"Una verdadera mente criminal metódica que manejó todas las variables". Así definió Néstor Roncaglia, ministro de Seguridad y Justicia de Entre Ríos (Argentina), al uruguayo Pablo Laurta (39 años), acusado de asesinar a su expareja -Luna Giardina-, a su exsuegra -Mariel Zamudio- y un chofer de Uber llamado Martín Palacio.
Su plan criminal comenzó en territorio Uruguayo. Laurta, que vivía en Montevideo, viajó hasta el departamento de Salto y alquiló una cabaña por diez días. Allí, aprendió a movilizarse en kayak con el objetivo de ingresar a Argentina lejos de los "puestos controlados". Un día, finalmente, fue hasta "una zona de montes" cerca de la localidad de Corralito y dejó su auto. Tomó el kayak y su pistola Bersa 380 y cruzó el río Uruguay.
Ya en territorio argentino, dejó escondido el kayak en otra zona de montes y se dirigió al sur, hasta la localidad de Puerto Yeruá. Allí, se tomó un ómnibus hasta Concordia el martes 7 de octubre. Esa misma noche, contrató a Palacio, un chofer al que, según la investigación, posiblemente conocía, dado que se "saludaron amigablemente".
Si bien lo contactó para ir a Rafaela (provincia de Santa Fe), el auto Toyota Corolla se trasladó hasta Córdoba. A las pocas horas de comenzado el recorrido, los dos celulares de Palacio fueron apagados.
Con el arma que estaba a su nombre, Laurta mató a Giardina y Zamudio el sábado en la mañana, según establece la investigación policial. Según Roncaglia, ya está "comprobado" por la Policía de Córdoba que Laurta es el autor material del hecho.
El auto fue prendido fuego en Córdoba y Laurta intentó volver tras sus pasos y llegar hasta Uruguay con su hijo Pedro, de cinco años. En un taxi llegó hasta Gualeguaychú, donde se alojó en un hotel. La Policía localizó su teléfono en esa ciudad y lo detuvo este domingo cuando estaba sirviéndose el desayuno en el hotel junto a su hijo.
Este lunes, localizaron un cadáver que, en un "99%" de las posibilidades corresponde a Palacio. Lo halló un policía que rastrillaba un camino vecinal y encontró una bolsa con "olor nauseabundo" en una cuneta. El cuerpo estaba decapitado y sin brazos. Se realizará en las próximas horas la autopsia.
"Va a ser motivo de estudio en los manuales cómo esta persona cometió estos delitos aberrantes. Fue todo pensado por él. Manejó todas las variables y asesinó a Martín para ocultar información," cerró el ministro de Seguridad y Justicia de Entre Ríos.