La empresa Colonia Express solicitó al Senado que el régimen de incentivos previsto en el artículo 284 del proyecto de Presupuesto Nacional incluya también al transporte fluvial y marítimo de pasajeros, y no solo a las compañías aéreas.
			 El planteo fue realizado ante la Comisión de Presupuesto del Senado por el representante de la compañía, Gerardo Azarola, quien advirtió que la redacción aprobada en la Cámara de Representantes “contempla únicamente a la colectividad aérea, dejando de lado las vías fluvial y marítima”, lo que consideró “una visión parcial del sistema nacional de conectividad, con implicancias estratégicas y de equidad”.
 
			 El artículo en discusión encomienda al Ministerio de Turismo la creación de un incentivo para empresas nacionales o extranjeras que presten servicios aéreos internacionales regulares y contribuyan al incremento del turismo receptivo.
 
		 Según Azarola, ese mismo beneficio debería alcanzar a las empresas fluviales y marítimas, dado que “son el principal vehículo de ingreso de turistas internacionales provenientes de la región, especialmente desde Argentina”.
 
			 “Limitar los incentivos solo al transporte aéreo distorsiona la competencia entre operadores y afecta la igualdad de trato entre los medios de transporte, lo que puede comprometer la continuidad de los servicios regulares internacionales”, señaló el representante de Colonia Express.
 Azarola advirtió que Uruguay enfrenta una competencia asimétrica frente a los grandes atractivos turísticos de Argentina y Brasil, por lo que la estrategia nacional debería enfocarse en posicionar al país como un complemento de alto valor dentro de los flujos de visitantes que llegan a Buenos Aires, según consta en la versión taquigráfica de la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda a la que accedió El Observador.
  En ese marco, sostuvo que excluir al transporte fluvial y marítimo implica dejar de lado el principal puente físico para ejecutar esa estrategia, ya que es el medio que canaliza buena parte del movimiento de turistas hacia circuitos nacionales como viñedos, sitios coloniales y la costa uruguaya.
 Agregó que se trata de una herramienta clave para que Uruguay capitalice el flujo de visitantes internacionales —especialmente aquellos que tienen a Buenos Aires como destino principal— y para fortalecer la integración regional, la diversificación de accesos al país y la cadena de valor turística que abarca hotelería, gastronomía y servicios locales.
 También subrayó que este medio facilita viajes cortos y frecuentes, lo que incentiva traslados y estadías en distintas zonas del país, contribuyendo a desarrollar destinos emergentes como Salto, Paysandú y Fray Bentos, y a reducir la estacionalidad del turismo.
 Durante su exposición, el representante de la empresa mencionó además el impacto del Decreto 51/024, que fijó un costo de US$ 2,10 más IVA por pasajero por concepto de servicios de seguridad en los puertos, encareciendo los pasajes fluviales. Ese cargo —dijo— “redujo la competitividad del sector y debería ser mitigado mediante mecanismos de incentivo a la conectividad”.
 Colonia Express propuso una nueva redacción del artículo 284, que incluya expresamente al transporte fluvial y marítimo dentro de los beneficiarios del régimen de incentivos previsto originalmente para las aerolíneas.
 “Esta sería la única forma de garantizar un marco de equidad entre los distintos actores del transporte turístico y reforzar de manera integral la competitividad de Uruguay como destino, alineando el incentivo con la estrategia regional de complementariedad”, afirmó Azarola.