El arbitraje de Gustavo Tejera tuvo un error que condicionó el clásico en el que Nacional se consagró campeón de la Liga AUF Uruguaya ante Peñarol.
Iban 8 minutos de juego cuando Leonardo Fernández fue a buscar un rechazo de Julián Millán sobre la línea de fondo.
El 10 llegó primero a la pelota y Diego Romero le pegó bajándolo.
Pero ante una pelota en disputa, lo que debe primar en la apreciación del juez es quién juega primero la pelota y qué hace el defensor. Si lo golpea se debe sancionar la infracción.
¿Pudo entender Tejera que el contacto no fue suficiente para generar el derribo?
Hay tomas que evidencian que la caída de Fernández es exagerada.
Pero la regla 12 que regula las infracciones, es clara cuando dice: "Si la infracción implica contacto, se penaliza".
"Se considera negligencia cuando un jugador muestra falta de atención o consideración al realizar una entrada o actúa sin precaución. No se requiere sanción disciplinaria", dice también la norma.
Es más, en la jurisprudencia del propio Gustavo Tejera existen sanciones de penales por contactos muchos más leves en comparación al de Romero sobre Fernández donde sí cobró penales.
El día que Peñarol se consagró campeón del Torneo Clausura, el pasado 2 de noviembre, Tejera le cobró un penal a Peñarol por una falta de Nahuel Herrera sobre Diego Abreu por un simple roce y no por un contacto pleno como el que hubo entre Romero y Fernández.
En febrero de 2021, en partido correspondiente al Torneo Clausura de 2020, Tejera arbitró en un Peñarol vs Deportivo Maldonado donde sancionó un penal a favor de los fernandinos por un leve contacto de Fabricio Formiliano sobre Facundo Batista, delantero que en 2024 jugó seis meses en Peñarol.
Peñarol ganaba 1-0 cuando Tejera sancionó ese penal: "A esa altura del partido y por los minutos que iban, dije 'algo hay que inventar acá', o agarrar la pelota e irme contra todos los defensas, o algo en el área hay que inventar. justo se dio esa posibilidad, me tiré y pegué un grito. Cuando el juez pitó, pensé que me sacaba tarjeta a mí, miro y estaba cobrando el penal, no sabés que lindo que fue", declaró entonces Facundo Batista.
Mismo juez, situaciones similares y criterios diferentes.
El juez de VAR Diego Dunajec nunca llamó a Tejera para revisar la incidencia.
En la primera final, Javier Burgos cometió también un importante error al no castigar con expulsión una durísima entrada de Javier Méndez sobre Gonzalo Carneiro.
En esta ocasión, el perjudicado fue Peñarol.
El análisis del partido de Gustavo Tejera
Fuera de ese error que bien pudo cambiar el trámite del partido, Tejera tuvo mucho más aciertos que errores.
En primer lugar el juez tuvo que lidiar contra jugadores siempre predispuestos al engaño, a la exageración y a la protesta.
En la generalidad de los partidos en el fútbol uruguayo, el futbolista promedio intenta esas artimañas en lugar de intentar definir situaciones de juego con el talento.
Desde el punto de vista disciplinario, Tejera amonestó bien de arranque al Diente López por un pisotón ante Pedro Milans originado tras una falta de Jesús Trindade sobre Maxi Gómez, en acción donde el delantero cayó como fulminado por un contacto que fue brazo contra espalda.
Luego exageró con amarilla a Eric Remedi por una falta sobre Luciano Boggio donde hubo un toque absolutamente casual en el rostro pero donde la infracción fue por cargarlo de atrás en otra exageración desmesurada.
También fue exagerada la amarilla a Lucas Rodríguez por falta en campo de Peñarol a Maximiliano Silvera.
Gonzalo Carneiro, Luciano Boggio, Sebastián Coates, Leandro Umpiérrez e Ignacio Sosa vieron bien la amarilla.
Sobre el final, Peñarol protestó penal por mano de Maximiliano Gómez.
De ninguna manera fue penal porque el 9 tricolor saltó, cabeceó la pelota y la misma lo impactó en su brazo derecho. Es una clara situación de mano no sancionable.
Luego el VAR intervino para anularle un gol a Sebastián Coates.
Tejera tuvo siempre el control del partido, lo cual es un enorme mérito en una final con todo lo que había en juego.
En el rubro disciplinario tuvo altos y bajos.
En situaciones que inciden en un resultado del partido tuvo un fallo importante.