructurar los planes de estudio que atraviesan toda la carrera militar.

Ese "análisis histórico" es el único eufemismo con el que concluyó el proceso un año después. La novedad fundamental es la incorporación de un periodo de estudio de 62 años (desde 1958 al 2020) que incluye a la dictadura militar (1973-1985), agrupado en la unidad temática "Conflictos y crisis", en el que se habla, por primera vez, de "golpe de estado", "dictadura", "desobediencia militar", "desconocimiento de la  Constitución", "quiebre de poder", entre otros conceptos y hechos que, hasta el momento, los militares se habían negado a asumir y pronunciar.

Pero desde el próximo año lectivo esa terminología descriptiva de una etapa de la historia nacional y la actuación de las Fuerzas Armadas aparecerá de forma explícita en los planes estudio que rigen para toda la carrera militar, y que incluyen a los aspirantes que ingresen a la Escuela Militar hasta aquellos oficiales superiores y jefes que hacen cursos de especialización en el Instituto Militar de Estudios Superiores (IMES). De esta manera, los integrantes de esta fuerza estudiarán hechos históricos sobre casos de tortura y desaparición forzada como el Plan Cóndor. 

Lo harán en base a una exhaustiva bibliografía de 127 textos, que incluyen a autores como el historiador Gerardo Caetano, los periodistas Leonardo Haberkorn, María Urruzola y Alfonso Lessa, el expresidente Julio María Sanguinetti o las Actas Tupamaras. 

"Histórico, valiente y doloroso"

El ministro de Defensa, Javier García, calificó la conclusión de los trabajos como un momento "histórico", durante su discurso en el acto de cierre del ciclo este lunes en el IMES, al entender que es la primera vez que una institución del estado uruguayo hace un trabajo de "autocrítica" como el que hizo el Ejército. 

"Los procesos de crítica y de autocrítica, que son inherentes a la inteligencia humana, son esenciales para poder superar las divisiones del pasado. Nadie está libre de haber cometido errores, e inclusive horrores. Nadie. Y criticar y autocriticarse como colectivo nos hace bien a todos", afirmó el ministro. "Por eso, felicito este ámbito y, uno desearía que se tuviera la misma amplitud, integralidad, crítica y autocrítica en otras", dijo en referencia al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T).

El trabajo sumó entrevistas de diversos líderes políticos, como los expresidentes Luis Lacalle Herrera, Julio María Sanguinetti y José Mujica, además de testimonios de hijos de desaparecidos, periodistas, historiadores y retirados militares.

Según supo El Observador, el resultado dejó conformes a los altos mandos del Ejército, aunque en el camino hubo críticas y resistencias, tal como lo reconoció García en su discurso. 

El comandante en jefe del Ejército, Gerardo Fregossi, analizó este lunes que el copilado, cuyo objetivo era evaluar la "actuación de la fuerza" en la dictadura, los "efectos producidos a nivel institucional por el desarrollo de causas judiciales y la gestación de nuevas denuncias relacionadas con hechos del pasado" así como también atender la "falta de conocimiento" en unidades militares, quedó validado para dar "herramientas" de conocimiento a los integrantes más jóvenes.

Precisamente, la falta de información era una problemática que diagnosticaron los militares cuando pasaron en limpio una encuesta para relevar la “validación de la estrategia” entre “los propios integrantes del sistema de enseñanza del Ejército” y concluyeron que el 64,2% de los consultados vio necesario “conocer los hechos” del período señalado a fondo.

Según explicó Fregossi, el relevamiento no tuvo la intención de "borrar la carga de conocimientos" previa sobre historia nacional que incorporan los alumnos cuando ingresan al sistema de enseñanza militar, sino sumar nuevos elementos para un "análisis holístico" de la actuación militar.

"La institución considera que se abrió a la discusión académica, como consecuencia de una necesidad interna de tomar acción para darle así herramientas a sus integrantes más jóvenes, por medio de su educación. Y lo hizo tratando de superar algunos obstáculos durante la marcha, pero sin levantar ningún dedo acusador contra nadie", declaró.

En esa línea se expresó García, quien expuso que la reformulación del programa militar buscó apartarse de "dogmas" o "prejuicios" que pudieran alterar el relato. "La historia es como es, no es como quisiéramos que hubiera sido. (...) Merece el Uruguay analizarla y los futuros oficiales del Ejército Nacional conocerla. Sin dogmas, sin prejuicios y sin rencores", insistió.

El proceso de análisis se desarrolló por más de un año, luego de que las autoridades del Ejército notaran un alto desconocimiento de la historia entre sus miembros. Así lo explicó el director del Sistema de Enseñanza del Ejército y director general del Instituto Militar de Estudios Superiores, Mario Moreira –uno de los que lideró la revisión–, en Diputados, cuando sostuvo que el 40,7% de los funcionarios militares entendió que analizar el período era "una acción positiva del mando" y el 33,3% manifestó su interés por "prepararse mejor en historia".

La reconfiguración histórica de la actuación militar, que no tenía reformas desde 2005, se abocó a recoger opiniones plurales para abordar los hechos desde nuevas perspectivas, matizó Moreira en aquella sesión. 

Al cerrar el ciclo de análisis, García concluyó que la iniciativa fue un "proceso valiente", en el que el Ejército "no se salteó ningún capítulo, por más doloroso que hubiera sido".