Si la Prefectura de Carmelo quiere controlar a un barco que llega al puerto de esa localidad tiene que verlo primero o contactarlo por radio. No tiene otra forma de saber que llegó, quien lo tripula, ni que lleva encima. Los patrones de las embarcaciones son los que tienen que acercarse al destacamento más cercano y presentar su documentación.
"Los radares no están operativos y es una preocupación que se viene tramitando ya desde hace tiempo. Esta necesidad no fue atendida en el presupuesto", comentó Etchevers sobre la situación de Carmelo, Colonia y Nueva Palmira. Si bien se gestiona adquirir un nuevo radar para Colonia que tenga un área de cobertura que abarque la isla Martín García, Conchillas y Nueva Palmira, los únicos operativos se encuentran en Montevideo, La Paloma y Punta del Este.
Etchevers explicó que ante la ausencia de radares, Prefectura realiza controles rutinarios. Además, en el caso de las embarcaciones más grandes, estas cuentan con el Sistema de Identificación Automática, que proporciona datos de ubicación e identificación. Pero los yates, lanchas y otros botes pequeños no lo tienen, por lo que son invisibles salvo que haya contacto visual con ellos.
"Tratamos con mucho ingenio ser lo más eficientes posibles. Si comparamos el personal que hubo en la Prefectura de Carmelo los últimos veinte años notamos una reducción del personal de casi un 50%.El tráfico de embarcaciones que transitan por el Río Uruguay no es el mismo de hace veinte años, aumentó"; explicó el vocero de la Armada.
Si la Prefectura no ve al barco y le avisa a Aduanas para que lo controle, las revisiones tampoco se realizan, lo que hace más viable el ingreso de, por ejemplo, el dinero que los allegados a los políticos kirchneristas argentinos corruptos traían a Carmelo.