Por Analía Pereira e Ignacio Palumbo
El inicio de 2023, fue “muy intenso” en materia de incendios, dijo a El Observador Pablo Benítez, vocero de la Dirección Nacional de Bomberos.
Bomberos comunicó varios incendios registrados en el interior, por ejemplo el que se originó en Algorta, Río Negro, y que se prevé quede extinto al atardecer de este viernes 6 de enero, informó Benítez. A las 13 de este viernes Bomberos trabajaba en otros tres focos en el área metropolitana.
Esta situación al comienzo del año se debe, en primer lugar, a que el riesgo de incendios forestales del país está en niveles “muy altos”, lo que se da por las altas temperaturas y el déficit hídrico que hay en todo el país, lo que ha hecho que Bomberos tenga “mucha actividad” estos días, contó.
“Terminamos el año y empezamos el nuevo con incendios”, relató el vocero.
Los funcionarios del Ministerio del Interior no han tenido descanso: “Todos los días estamos teniendo incendios de campo y forestales, también incendios menores”, señaló el bombero.
Los destacamentos de Bomberos de Montevideo y Canelones son los más activos, ya que “constantemente están trabajando” en incendios de campos, dijo.
El pasado martes 3 hubo cinco incendios únicamente en Canelones, pero ese día “se generaron cerca de 20” en todo el país, mencionó. Incluso “todos los días estamos teniendo hasta más de 20”, pero aclaró que son incendios “chicos” y se controlan más rápido, aunque igualmente les demanda bastante trabajo.
Benítez detalló que Bomberos trabaja contra varios tipos de incendios: estructurales, en vehículos, en barcos y en vegetación son algunos de los que listó. Respecto a este último, es una categoría que se divide en dos: incendios de campo, que se dan en terrenos sin árboles, o incendios forestales, a los que se nombra cuando hay árboles o “un sector de bosque, de monte”.
Algunos incendios de campo se han generado por el uso de maquinaria agrícola, ya que tractores y otras máquinas pueden generar chispas durante su uso (debido al rozamiento contra piedras) o desprender calor, profundizó. Esto, sumado a la situación de déficit hídrico que hay en el país —y que fundamentalmente sufre el campo, en algunas zonas del país con menos del 10% de agua disponible en el suelo— son causantes de incendios.
“La situación es muy difícil y compleja, porque venimos hace mucho tiempo con una situación así —de sequía—; llovió hace unos días pero no cambió mucho. La vegetación está muy seca, el déficit hídrico es muy notorio y con la temperatura que se incrementa, la baja humedad en el ambiente y los vientos, la situación es propicia para que se propaguen incendios muy rápido y parece que va a seguir así”, analizó.
El país necesita “mucha lluvia” para que aumente el nivel de humedad y “pueda cambiar la situación”, destacó.
Esas precipitaciones parecen no venir, este fin de semana estará soleado y algo nuboso en todo el país, informó el Instituto Uruguayo de Meteorología; además, de acuerdo a este organismo, la plataforma AccuWeather y meteorólogos, no se esperan grandes niveles de precipitaciones en la primera quincena de enero.
Benítez recordó que se está prohibido hacer quemas al aire libre y que se debe tener precaución si se va a hacer un fuego para cocinar alimentos: tiene que ser un lugar limpio, que no haya viento ni pasto y quien lo haga debe asegurarse de apagarlo bien, detalló.
Incumplir los reglamentos dispuestos puede resultar en una sanción que implica una multa que va desde las 10 a las 200 Unidades Reajustables (UR; desde $ 15.012,6 hasta $ 300.252).
El Código Penal establece que “quien encienda una llama, poniendo en peligro la seguridad de personas o bienes de los demás, o lesionando esos derechos”, será castigado con penas de 12 meses a 16 años de cárcel. El incendio culpable (por negligencia, imprudencia o incumplimiento de las leyes o reglamentos), en tanto, tiene una pena de seis meses de prisión a seis años de cárcel.
La Dirección Nacional de Bomberos tiene a su disposición dos nuevos elementos en materia tecnológica para trabajar: drones y cámaras inteligentes.
Los primeros son dispositivos que se despliegan en el momento de la emergencia. Un operador en el lugar del incendio “sobrevuela el sector” para proveer a los bomberos de una vista panorámica desde el aire y permitirles observar “cuál es la situación y hacia dónde se propaga”. Esto le permite a los funcionarios “tomar decisiones más acertadas y más rápidas”, destacó Benítez.
En tanto, las cámaras son más bien para el momento previo al combate del fuego, ya que detectan el movimiento de las columnas de humo utilizando inteligencia artificial y automáticamente envían una señal a un centro de monitoreo desde el que se analizan las imágenes y se emite una alerta para los bomberos. Están instaladas en varios puntos altos del país.
🚨 Incendio en La Esmeralda.
— Dirección Nacional de Bomberos de Uruguay (@DNdeBomberosUy) January 3, 2023
• Detección con cámara inteligente.
• El incendio está controlado, se trabaja desde ayer en la tarde, hoy se realizan recorridas. pic.twitter.com/YIpfREQZTX
Mientras que Bomberos cuenta con sus propias cámaras, la Sociedad de Productores Forestales (SPF) instaló otras, conectadas a un centro de monitoreo ubicado en Durazno. Para reforzar el Operativo de Protección Ante Incendios Forestales, la SPF invirtió US$ 3,5 millones en 15 cámaras para monitorear campos forestados en el litoral del país, informó a El Observador el presidente de la gremial, Nelson Ledesma. Además de las cámaras, la SPF cuenta con avionetas que realizan rutas diarias de vigilancia.
A esto se le suma que el cuerpo de Bomberos se incrementó en alrededor de 80 funcionarios nuevos que ingresaron en el último año, además de unos 160 zafrales que trabajarán durante esta temporada, detalló el vocero. Una nueva “tanda” de trabajadores ingresará en febrero, indicó; de esta manera, cada destacamento tiene unos tres o cuatro bomberos por día.
Benítez comentó que se ha profundizado en las capacitaciones del personal, además de simulacros de prácticas para “ir aceitando esos engranajes en ese tipo de de gestión de emergencias”.
A modo de comparación, el funcionario de Bomberos expresó que en el verano de 2022 hubo “más cantidad de incendios de intensidad”, por lo que configuró un escenario “más complejo” que este año.
En ese sentido, al contrastar con los 20 incendios por día que se registraron esta primera semana de 2023, Benítez indicó que —si bien no pudo recordar la fecha puntual— hubo un día en el comienzo del verano de 2022 en el que se registraron más de 100 incendios de campo en un mismo momento, “muchos complicados, que amenazaban viviendas”.
Finalmente, recordó cuáles fueron los dos incendios más importantes del verano anterior: primero el de El Fortín, en Canelones o el que masivo que se dio en Río Negro y Paysandú, que terminó con miles de hectáreas quemadas.
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