La promesa de renovar el transporte en las ciudades del mundo a través de aplicaciones para concretar viajes privados y la irrupción vertiginosa de Uber –con prácticas que años más tarde probaron ser agresivas en varios países– quedó petrificada en Montevideo, muy lejos del auge de este otrora novedoso sistema que se acerca a una década de historia en la capital uruguaya.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá