María Eugenia Scognamiglio
Periodista de actualidadNacional > ALGORTA Y SEGADE
Una vieja guerra narco: el homicidio del barra brava de Peñarol que la Policía aclaró nueve años después
El 13 de octubre de 2015 el entonces líder narco del barrio 40 semanas Robert Algorta mató al cabecilla de otra banda del mismo barrio, Wellington "Tato" Rodríguez Segade, quien además lideraba la barra brava de Peñarol en esos años. Fue un homicidio que desató una guerra narco que duró, al menos, tres años.
Casi nueve años después de aquel suceso, el Departamento de Homicidios de la Policía logró probar que Algorta fue quien mató a Rodríguez Segade y la Justicia lo confirmó este viernes 1° de marzo cuando lo procesó por el delito de homicidio en calidad de autor, informó Telenoche y confirmó El Observador.
La investigación de la Policía llevó cuatro años, luego que en 2020 la Justicia derivara el caso sin resolver a la división Hechos Complejos. Fuentes de esa división del Ministerio del Interior contaron a El Observador que lograron determinar que Algorta estuvo en ese momento en el lugar del crimen y que fue quien disparó el arma, pese a que el hombre inventó varias coartadas.
Una de ellas es que él no había asesinado a Segade porque no estaba allí en ese momento y que el homicidio lo había cometido su sobrino, que en el momento de la declaración ya estaba muerto.
Las fuentes dijeron que en cuatro años de investigación lograron ubicar a Robert Algorta en las en calles Máximo Santos y Tiyaut, donde ocurrió el crimen, gracias a trabajos de inteligencia y al relato de varios testigos que vieron el hecho y otros que no, pero que aportaron información para desenredar la trama barrial.
Algorta, que ya está en prisión por una rapiña ocurrida en 2018, deberá sumar a su pena actual la que establezca la sentencia, que se conocerá tras el juicio penal que se inició con el procesamiento emitido el viernes pasado, debido a que el caso se rigió por el Código Penal anterior.
En el auto de procesamiento a la que accedió El Observador la jueza tomó como una de las pruebas el relato de un testigo protegido que en 2022, siete años después del hecho, ratificó el relato que había hecho en 2015.
El testigo contó que estaba en la casa de la suegra de "Tato", en el barrio 40 semanas. Ambos salieron en el auto de la víctima cuando vieron a Robert Algorta "quien le hace seña para que se detuviesen".
Segade y Algorta se saludaron, caminaron unos pasos, Segade se levantó el buzo para mostrarle que no estaba armado y su rival sacó un arma 9 mm de atrás de la cintura, le apuntó en el pecho y lo mató.
El procesamiento marca un hito en la historia de la guerra narco entre los Algorta y los Segade en el barrio 40 semanas porque ese homicidio fue el que la desató. En 2018, tres años después del crimen, la guerra narco en esa zona había dejado 29 muertos y 36 intentos de asesinatos.
En 2018 la Policía logró capturar a Algorta, que en aquel entonces tenía 39 años y que era quien movía los hilos de la banda de narcotraficantes que llevaba por nombre el mismo apellido familiar. Ese año fue capturado por haber cometido una rapiña en Pocitos y terminó en prisión.
Ahora está recluido en el Penal de Libertad por haber cometido otro homicidio dentro de la cárcel, mientras cumplía la pena por la rapiña. Ahora se suma el homicidio de Segade.
La guerra narco y las alianzas
Segade, que entonces también era un referente de la barra brava de Peñarol, era el enemigo de los Algorta en el 40 Semanas: los clanes familiares se disputaban el mercado de la droga de ese barrio.
Pero el área de influencia de los Algorta no se limitaba a esa zona. Los Algorta forjaron una alianza con otro grupos de narcotraficantes de la Cuenca de Casavalle, Los Camala, que a su vez estaban enfrentados con Los Chingas.
El pacto entre ambas bandas –Algorta y Camala– era que los primeros les brindaran apoyo en ”sicarios y armas” a los Camala para que estos tomaran el control del barrio, en particular en los alrededores del complejo de viviendas de Los Palomares.
Los Algorta, por su parte, dominadores del 40 Semanas a partir del asesinato al Tato Segade, asegurarían el control de la zona norte de Montevideo.
Luego de matar a Segade, Los Algorta extorsionaron a Claudia Silvera, quien era pareja de Tato: durante un año debía entregarles a los asesinos dinero, que en determinado momento de 2016 dejó de pagar. En represalia, los Algorta la secuestraron, la asesinaron y su cuerpo apareció incendiado en el barrio Tres Ombúes.
