Solución para la vivienda

La vivienda sigue a la educación y la seguridad pública en la lista de los grandes fracasos de los tres gobiernos del Frente Amplio. El proyecto de ley estrechamente aprobado en Diputados por los partidos de oposición y un legislador del oficialismo no solucionará el tema por dos razones. Por un lado, es virtualmente seguro que naufragará en el Senado con el voto de la mayoría frenteamplista. Por otro, carece de financiamiento en los momentos actuales debido a la escasez de recursos por inadecuado manejo fiscal. Pero tiene el mérito de incorporar un problema acuciante para cuando se discutan este año los cambios presupuestales en la Rendición de Cuentas. Incluso el diputado frenteamplista Darío Pérez explicó que, aunque el proyecto es actualmente inviable, ponerlo en la agenda política fue su razón para votar con la oposición.

Hasta ahora han fracasado las iniciativas de la alianza de izquierda para asegurar viviendas dignas a las familias de menores recursos y eliminar gradualmente los profusos asentamientos irregulares. Así lo han reconocido dirigentes oficialistas de primer plano. Si bien se han construido 28.180 viviendas y hay en ejecución cerca de 20 mil más, la cifra es una gota de agua en los miles de personas que siguen viviendo en condiciones casi infrahumanas. Se han erradicado unos pocos asentamientos pero otros siguen apareciendo en forma imparable por emigración hacia las ciudades y empobrecimiento de muchos hogares. El publicitado Plan Juntos del expresidente José Mujica quedó en agua de borrajas. El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente argumenta carecer de recursos para ir más lejos. Y el Banco Hipotecario abandonó durante largos años su función específica de ayudar a la gente a acceder a la vivienda propia.

El indispensable mejoramiento de la enseñanza estatal sigue en el debe por la complacencia de los gobiernos con la ineficiente Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y las objeciones de sindicatos docentes. La seguridad ciudadana persiste amenazada porque el Ministerio del Interior corre de atrás al auge delictivo, pese a las mejoras tecnológicas y de personal en la Policía. El caso de la vivienda es diferente, ya que la meta se frustra por falta de recursos financieros y de adecuada planificación coordinada por los organismos públicos involucrados en el tema.

La solución depende de un manejo fiscal más preciso y ajustado a la realidad cuando el gobierno fije las asignaciones presupuestales este año. No es tarea fácil en momentos en que el propio Ministerio de Economía ya adelanta dudas de que se pueda bajar el déficit actual de las cuentas públicas del 3,7% del Producto Interno Bruto al 2,5% comprometido para el fin del período. Pero hasta ahora ha habido un notorio despilfarro de ingresos, especialmente durante la administración Mujica, con profundos errores de gestión como en el caso de ANCAP, Pluna y el Fondes, y la asignación de partidas cuantiosas en áreas donde los resultados siguen sin justificarlas. Corregir estas claudicaciones puede permitir que se arbitren recursos para un resuelto programa de viviendas populares y gradual eliminación de los cantegriles, tema sobre el cual el gobierno ha recibido una sonora advertencia con la media sanción al proyecto del diputado de Unidad Popular, Enrique Rubio.