Nacional tiene que volver a correr de atrás en el campeonato, aunque con una diferencia con la vez anterior: solo quedan dos fechas para el final de la temporada. Al equipo de Álvaro Gutiérrez no le alcanza con ganar los seis puntos en disputa (frente a Rampla Juniors y Juventud, dos equipos descendidos), sino que además tiene que esperar un traspié de Peñarol, que volvió a liderar las dos tablas y ya ganó el Apertura.
De todas formas, el tricolor debe centrarse en ganar sus partidos. En los papeles, es favorito frente a los dos rivales que tiene por delante. Pero no sería la primera vez que un grande pierde frente a un cuadro descendido o inferior futbolísticamente. Además el equipo de Gutiérrez se encuentra en este momento inmerso en un clima negativo que los jugadores tienen que superar adentro de la cancha. Todo lo que sucede políticamente, con la bronca de los dirigentes por los últimos arbitrajes que derivó el sábado en la decisión de quitarle la confianza al Ejecutivo de la AUF (ver páginas 2-3), repercute en el ánimo de todos. Ya se vio el jueves frente a Defensor Sporting, cuando un error del árbitro Pablo Giménez derivó en una pérdida de control de los futbolistas albos y en la expulsión de Mathías Cardacio y Guzmán Corujo.
En lo que no hay dudas es que Gutiérrez conoce el paño y sabe cómo afrontar un momento difícil. Ya lo hizo en 2014, cuando agarró el hierro caliente de un equipo golpeado después de perder 5-0 frente a Peñarol y lo sacó de la banquina: ganó los últimos tres juegos del Clausura frente a Cerro, Miramar Misiones y Fénix. Esto le permitió seguir al frente del plantel, porque en primera instancia fue nombrado interinamente.
Con su impronta de un equipo solidario y priorizando la defensa, Gutiérrez se adaptó a los inconvenientes y buscó siempre las soluciones sin poner por delante las excusas. No dudó en incluir a Santiago Romero como lateral o a Rafael García como defensor. Ganó con claridad el Apertura 2014 logrando 42 puntos (consiguió 12 victorias al hilo, siete de ellas sin recibir goles) y después venció a Peñarol en las finales del Uruguayo. Hacía dos años que el equipo no era campeón. Y fue la última vez que el tricolor ganó una temporada completa, sin contar el Uruguayo Especial 2016 que se jugó a una sola rueda.
Este año Gutiérrez regresó al club en otro momento amargo. El experimento con el argentino Eduardo Domínguez no dio resultado y después de no ganar en las primeras cinco fechas del Apertura, el Guti fue elegido para encender la luz de la ilusión. Con sus armas, apelando a formar un equipo de atrás hacia adelante, apostando a defenderse para ganar ánimo, de la mano de Gutiérrez Nacional volvió a la vida en el torneo local.
Penúltimo en el Apertura estaba Nacional cuando él asumió. Apenas tres puntos había cosechado, mientras que el líder Fénix sumaba 13 y Peñarol 12. Al final del torneo había trepado a la tercera ubicación, cuatro puntos abajo del campeón que fue el aurinegro. Nacional no perdió en las 10 fechas jugadas con el nuevo DT, que armó una pareja de centrales fuerte con Guzmán Corujo y Felipe Carvalho, que tuvo en Matías Viña un baluarte en el lateral izquierdo, en Rafael García un patrón en la mitad del campo y no lo tembló el pulso para quitar del arco al capitán Esteban Conde y mandar a la cancha al panameño Luis Mejía. Así, más el aporte del juvenil Santiago Rodríguez y los goles de Gonzalo Bergessio, Nacional creció.
En el Torneo Intermedio Gutiérrez terminó en el clásico la misión rescate. Venció 3-0 a Peñarol y lo pasó en la Tabla Anual por primera vez en el año. Cinco meses después de haber asumido logró descontar nueve puntos con su tradicional rival. Y siguió de largo. En la fecha siete del Clausura le sacó siete puntos a Peñarol (21-14) en ese torneo y ocho en la Tabla Anual (62-54). No había con que darle al Guti.
Pero de pronto se cayó. Perdió seis puntos seguidos (frente a River Plate y Cerro Largo) y Peñarol, que estaba sumergido en una crisis y su técnico Diego López pataleaba para no ahogarse, salió a flote. El aurinegro se acercó, pero aún así el empate en el clásico fue un buen resultado para Nacional porque se mantenía arriba en las dos tablas. Es más, Gutiérrez reconoció que cuidó ese resultado.
Pero más allá de las polémicas por los malos arbitrajes, que perjudicaron notoriamente a los tricolores contra Peñarol y Defensor Sporting, el equipo tuvo un bajón. Hay jugadores que no rinden como antes. Gabriel Neves, Brian Ocampo, Santiago Rodríguez y Gonzalo Castro han tenido más desaciertos que aciertos en los últimos partidos. Algunos cambios del técnico tampoco dieron resultado. Y la mala suerte también juega, como con el desgarro de Pablo García, justo cuando apareció para darle frescura al ataque.
El jueves a las 20.30 Nacional enfrenta a Rampla en el Centenario. Jugará con el resultado visto de Peñarol, que el miércoles visita a Progreso. Si el aurinegro le da el changüí, Gutiérrez tendrá una nueva oportunidad para demostrar que sabe correr de atrás. l
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá