Se terminaba el primer tiempo del clásico que Nacional y Peñarol juegan por la sexta fecha del Torneo Clausura en el Gran Parque Central, cuando una incidencia en la mitad de la cancha generó una gran polémica, sobre todo porque la incidencia ni siquiera fue sancionada como falta.
Javier Cabrera recibió un balón de espaldas al arco rival y el paraguayo Gabriel Báez fue a marcarlo con vehemencia.
Báez impactó con la suela la pantorrilla del rival y le bajó los tapones por toda la zona.
Cabrera cayó y se dobló peligrosamente el tobillo derecho.
La integridad física del jugador estuvo a milímetros de quebrarse peligrosamente.
El juez Leodán González no cobró ni falta.
Desde el VAR, Christian Ferreyra no invitó al juez de campo a revisar la incidencia.
No se cobró falta y tampoco se sacó amarilla.
Pero era una jugada de expulsión. De roja directa por ser uso de fuerza excesiva y no una mera entrada temeraria.
Antes del comienzo del segundo tiempo, las cámaras captaron cómo le quedó raspada y en rojo vivo la pantorrilla al jugador de Peñarol producto de la brutal entrada de atrás.
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