En la tarde del Charrúa y ante 11 mil personas, Los Teros volvieron a ser Los Teros. No lo habían sido contra Los Pumas, una semana antes en Punta del Este, cuando no habían tenido tackle, defensa, piernas, obtención, pero sobre todo, actitud.
Esta vez volvió el alma del seleccionado uruguayo de rugby, para pelearle de igual a igual a una potencia -con muchas ausencias, cierto, pero también las tenían los celestes, que las sienten más- y estar en partido hasta el minuto 70.
Fue derrota 31-19, la diferencia más chica de la historia ante un Tier 1, y un cierre de ventana que, aunque no despeja algunas de las interrogantes de fondo (la renovación en los backs, fundamentalmente), sí vuelve la brújula hacia una situación positiva.
Los Teros tuvieron 10 minutos negros, entre los 12’ y los 22’, que parecían una repetición del test ante Los Pumas: 3 tries recibidos, fallos de tackles en el centro de la cancha, una amarilla a Arbelo por repetición de penales, lines perdidos (otra vez, el mayor problema) y penales regalados, incluso uno que era a favor y se terminó dando vuelta por tackle tardío. En ese rato Escocia hizo tres tries: uno desde el line y maul, otro en un juego corto tras un penal y tras un quiebre por el centro de la cancha, y finalmente uno por afuera desde un line out escocés en mitad de cancha.
Antes había sido un partido parejo. El trámite le vino bien a Uruguay, porque salió un partido con duelo de kicks, y donde Los Teros se posicionaron en campo rival, obteniendo en el line y maul. Lo que necesitaban para sumar confianza después de la debacle ante Pumas. Pero el equipo de Ambrosio no lo pudo aprovechar en el score, por un penal fallado y un maul que terminó en pelota trabada.
La falla en el line out de Los Teros
El panorama empezó a complicarse, otra vez, a partir del line out, donde Uruguay, tras obtener bien en posición 1, empezó a perder en la 2 y la 3 y a fallar, lo que le dio pelota y cancha a Escocia, y trajo ese lapso negro de los 19 puntos en 10 minutos. Otra vez se tuvieron confianza para ir por opciones de más riesgo, que le dieran buenas plataformas a los backs, pero fallaron por errores propios más que por mérito escocés.
Pero el equipo reaccionó y lo fue a buscar. Y lo fue a buscar sus sus herramientas: obtención, juego en el contacto, uso del pie cuando era necesario. La reacción nació de una intercepción de Santiago Álvarez, que reflejó un salto de rendimiento del 9 de Peñarol, que no venía cumpliendo y tuvo la rebeldía y el juego para liderar al equipo, además de mostrar un sólido juego con el pie. Otro try, ahora de Tite Etcheverry por afuera después de desgastar por adentro, trajo el 14-19 con el que se fueron al descanso.
En el complemento Uruguay siguió mostrando defensa agresiva, con la velocidad de presión que pide el nuevo sistema de Ambrosio, y buena lectura sobre cuándo ir a pescar (Ardao volvió a ser el de sus mejores tardes y tuvo cuatro robos). Pero también lo alternó con algunos penales que Escocia no pudo aprovechar por la buena defensa uruguaya.
De igual a igual ante Escocia
Los Teros supieron leer el momento y, en base a obtención, correcto uso del pie y saber atacar algunas pelotas que tuvo favorables, empezó a buscar en el contacto al rival, avanzando con juego vertical, hasta llegar al try de Diana tras un line y maul que derivó en Álvarez atacando la base. Antes Etcheverry tuvo la chance de acercar con un penal frente a los palos, pero lo erró increíblemente, ratificando una falla de confianza del apertura, que en total erró 8 puntos de patadas. A esta altura Ambrosio debería considerar sacarle la responsabilidad de las patadas a los palos, que lo cargan de presión, y dejarlo lo con la responsabilidad de la conducción del jeugo, donde ante Escocia tuvo un buen partido.
El 19-19 a los a los 60’ dejaba todo abierto, a tal punto que el visitante mandó las figuras que les quedaba en el banco para pasar de nuevo al frente. Uruguay ayudó con un penal de Miszka por un golpe tardío, y desde el line y maul Escocia respiró para pasar al frente 26-19, y casi seguida tras un quiebre en velocidad distanciarse 31-19. En el final tuvo alguna más, que respondió Uruguay con una buena defensa que forzó penales, que aunque tuvo lines en campo rival no tuvo chances claras para acercarse más en el tanteador.
Conclusiones de la ventana
Era una ventana histórica, donde Los Teros debían estar a la altura de lo que tanto habían pedido a World Rugby: test matches ante potencias. En dos cumplieron, y en otro estuvieron muy lejos. Hay una base chica en jugadores, faltan recambios en puestos clave, queda por dilucidar qué se hará con el seven, que en estos Juegos Olímpicos se llevaron cinco jugadores del XV de los cuales tres o cuatro hoy son titulares. Habrá que pensar seriamente que se hace con la falta de recambio, con los pocos juveniles que se proyectan a llegar a Teros, con la falta de competencia en el segundo semestre, con cómo Chile recorta distancias. Pero había otras dudas muy acuciantes, sobre el nivel de jeugo, sobre la actitud, sobre el hacer pie ante rivales Tier 1, que hoy se respondieron como se debía.