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River Plate volvió a hacer historia: eliminó a Santos en Pacaembú
Hace 10 años fue en el Nuevo Gasómetro, contra el San Lorenzo de un tal Diego "Cholo" Simeone por la Copa Sudamericana con Juan Ramón Carrasco de entrenador. En 2016 fue la Universidad de Chile de Sebastián Beccacece, hoy sensación del fútbol argentino en Defensa y Justicia. Otra vez con JR. Y este martes fue Santos. Sí, River Plate lo hizo de nuevo. El humilde cuadro del Prado, ese que no pudo retener a Matías Jones ni a Pablo González, ese que vio partir a un equipo completo tras terminar la temporada 2018 eliminó a un grande de Brasil, a un gigante de América (tres Copas Libertadores) en el mismísimo Pacaembú (a puertas cerradas por una sanción a Santos).
Sí. Se llevó puesto al mundialista y campeón de América (Chile 2015) Jorge Sampaoli y a todas sus estrellas internacionales que conjugan junto a los locales una poderosa escuadra: el uruguayo Carlos Sánchez, el colombiano Jonathan Copete, el paraguayo Derlis González y la estrella emergente venezolana, Yeferson Soteldo.
Lo eliminó River con la misma fórmula empleada en el partido de ida (0-0 en el Franzini). A defensa pura. Con una lección de estrategia diagramada por Jorge Giordano, un técnico que estudió cada movimiento del equipo brasileño y se lo puso en la cabeza de sus jugadores.
Los convenció. Achicando espacios, desesperando al rival y lastimando de contragolpe.
En la ida Mauro Da Luz estuvo cerquita de anotar. El palo se lo negó. Pero esta vez, a los 55', aprovechó una notable asistencia tras un pivoteo de Juan Manuel Olivera y se mandó un carrerón en velocidad para limpiar al golero rival y definir con el arco ya libre. Rapidez extrema y precisión a la misma vez, el cóctel perfecto para jugar en el escenario internacional.
River jugó los 45' iniciales con un aplomo increíble para un equipo tan juvenil. Esperó contra su campo, no se inmutó ante la tenencia del rival y esperó el momento justo.
Ese desborde por derecha al minuto de juego que terminó en un remate de Jean Mota bien atajado por Gastón Olveira fue un espejismo.
Porque Santos recién volvió a inquietar a los 23' a través de un cabezazo de Gustavo Henrique a la salida de un córner. La pelota se fue pegadita a un palo.
Tampoco hubo sobresaltos en los 10' iniciales del segundo tiempo hasta que Da Luz abrió la cuenta con su golazo.
Sampaoli mandó cambios y recién cuando Giordano había decidido blindar la defensa retirando a sus delanteros para poblar el área de zagueros, llegó el descuento. Centro de Jean Mota y roce de Soteldo para hacerla inalcanzable para un Olveira que fue un fenómeno resolviendo todo con seguridad.
Los cinco minutos de tiempo agregado no pasaban más. Pero terminaron con River clasificado y el poderoso Santos eliminado. Increíble si se comparan presupuestos, fichajes, cotización de los entrenadores y valor de los futbolistas. Pero es también lo hermoso que tiene el fútbol. Y River ahora lo vuelve a disfrutar.
