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El pase de Laquintana de Peñarol a Bragantino: un negocio de particulares en el que el club recibe la menor parte
Ignacio Laquintana ya es jugador de Bragantino. En la noche de este lunes, llegaron a un acuerdo entre los abogados del club brasileño y los de Peñarol, para que finalmente el pase se pudiera hacer, como informó Referí.
El futbolista fue presentado este martes en el club en el que será compañero del uruguayo Thiago Borbas.
Peñarol percibirá más del doble de lo que debía recibir, de acuerdo a lo que estaba estipulado en el contrato.
La operación se hizo por US$ 3.000.000, pero Peñarol recibe solamente US$ 750.000.
¿A dónde van a parar los US$ 2.250.000 que generó el pase de Laquintana?
El club aurinegro tenía un 25%, mientras el 75% pertenecía a un grupo inversor.
Defensor Sporting, el club en el que desarrolló toda su formación desde Paysandú, no tiene ningún porcentaje de su ficha. En 2021 se desprendió del jugador.
"Solo nos toca derechos de formación que rondarán un 3% del total del pase, pero que puede variar hacia abajo o hacia arriba con la cantidad de años que jugó. En el club, estamos haciendo los cálculos", comentó a Referí, el presidente violeta, Alberto Ward.
Los números de la operación
Peñarol tuvo varias idas y vueltas en el tema del pase de Laquintana a Bragantino.
Como informó este domingo Referí, el futbolista ya sabía que el clásico era su último encuentro con la camiseta carbonera, y este domingo de mañana temprano viajó hacia Brasil para firmar contrato con Red Bull Bragantino por cinco años.
Más allá de esto, el presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, no ocultó su molestia por este viaje de Laquintana al fútbol brasileño.
"Viajó sin autorización de Peñarol a San Pablo, a influjos de su representante (Marcelo Tejera)", dijo el titular carbonero en el programa Punto Penal de canal 10.
También Marcelo Tejera, el representante de Laquintana, hizo sus descargos en dicho programa.
"Hace 20 días hablé con el vicepresidente de Peñarol (Eduardo Zaidensztat) para intentar que el futbolista se quedara hasta agosto mejorando su sueldo y que fuera decente (cuando terminaba su contrato), y le dije: 'Contestá rápido', y la respuesta llegó después de la oferta de Bragantino", sostuvo.
Según informa este martes La Oral Deportiva, respecto a este tema, en enero "(el secretario general) Evaristo González propuso al consejo directivo entablar negociaciones con Marcelo Tejera (representante de Laquintana) para renovar el contrato del futbolista, que culminaba el 31 de agosto de este año. El presidente Ignacio Ruglio prefirió dejar que pasara el verano y atacar el tema más adelante".
Pero pese a la charla de Tejera con Zaidensztat, no hubo un aumento de sueldo como pretendía.
Cuando llegó la oferta de Bragantino, finalmente el futbolista fue informado por su representante y el domingo temprano a la mañana, viajó a San Pablo.
"Con la situación decidida el departamento jurídico de Peñarol se puso a estudiar el contrato de Laquintana y allí se percató de algo muy negativo para sus intereses: se dio cuenta de que la redacción del documento no estipulaba que la cláusula de rescisión (US$ 1.25 millones) debía ser pagada a la institución, por lo que solo le correspondería el 25% de este monto, que era la parte que le pertenecía de la ficha. ¿Y a quién iría el resto de ese monto entonces? A los propietarios del 75% de la ficha del futbolista. Es entonces que la institución uruguaya jugó su carta", expresa La Oral Deportiva.
En ese caso, Peñarol hubiera percibido solamente US$ 312.500.
Referí informó este lunes que Peñarol envió pasado el mediodía un documento a Red Bull Bragantino advirtiéndolo que en caso de llegar a un acuerdo con Laquintana, se exponía a una sanción de FIFA.
Según el informe, "esto generó una comunicación telefónica entre Tejera, Ruglio y Zaidensztat en la cual hubo recriminaciones y gritos, lo cual dejó muy deteriorada la relación entre las principales autoridades de Peñarol y el empresario, que fue el mismo que llevó a Laquintana a Peñarol en situaciones muy similares a las que lo sacó".
Los abogados aurinegros entendían que Red Bull Bragantino tomó parte en la decisión de Laquintana de viajar a Brasil, pese a que tenía contrato hasta el 25 de agosto con Peñarol.
Además, como había dicho Ruglio, el jugador viajó sin autorización del club y de su lugar de trabajo pese a que aún tiene contrato.
Debido a estos dos puntos, fue que Bragantino se puso a negociar durante la tarde de este lunes con los aurinegros.
Pasando raya, Peñarol se quedó US$ 750.000 por el delantero y el resto, US$ 2.250.000, se lo embolsó un grupo inversor que tenía el 75% de la ficha.
Esta operación se hizo pese a que la FIFA prohíbe terminantemente que terceros implicados en una transferencia de club a club, tengan participación en ingresos por una venta de un futbolista.
El único porcentaje que se puede pagar por fuera del jugador y del club o clubes que venden en una transferencia es el 10% que corresponde al intermediario.
