El viernes a la noche fue una jornada distinta para el arquero uruguayo Leonardo Burián, de 37 años, quien logró entrar en la historia grande de Colón de Santa Fe consiguiendo el primer título oficial del club en Primera división luego de golear en la final de la Copa de la Liga Argentina a Racing de Avellaneda por 3-0.
El exfutbolista de Nacional, fue una de las figuras del equipo, quizás no necesariamente en este partido, pero sí en anteriores, como cuando en cuartos de final atajó un penal ante Talleres de Córdoba, dirigido por el Cacique Medina y clasificó al equipo a semifinales.
Burián pasó momentos complicados en los últimos años que terminaron con la muerte de su excompañero en Nacional y en Godoy Cruz, Santiago “Morro” García en febrero de este año. Fue un golpazo para el arquero y para los amigos del exdelantero.
En agosto de 2019, ya defendiendo los colores de Colón, el arquero uruguayo vivió un momento complicado cuando debió viajar de apuro a Uruguay.
Horas antes le habían avisado que había fallecido su hermano Daniel, de 46 años, en un grave accidente de tránsito.
Debido a eso, Burián no integró la delegación de Colón que este martes viajó a Maracaibo, Venezuela, para jugar el jueves el partido de ida de cuartos de final de la Copa Sudamericana ante Zulia.
En noviembre de aquel año, el arquero uruguayo sufrió otro golpe: con Colón perdió la final de la Copa Sudamericana a manos de Independiente del Valle.
El arquero uruguayo recordó a su hermano luego de vencer a Independiente en las semifinales de la Copa de la Liga Profesional de Argentina el pasado lunes 31 de mayo.
“Le dedico esto a mi hermano, que está en el cielo”, dijo el golero luego de vencer al equipo en el que ataja otro uruguayo, Sebastián Sosa.
En un informe de diciembre del año pasado, Referí explica que desde 2005 Nacional contrató a ocho goleros -ahora hay que sumarle a Martín Rodríguez, por lo que son nueve, relegando a los valores surgidos de la cantera.
Luego ya en enero de 2021, el juvenil Guillermo Centurión, de 19 años, fue decisivo en la tanda de penales -atajando dos- para que Nacional ganara el Torneo Intermedio contra Wanderers.
Además, Burián no se despegó de lo que están sufriendo varios futbolistas debido a la pandemia mundial por coronavirus: el desarraigo.
“Necesito también ver a mis hijos y a mi señora, que están en Uruguay. Desde agosto del año pasado que no voy a mi casa, así que extraño un poco y necesito descansar un poquito”, sostuvo luego del triunfo ante Independiente del lunes pasado que los clasificó a esta final inolvidable ante Racing.
El arquero dijo: “Veníamos a ser la Cenicienta de la fiesta, pero dimos un golpe de autoridad y lo merecemos. Con menos presupuesto, con menos jugadores de jerarquía, pero fuimos los mejores. Todo este esfuerzo y sacrificio, de no ver a mis hijos, a mis padres, a mi esposa, hoy se valora mucho. Se lo dedico a ellos y a mi hermano que está allá arriba”.
El futbolista celebró junto al resto de sus compañeros durante un gran rato con la bandera uruguaya, hasta que por un momento la tuvo que dejar de lado por lo que era la algarabía de todo el plantel sabalero.
Fue una noche distinta y con festejo para dejar atrás algunas amarguras. El fútbol, una vez más, dio una revancha y una alegría al Cachorro Burián, quien la buscó durante un gran tiempo y ya es ídolo de muchos niños quienes le escriben por Twitter y le envían dibujos.
Este es solo un ejemplo de la alegría que le ha dado a los niños últimamente con sus atajadas:
Así fue el festejo de todo el plantel luego de conseguir el título:
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