La prensa brasileña reveló el martes nuevas alegaciones de corrupción en la negociación y compra de vacunas anticovid, lo que aumenta la presión sobre el gobierno de Jair Bolsonaro y su gestión de la pandemia.
Según el periódico Folha de São Paulo, el jefe de Logística del Ministerio de Salud pidió un soborno de US$ 1 por dosis a un representante de la empresa Davati Medical Supply, que supuestamente negociaba la venta de 400 millones de vacunas de Astrazeneca al gobierno.
El supuesto representante, Luiz Paulo Dominguetti Pereira, aseguró que el arreglo, propuesto en febrero, fue rechazado por su empresa.
Poco después de la publicación de esos alegatos, el Ministerio de Salud informó en un comunicado citado por los medios que el jefe de Logística supuestamente implicado en la tentativa de soborno será removido el miércoles de su cargo.
El laboratorio anglosueco Astrazeneca negó por su lado, en un comunicado citado por el portal G1, usar intermediarios para tratar con gobiernos.
El caso revelado por Folha se suma a otras denuncias de irregularidades investigadas por una comisión parlamentaria (CPI) instalada por el Senado para investigar el fracaso de la respuesta oficial a la pandemia, que ya dejó más de medio millón de muertos en Brasil.
Es una "denuncia fuerte. Vamos a convocar al señor Luiz Paulo Dominguetti Pereira para declarar ante la comisión el próximo viernes", tuiteó el senador Omar Aziz, presidente de la CPI.
Otro funcionario del Ministerio de Salud afirmó la semana pasada que en marzo detectó posibles irregularidades en el contrato para adquirir la vacuna india Covaxin, del laboratorio Bharat Biotech, a precios muy elevados, y que trasladó la preocupación al propio Bolsonaro. Este caso se dio en llamar Covaxingate.
Agregó que Bolsonaro le aseguró que comunicaría esas sospechas a la Policía Federal, algo que aparentemente nunca hizo.
La oposición convocó protestas el miércoles y el sábado, para reclamar un impeachment del jefe de Estado. Y el lunes, tres senadores brasileños presentaron una demanda ante la corte suprema para que se investigue si el presidente Jair Bolsonaro cometió crimen de "prevaricación" al no denunciar sospechas de corrupción en la compra de vacunas contra el covid.
Según el congresista Luis Miranda, en la reunión del 20 de marzo, Bolsonaro expresó preocupación por el impacto político del caso y su sospecha sobre el autor del esquema.
"'Si interfiero con esto, sabés qué tipo de mierda va a provocar. Este debe ser un trato de Fulano de Tal'", contó el diputado Miranda.
Presionado por los senadores para identificar a "Fulano de Tal", el congresista insistió en que no lo recordaba, hasta que, al borde de las lágrimas, acabó por revelar el nombre: Ricardo Barros, un poderoso diputado que encabeza la bancada progubernamental.
"Me van a perseguir. Ya lo perdí todo. Sé lo que me va a pasar", dijo Miranda, quien había llegado a la sesión con chaleco antibalas.
El Ministerio de Salud anunció este martes que por ahora no detectó irregularidades en el contrato de las vacunas indias, por las cuales hasta el momento no se efectuaron entregas ni pagos. Pero que de todos modos decidió suspenderlo, mientras investiga las sospechas.
AFP
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