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El uno por uno de Rentistas-Nacional: Rolín se metió en el bolsillo a Bergessio
El equipo de Alejandro Cappuccio tuvo puntos individuales muy altos en defensa y en el mediocampo dando siempre una imagen colectiva de solidez. El bicho colorado se paró con aplomo y personalidad a jugar la final y la terminó ganando sin sobrarle méritos en ofensiva pero redondeando un partido perfecto en la faz defensiva.
RENTISTAS
Yonatan Irrazábal 7: Dos imponentes atajadas en el primer tiempo en el único tramo del partido donde el equipo se vio superado por Nacional. Una al Chory Castro y otra a Bergessio. En el segundo tiempo tuvo una salida en falso (cabezazo desviado de Paulo Vinicius) pero antes y después siempre estuvo seguro en los centros que intentó Nacional. Tenazas.
Andrés Rodales 7: Muy buen partido en defensa ya que terminó dominando al Chory Castro e importante para darle salida y proyección ofensiva con los apoyos de Matías Abisab. Metió un notable centro para el gol del triunfo. Muro.
Alexis Rolín 10: Jugó tal vez uno de los mejores partidos de su carrera. Ganó absolutamente todo. Por arriba y por abajo. Tuvo un timing perfecto para ir a las pelotas divididas, ganó todos los duelos individuales contra Bergessio al que borró de la cancha y además fue muy criterioso para saber cuándo salir jugando -y lo hizo siempre en forma perfecta- y cuándo reventar la pelota. Van Dijk.
Maximiliano Falcón 8: Fue el mejor zaguero del campeonato. Una velocidad sin igual entre el resto de los defensores uruguayos, una mentalidad ganadora y valiente para conducir la pelota y romper las líneas que no podían romper los volantes. Ganó por veloz sus duelos individuales, llegó primero siempre a los cierres y cuando tuvo que hacer el trabajo sucio de despejar en el área lo hizo en forma eficaz. Enorme figura de Rentistas. Correcaminos.
Mathías Abero 5: Correcto partido. Firme en defensa, nunca se vio desbordado por Trezza. No arriesgó en ataque y con amarilla cometió un par de faltas que llevaron al entrenador a sacarlo. Solidez.
Ramiro Cristóbal 7: Jugó de volante tapón barriéndole la espalda a Villalba y a Abisab con gran solvencia. Ganó muchos duelos aéreos y siempre tuvo a raya a Santiago Rodríguez. A su marca y recuperación le sumó entregas precisas con la pelota. Relojito.
Santiago Romero 5: Jugó de falso puntero derecho como uno de los agentes de contención del equipo. Durante los primeros 35' de juego cumplió con eficacia, pero en los 10' finales Cougo se le fue al fondo y mandó un centro peligroso y además Castro condujo a sus espaldas. Salió sentido en el complemento. Carácter.
Matías Abisab 7: Cumplió con gran aplicación la tarea que le fue encomendada: presionar la salida de Felipe Carballo a lo largo de todo el partido. Carballo terminó sentido y sustituido. Él corrió hasta el final y siempre dándole buen destino a la pelota porque es un jugador de gran capacidad técnica. Calibre.
Carlos Villalba 7: Otro que jugó un partido de dientes apretados, con una enorme determinación y carácter. Presionó y agobió a Neves a lo largo de todo el juego impidiéndole manejar el partido. Cortó, marcó y la entregó redonda. Pacman.
Gonzalo Vega 7: En los primeros 60 minutos se dedicó al ejercicio táctico de impedir la subida de Mathías Suárez. A partir del ingreso de Robert Ergas mostró su otra faceta, esa con la que se transformó en un jugador clave de la campaña de Rentistas y en su máximo anotador. Hábil para encarar de la punta al medio, inteligente para aprovechar los espacios con su buena capacidad de pase y letal para definir el partido con un gol de antología. Crack.
Renato César 4: Una media vuelta en el arranque del primer tiempo y poco más. Fue poco habilitado y casi que no entró en juego mientras estuvo en cancha. Bajo.
Robert Ergas 7: "Este juega bien", dijo el presidente de Nacional José Decurnex cuando vio que se aprestaba para entrar a la cancha. Y le cambió la cara ofensiva al equipo. Le bastaron 10 minutos como extremo porque luego debió retroceder al lateral al salir Abero. Tiene manejo de crack y gran capacidad de asistir (el mejor en el rubro en el Torneo Apertura 2020). Una lesión muscular lo tenía al margen y volvió con lo justo a la final siendo clave para darle otro vuelo futbolístico a la propuesta de Rentistas en la final. Mago.
Franco Pérez 5: Es otra de las joyas juveniles que tiene el club. Desniveló en velocidad, pero le falta aún esa serenidad para los momentos cúlmines, como en el gol que erró mano a mano sobre el final teniendo dos opciones de pase al medio. Rayo.
Salomón Rodríguez 5: Le dio otra presencia física al ataque. Más fuerza para pelear el juego directo y más capacidad de pivoteo para ofrecerse al juego asociado. Toro.
Maximiliano Lemos 5: Entró para volver a retomar el tono defensivo del mediocampo, en lugar de Villalba. Cumplió, aunque con alguna falta de más que bien le pudieron valer una amonestación. Todoterreno.
Damián Malrechauffe 6: Entró para jugar el segundo chico del alargue en otro inteligente cambio de Cappuccio porque Nacional había apostado por un doble 9 e incluso con una tercera presencia de área, con Vinicius. Sacó un montón por arriba en solo 18 minutos jugados. Vigencia.
Alejandro Cappuccio 10: Notable campaña, cerebro de la consagración desde la conformación del equipo. Gran demostración de estratega al planificar el juego, se lo notó siempre próximo al equipo durante la ejecución y movió el banco con criterio y siempre a tiempo. Elegido.
NACIONAL
Sergio Rochet 6: Salvó dos jugadas de gol, fue seguro con los pies y cortó bien un par de centros. Correcta actuación, sin fallos.
Mathías Suárez 3: Comprometió al equipo con una expulsión bien decretada. No controló su ímpetu, algo que ya traía desde que arrancó en Defensor Sporting.
Guzmán Corujo 4: Empujó, tuvo algún quite importante pero nunca dio sensación de seguridad con la pelota en los pies. Dio dos pases atrás comprometidos.
Paulo Vinicius 4: Irregular. Combinó momentos de solvencia con otros de zozobra y no influyó en ataque.
Ayrton Cougo 6: Por lejos el mejor de la defensa. En contexto de contragolpe desbarató varias llegadas de Rentistas, se ofreció más que Suárez en ataque aunque a la hora de centrar tuvo claroscuros.
Gabriel Neves 4: Estuvo siempre bajo el control del estricto cerco defensivo en el que lo encerró Rentistas.
Felipe Carballo 5: Se las ingenió más que Neves para filtrarle pelotas a los delanteros e hizo un mayor despliegue físico que le terminó costando abandonar la cancha sentido.
Alfonso Trezza 4: Apresurado para resolver. Nunca encaró a Abero ni explotó su velocidad. Dio una mano de lateral pero también terminó fundido.
Santiago Rodríguez 5: Tuvo muy escaso margen de maniobra por la marca que impuso Rentistas en el medio. Se perdió un gol en el primer tiempo y terminó dominado en sus intentos ofensivos, aunque nunca bajó los brazos.
Gonzalo Castro 5: El más claro en ofensiva. Metió un bombazo que sacó Irrazábal, rompió líneas con su manejo y tuvo otro intento en el arranque del segundo tiempo que pasó al lado del palo. Terminó fundido y con su salida se apagaron las luces de Nacional en ataque.
Gonzalo Bergessio 3: Absolutamente dominado por la zaga rival. Tuvo un gol en el primer tiempo y se lo atajaron. Todos sus demás intentos fueron bloqueados. Se lo vio lento y tosco cada vez que salió del área a combinar juego.
Claudio Yacob 4: Entró mal, falló pases y no le pudo dar consistencia al mediocampo.
Joaquín Trasante 5: Ganas y empuje. Pero escaso aporte en ataque.
Agustín González 4: Entró poco en juego, dio una mano tapando agujeros pero no pudo cambiar el panorama ofensivo. Fue una carta de desesperación de Munúa para no tener que meter a Amaral.
Thiago Vecino 4: Otro que entró con ganas pero al que no le dieron una sola pelota limpia para poder intentar algo.
Mathías Laborda 4: Entró a dar una mano de lateral pero en un momento ya de desorden colectivo del equipo.
Gustavo Munúa 3: Se quedó sin plan B para encarar la final. Le volvió a pasar lo mismo que ante Boston River y Deportivo Maldonado cuando lo presionaron en el medio y le taparon la subida de los laterales. A su falta de herramientas inicial le sumó una actitud muy pasiva y poco clara para manejar los cambios: los durmió tanto que cuando se quiso ya era demasiado tarde.
