La jugadora Antonella Ferradans era una de las incorporaciones que quería Nacional para su plantel femenino de esta temporada y ella tenía ganas de volver al club que considera su casa. Para cerrar su pase desde Progreso la futbolista hizo un planteo: quería firmar un contrato porque necesitaba ingresos para ella y para su familia. “Vamos a arreglar”, le contestaron y poco después se firmaron los primeros tres contratos profesionales del fútbol femenino uruguayo.
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