Instagram Christian Ebere en uno de sus ratos libres
Su mamá no quería que jugara al fútbol. “Ella quería que yo fuera abogado, pero hablé con mi tío para que la convenciera de dejarme jugar y por suerte, aceptó”, cuenta Ebere a Referí.
Su ídolo era el brasileño Robinho, a quien veía en el televisor cuando jugaba en Real Madrid.
“No había camisetas de Real Madrid en mi ciudad, entonces agarré una cualquiera, de cualquier color y le puse el nombre de Robinho atrás”, dice sonriendo.
También le gustaban Jay-Jay Okocha y Nwankwo Kanu, dos que la rompieron con la selección de Nigeria y que ganaron la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 ante la selección argentina que dirigía Daniel Passarella, y en la semifinal habían dejado por el camino a Brasil con Bebeto, Rivaldo y Ronaldo, entre otros cracks, ganando un partidazo en alargue 4-3, luego de ir perdiendo 3-1.
Estudiaba administración de empresas, pero dejó todo por la pelota. Su madre, mientras tanto, trabajaba en la empresa de ropa que tiene la familia en Nigeria.
“Yo hice un pequeño curso de cocina porque me gusta y ayudaba en casa a mi madre, aprendí bastante y le hacía de todo”, agrega.
Christian Ebere con la selección sub 17 de Nigeria con la que se coronó campeón del mundo en Chile 2015, celebrando su gol a México
Jugaba en el fútbol de la escuela y en el liceo, y de ahí lo llevaron directo a la selección juvenil de Nigeria. “Allá no hay inferiores como acá y del fútbol escuela juegan competiciones representando ciudades y de ahí te eligen”.
Entonces, Emmanuel Amunike, aquel que se hizo conocido en el Mundial de Estados Unidos 1994 y que le anotó goles a Bulgaria y a Italia, que formaba ataque con Daniel Amokachi, y quien también había ganado la medalla de oro en Atlanta 96, era el técnico de la selección nigeriana sub 17 y lo citó para el Mundial de Chile 2015.
Ebere fue titular y compañero, entre otros, de Victor Osimhen -uno de los actuales goleadores de Napoli- y de Samuel Chukwueze, quien juega en Villarreal de España.
Con ese equipo, fueron campeones del mundo, y el actual punta de Plaza Colonia convirtió un gol ante México para comenzar a dar vuelta el partido en las semifinales.
“Yo era titular y jugaba por izquierda. Osimhen iba por el centro de la ofensiva y Chukwueze iba por derecha. Teníamos un muy buen equipo y Amunike era un gran entrenador”, recuerda.
Aquí se puede ver su gol ante México para el 3-2 en el Mundial sub 17 de Chile:
Era apenas un adolescente, pero luego de su producción en esa Copa del Mundo, varios clubes quisieron adquirir su ficha.
Uno de ellos fue Sint-Truiden, de la Primera división de Bélgica. Estaba todo hecho, pero cuando llegó allá, el pase se cayó. “Quisieron pagar 800.000 euros y mi exrepresentante no quiso, quería más, entonces no quedé y me fui a Argentina”, explica.
Llegó a la Reserva de Rosario Central. Jugó la Copa Santa Fe y entrenó algunos días con el equipo principal. “En Argentina conocí la pasión de la gente por el fútbol”, reconoce.
Pero finalmente no quedó en el club rosarino. De allí, hubo un largo periplo por varias instituciones brasileñas: Juventude de Caxias, Cascavel, Fluminense de Joinville, Metropolitano, Maringá, Paraná Clube, Posso Alegre y Vila Nova.
Hasta que un empresario lo acercó en julio del año pasado a Plaza Colonia.
“Estoy contento en Plaza. Vivo en un apartamento. Vivo solo y me acostumbro. La ciudad de Colonia me gusta”, cuenta.
Del encuentro ante Nacional también habló: “Fue mi mejor partido. Me sentí muy bien. Muy feliz. Mi velocidad y mi potencia son muy importantes”.
Y admite que, a través de su cuenta de Instagram, “algunos hinchas de Nacional y de Peñarol me escribieron ‘venite para Nacional, venite para Peñarol’. Es normal que me manden mensajes y me hacen sentir bien”.
Ebere dice que cuanto terminó el partido contra los tricolores, Diego Polenta lo saludó. “Me felicitó por el partido”.
Instagram El nigeriano Christian Ebere en el partido anterior entre Plaza Colonia y Nacional, cuando enfrentó a Luis Suárez y le pidió su camiseta
Le gusta mucho lo que hace el senegalés Sadio Mané, se siente identificado con su juego y cuenta que “Luis Suárez es un fenómeno". "Lo enfrenté el año pasado y en el partido hablaba con él en inglés. Le pedí la camiseta cuando terminó el partido, pero un compañero me ganó de mano”.
El delantero nigeriano dice que está Carlos Manta “es buena persona, tranquilo, nos motiva. Cuenta historias para motivarnos”.
Si bien está cómodo y feliz en Plaza Colonia, le gustaría tener en el futuro “una oportunidad en Nacional o Peñarol, o en un club europeo”.
Mientras tanto, pasa sus días viendo películas, fútbol de todos lados y le gusta caminar. En Colonia quiere seguir escribiendo su historia.
*Esta nota fue publicada originalmente el 21 de febrero de 2023, cuando Ebere jugaba en Plaza Colonia. El delantero pasó en 2024 a Nacional, en el primer semestre de 2025 jugó en Plaza y volvió para la segunda mitad del año, siendo campeón y MVP de las finales que los tricolores, con gol suyo, le ganaron a Peñarol