Semana de premios literarios: estos son los ganadores del Cervantes, el Herralde y el Goncourt en 2025
En menos de 48 horas, tres de los premios que más atención suscitan en la literatura europea anunciaron sus ganadores
4 de noviembre 2025 - 16:41hs
En menos de 48 horas, tres de los premios que más atención suscitan en la literatura europea anunciaron sus ganadores 2025: el Cervantes, el Herralde y el Goncourt. Año a año, cada uno de ellos tiene una preponderancia diferente a la hora de mapear el territorio literario de occidente, y estos son los ganadores de este año.
El escritor argentino Pablo Maurette ganó el lunes la 43ª edición del Premio Herralde de novela, convocado en España por Editorial Anagrama, con su obra El contrabando ejemplar, que el autor define como "un homenaje al plagio" porque considera que "toda literatura es un acto de paramnesia".
La ganadora figuraba entre los 892 originales que optaban este año al galardón, dotado con 25.000 euros y al que autor argentino se presentó bajo el seudónimo de Carlos Bernárdez.
La novela, que estará en las librerías el próximo 26 de noviembre en España, narra la historia de Pablo, un aspirante a escritor sin escrúpulos que viaja a Madrid para recuperar el manuscrito que Eduardo, su amigo y mentor, dejó al morir, un libro que nunca culminó pero que pretendía explicar lo inexplicable: el infortunado destino de la Argentina que durante el siglo XVII configuró su economía con un sistema de comercio clandestino que se conocía como 'contrabando ejemplar'.
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Pablo Maurette
EFE
En la conferencia de prensa tras darse a conocer el fallo del galardón, Maurette confesó que su novela es "un homenaje al plagio, que es la única forma de hacer literatura" y añadió: "La literatura es un acto de paramnesia porque todo libro está hecho de libros y esta novela está hecha de retazos de todos los libros que he leído, de las palabras que escuché y de las imágenes que vi".
El premiado reconoció que El contrabando ejemplar bebe mucho de la tradición picaresca española de los siglos XVI y XVII en lo referente a "lo grotesco, el humor y el disparate".
La novela inconclusa que aparece en la historia es "un manuscrito que aspira a ser la gran novela argentina y que narra el destino infausto de la Argentina, que pudo ser grande y poderosa, pero no lo fue".
El narrador principal, Pablo, es un joven escritor falto de ideas, bastante resentido porque tiene pocos lectores, que decide robar el manuscrito de su amigo.
En la obra ganadora hay elementos de la novela histórica situados en el siglo XVII, "una especie de agujero negro en la historia de Argentina, un momento muy borroso y complicado porque Buenos Aires formaba parte del virreinato del Perú, y como Lima no quería competencia, convenció a la Corona española para que cerrara el puerto bonaerense, y así permaneció durante siglos". En ese tiempo, recuerda Maurette, "la ciudad sobrevive gracias al contrabando, del que participan todas las instituciones políticas y religiosas, por lo que la mitad de nuestra historia transcurre en la ilegalidad y de ahí no podía salir nada bueno".
El Cervantes se fue para México
También el lunes el autor mexicano Gonzalo Celorio, ensayista, novelista y editor, fue distinguido con el Premio Cervantes, el más importante de las letras en español.
"A lo largo de más de cinco décadas, Gonzalo Celorio ha consolidado una voz literaria de notable elegancia y hondura reflexiva, en la que conjuga la lucidez crítica con una sensibilidad narrativa que explora los matices de la identidad, la educación sentimental y la pérdida", explicó el ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, al anunciar el galardón al escritor mexicano de 77 años.
Entre sus obras más reconocidas se encuentran las novelas Amor propio, El viaje sedentario, Y retiemble en sus centros la tierra, El metal y la escoria y Mentideros de la memoria, así como los ensayos Los subrayados son míos y Cánones subversivos.
El Cervantes, con una dotación de 125.000 euros (144.000 dólares), empezó a otorgarse en 1976, y ha recaído en grandes nombres como Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela, Guillermo Cabrera Infante, Álvaro Mutis, Carlos Fuentes, Nicanor Parra, Sergio Ramírez y Rafael Cadenas.
Los autores uruguayos que lo han ganado han sido tres: Juan Carlos Onetti, Ida Vitale y Cristina Peri Rossi.
Celorio nació en Ciudad de México en 1948 y es una figuras más destacadas de la literatura mexicana contemporánea. Doctor en Lengua y Literaturas Hispánicas, especializado en Literatura Hispanoamericana por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha desarrollado una extensa labor académica y docente.
Desde 1974 ha impartido clases en diversas instituciones, entre ellas la Universidad Iberoamericana, el Instituto Politécnico Nacional y El Colegio de México. Ha ejercido numerosos cargos académicos y culturales, y además fue director general del prestigioso Fondo de Cultura Económica (2000-2002).
Actualmente es profesor de literatura hispanoamericana en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde dirige la cátedra extraordinaria ‘Maestros del Exilio Español’.
El mayor premio de Francia
El último ganador de la semana fue el autor francés Laurent Mauvignier, que ganó este martes el premio Goncourt 2025, la distinción literaria más prestigiosa de Francia, por su novela La maison vide (La casa vacía), publicado por Éditions de Minuit.
El autor, de 58 años, obtuvo el premio en la primera votación.
La proclamación se realizó durante un almuerzo con los diez miembros del jurado de la Academia Goncourt en el restaurante Drouant, cerca de la Ópera de París.
La maison vide reconstruye, en concreto, la historia de cuatro generaciones de la familia paterna de Mauvignier alrededor de una casa del campo francés, mezclando hechos reales, imaginación y reflexión literaria. Lo hace a través de los objetos que el protagonista del libro encuentra en el edificio, como un piano, fotografías de su abuela con la cabeza recortada o una medalla de la prestigiosa Legión de Honor.
A partir de esos objetos, el protagonista recorre la memoria no solo de su padre -—que la historia sugiere que se suicidó—, sino también de su abuela Marguerite, de su bisabuela Marie-Ernestine y de los hombres que las rodearon, en un contexto rural del siglo XX, marcado por dos guerras mundiales y estrictas tradiciones sociales.
Con un estilo denso de largas frases y ritmo pausado, la obra busca comprender cómo el pasado sigue habitando los lugares y las vidas presentes, pero también explora temas como la transmisión de los traumas o la memoria.
Es la décima novela publicada por Mauvignier, quien nació en Tours en 1967.