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Senador blanco dijo que Bonomi comparó fuga de Morabito con la de Mujica en 1972
En su comparecencia en la comisión especial de Seguridad Pública y Convivencia del Senado, el ministro del interior Eduardo Bonomi comparó la fuga del mafioso italiano Rocco Morabito y de otros tres presos recluidos en Cárcel Central con la que protagonizó en 1972 el expresidente José Mujica y otros 15 tupamaros recluidos en la ex cárcel de Punta Carretas, según afirmó el senador nacionalista Javier García.
En base al relato del legislador, Bonomi se refirió al episodio ocurrido hace 47 años cuando se le preguntó si no creía que tenía responsabilidad política por la fuga ocurrida hace 16 días y que tuvo como protagonista a uno de los capos de la mafia calabresa.
“Nadie asume la responsabilidad política y su gran defensa es comparar esta fuga con la de Mujica en el '72”, cuestionó García en conferencia de prensa al término de la reunión en la que el ministro reconoció que todavía no está claro cómo lograron los delincuentes –de los cuales solo permanece prófugo Morabito- escapar de su encierro.
El Observador confirmó con otras personas presentes en la reunión que reconocieron que Bonomi puso como ejemplo la huida del expresidente de la cárcel de Punta Carretas. Según los informantes, lo hizo para señalar que las fugas suceden.
Bonomi, por su parte, dijo en conferencia de prensa que la fuga se “presume dolosa”, y que por eso se abrieron varios sumarios administrativos al personal de la cárcel, incluida la directora del establecimiento, a quien se la separó del cargo y se le retuvieron el 50% de sus haberes. “Todas las hipótesis de cómo se fugó (Morabito) son hipótesis. Todavía no se sabe. Fiscalía tiene más de una línea de investigación”, reconoció el ministro del interior.
La fuga de Morabito también provocó la renuncia del director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Alberto Gadea, quien dejó su cargo dos días después de que los delincuentes salieran del establecimiento con la presunta complicidad del personal del lugar.
Una fuga de película
Morabito, Matías Sebastián Acosta González, que esperaba su extradición a Brasil, y Bruno Ezequiel Díaz, detenido a pedido de Argentina por un delito de homicidio, se escaparon por la azotea de la cárcel ubicada en pleno centro de Montevideo luego de hacer un boquete y entraron por una ventana a un apartamento del quinto piso del edificio que se encuentra al lado de la cárcel. Leandro Abel Sinopoli Azcoaga –preso por un delito de falsificación de documento y hurto a pedido de la Justicia de Brasil– salió caminando por una puerta lateral del edificio central de la Jefatura de Policía de Montevideo, al lado del centro penitenciario sin que nadie lo detuviera.
En conferencia de prensa, Bonomi resaltó que la cartera a su cargo tomó una serie de acciones cuando comenzaron a surgir indicios de que el mafioso italiano planeaba escapar del encierro. Morabito había sido detenido en setiembre de 2017 en un hotel de Montevideo, 23 años después de que las autoridades italianas le perdieran el rastro.
Durante años vivió en Punta del Este haciéndose llamar Francisco Capaletto, y utilizando además documentación falsa que decía que había nacido en Río de Janeiro. Por contar con documentación apócrifa es que fue procesado entonces y enviado a Cárcel Central.
Bonomi contó este jueves que poco después de ser enviado a ese centro de detención Morabito le contó a sus amigos que estaba en un lugar donde las condiciones de privación de libertad eran “bastante light” y que a raíz de esa información se lo trasladó al Penal de Libertad, donde cumplió su pena por los delitos cometidos en Uruguay. En el proceso, Italia pidió la extradición del mafioso, por lo que una vez cumplido su castigo por los delitos cometidos en territorio uruguayo fue derivado de nuevo a Cárcel Central, que es donde cumplen arresto los llamados presos administrativos (aquellos que esperan a ser extraditados).
Bonomi reconoció además que en 2018 hubo información de un intento de fuga por parte de Morabito y que como consecuencia se tomaron medidas que lograron evitarla. También explicó que fue el mafioso quien en primera instancia había pedido ser trasladado a la Dirección Nacional de la Guardia Republicana, lo que después también solicitó la directora de Cárcel Central Mary González.
Sin embargo, la solicitud fue negada según explicó hoy Bonomi –y lo había informado antes El País- porque allí estaba detenido el narcotraficante mexicano Gerardo González Valencia, apodado “El Cuini”.
También se pensó la posibilidad de ser trasladado a la Unidad n°1 Punta de Rieles, pero dijo que eso no es posible porque al ser un preso administrativo, por normativa uruguaya e internacional, no se lo puede encerrar en una cárcel con personas que cumplen encierro preventivo o condena por delitos cometidos en Uruguay.
Ante la imposibilidad de trasladarlo, el Ministerio del Interior dispuso que fuera custodiado por dos efectivos de Guardia Republicana, que estaban sujetos a las órdenes de las autoridades del establecimiento carcelario. Morabito fugó a las 23:00, pero a esa hora sus guardias personales estaban descansando en otro piso de la cárcel. Estos efectivos están siendo investigados y les fueron incautados sus celulares.
Otro elemento que suma dudas a la investigación es por qué no funcionaban las cámaras de seguridad de la cárcel. Según informó Bonomi este martes, los DVR (disco en el que se guardan las filmaciones) habían sido extraídos a pedido de la fiscalía en el marco de una investigación sobre corrupción policial y supuestos malos tratos que los mismos presos fugados habían denunciado. La fiscalía aviso a las autoridades de la prisión que dejaba las cámaras inutilizadas al llevarse los DVR, pero no se tomaron medidas.
