Sebastián Méndez, tras la clasificación de Juventud a la Copa Libertadores: el deseo de pelear el uruguayo "desde la humilidad" y su primer recuerdo de Diego Maradona
Al Gallego Sebastián Méndez no le sorprendió la salida de Monarriz porque ya no le sorprende nada, y destacó a las instalaciones y los jugadores jóvenes de Juventud de Las Piedras
La llegada a Uruguay de Sebastián Méndez fue una sorpresa. El técnico argentino fue el elegido para reemplazar a Diego Monarriz en Juventud de Las Piedras, que estaba en zona de copas pero venía en una mala racha. Tres semanas después de su llegada, Méndez estaba celebrando con Juventud la clasificación a la primera Copa Libertadores de su historia.
Tras el cierre del campeonato, el entrenador de 48 años dio al plantel unos días libres, que él también aprovechó para volver a Argentina tras tres semanas de trabajo "intenso".
Desde su casa en el país vecino, el Gallego destacó en una entrevista con Referí que le interesó el plan a "corto, mediano y largo plazo" de Juventud, y afirmó que no le sorprendió la salida de Monarriz, a quien conoce hace muchos años, porque ya no le sorprende nada.
También valoró el logro "histórico" de clasificar a la Libertadores, aunque afirmó que ya tiene la cabeza puesta en armar el plantel de 2026 para afrontar las eliminatorias de la copa y buscar "pelear el torneo uruguayo", siempre desde la humildad.
Además contó qué es lo primero que recuerda cuando le hablan de Diego Armando Maradona, aunque no habló de su año y medio como su asistente en Gimnasia, sino de la primera vez que lo vio en persona cuando era un pequeño jugador de baby fútbol.
Así transcurrió la charla de Referí con el entrenador:
¿Cómo se da tu llegada a Juventud? ¿Conocías al club cuando te lo mencionaron?
Me convocaron, hablé con Mauro Cetto (director deportivo de Juventud). Conocía el club, sobre todo porque quien estaba al mando era Diego Monarriz, a quien conozco desde hace mucho tiempo, y estaba viéndolo, como uno sigue a muchos equipos donde trabaja gente conocida y amiga. Cuando me llamaron, me explicaron cuál era el objetivo del club, cuál era el plan a corto, mediano y largo plazo. Estuvimos de acuerdo, así que se dio muy rápido.
Conociendo al club y viendo lo que hizo Monarriz, ¿te sorprendió cuando te llamaron?
No, yo hace 15 años que dirijo. A mí no me sorprende nada. Entiendo que eso es potestad del club. Me ha pasado como entrenador llegar a un club donde se habían hecho muy bien las cosas, donde no se habían hecho bien. También me ha tocado salir del club haciendo bien las cosas. Entiendo que algunas veces son los momentos que tiene cada club. Eso no lo discuto, porque es parte de nuestro trabajo también.
¿Cuál fue tu primera impresión sobre Juventud cuando llegaste?
Primero que me encontré con un buen equipo, que intenta jugar y eso siempre es de lo más saludable para un entrenador. Y después me encontré con buenos campos de juego, un buen lugar para entrenar todas las mañanas, y eso también es importante. Y sobre todas las cosas, encontrar chicos que están surgiendo y empezar a poner también el ojo en ellos, que me parece que eso es el futuro del club.
¿Hay algún juvenil de estos que vienen a futuro que te haya sorprendido más?
Yo creo que los que nos sorprendieron fueron los que jugaron. Mateo Izaguirre, Pablo Lago, David Morosini ya venía jugando, pero me parece que es un gran jugador, Geiner (Martínez) también, son jugadores jóvenes que tienen mucho para dar y mucho por crecer. Tienen mucho potencial.
¿Y tu impresión sobre Uruguay en estas tres semanas que has estado acá?
Suelo ir mucho, ahora fui para trabajar. Fue un destino durante muchos años y me siento muy cómodo, siempre me sentí cómodo. Por eso es que fui tantas veces. Me parece que Montevideo es hermoso. Es una muy buena ciudad para vivir, tranquila, más tranquila que Buenos Aires.
Llegaste después de un periodo de Monarriz que venía con una mala racha, con un tiempo corto para trabajar en estos últimos cuatro partidos. ¿Cómo se trabaja para llegarle a un plantel que quizás estaba acostumbrado a otro DT y que además no venía obteniendo resultados?
Lo primero que se hace es tratar de solucionar y de no cambiar tanto. Sí, con nuestras ideas, porque sí cambiamos el dibujo, pero no cambiamos tanto el juego, porque faltaba muy poco. Intentamos jugar simple, porque tampoco había mucho tiempo para preparar algo más complejo. El dibujo lo cambiamos apenas llegamos, porque nos gusta jugar con bandas, y entendemos que en Uruguay se tiene que jugar con extremos, pero eso es un análisis nuestro. Y después, la primera idea es jugar simple, circular rápido la pelota, intentar jugar hacia adelante, romper por bandas, no hacer ataques tan combinados porque no tenés tiempo tampoco de trabajarlos. Las presiones más simples, las salidas más simples. Quería que los jugadores llegaran a lo máximo que uno pueda aspirar en estas cuatro fechas. Esa siempre es mi función, tratar de preparar a los jugadores para que el día del partido estén listos y puedan sentirse bien ante una cancha. Después el objetivo se lo trazaron ellos y eran objetivos mucho más grandes seguramente de los que tenían cuando empezaron y tienen muchísimos méritos, igual que Monarriz por supuesto.
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Sebastián Méndez, DT de Juventud de Las Piedras
Foto: Juventud de Las Piedras
¿Cuánto vale para vos ese gol de Rodrigo Chagas contra Progreso que les dio el pase a la Copa Libertadores?
Es relativo, ¿no? Hoy vale muchísimo porque es histórico, porque el club lo merece, porque hicieron las cosas bien, es un gran premio al esfuerzo del plantel. Pero ahora tenemos eliminatorias (de la copa) y eso es duro. Tenemos que afrontarlas con mucha responsabilidad e intentar formar el equipo más competitivo que podamos. Y después, pelear el torneo uruguayo, obviamente. Por supuesto, desde la humildad, pero siempre pensando en hacer algo bueno.
¿Ya estás pensando también en el plantel para el año siguiente? ¿Buscás que lleguen refuerzos de nivel?
Por supuesto que estoy pensando en el plantel del año que viene porque ya terminó la edición y tenemos que estar ya dispuestos a ver quién sigue, quién no. Son cosas que siempre se comunican dentro del plantel y que se hablan internamente. Dentro de las posibilidades siempre del club, uno tiene que ser en esto el sentido común y saber qué clase de jugadores están para venir a Juventud. Y eso es algo que se charla todo el tiempo con el director deportivo y con la gerencia del club. Pero después sí intentar ser lo más competitivo posible, porque lo que vamos a afrontar es grande. El desafío es grande.
De tu etapa como asistente de Diego Maradona en Gimnasia te han hablado y te van a hablar un montón de veces, pero ¿qué es lo primero que recordás cuando te hablan deél?
El primer recuerdo de Diego, yo era muy chiquitito, creo que fue en el año 1983. Él había vuelto de Barcelona y jugaba uno de sus sobrinos en un club acá de baby fútbol, donde estaba yo. Ese es el primer recuerdo que tengo de Diego. Un Diego jovencito y yo, un nene chiquito, estamos hablando de cinco o seis años, intentando patear una pelota y estaba el mejor jugador del mundo ahí. Desde ahí en adelante, una vida entera.
Después en el trabajo, desde el primer día, trabajás con una persona que es Maradona. Y de ahí nada es normal y no das nada por hecho. Todos los días es una aventura distinta y fue realmente fabuloso compartir tiempo con él.
Méndez y Diego
Méndez junto a Maradona durante su etapa en Gimnasia
¿Qué significa para tu vida haber vuelto a Vélez, club del que sos exjugador e hincha, como técnico, y haberlo salvado del descenso?
Me formé como jugador y como persona en Vélez. Llegué en el año 1987 y me fui a principios del 2002. Es el club donde me formé y es el club de mi vida. Yo nací cerca de la cancha. Soy hincha del club, entonces para mí siempre fue especial y yo siempre había dicho que si Vélez estaba mal, yo esté donde esté iba a hacer todo si me convocaban. Creo que hicimos lo que la historia del club esperaba. Estuvimos en un momento muy complicado, e hicimos lo que teníamos que hacer. Fue un proceso muy difícil y muy estresante, pero era lo que ameritaba la situación.