Johana Valentina Walter Ferreria,
la niña de nueve años que desapareció en la tarde de este domingo en el barrio de La Pedrera de la capital de ese departamento, fue hallada sin vida por las autoridades. El cuerpo apareció a pocos metros de la vivienda de la menor, en el interior de un monte, debajo de varias piedras, según narraron a
El Observador fuentes cercanas al caso. Su cuerpo estaba en un área que aún no había sido recorrida.
Un oficial de Delitos Complejos de la Jefatura de Policía de Rivera aseguró que el principal sospechoso, quien confesó el delito este mediodía e indicó dónde se localizaba el cadáver, se trata de un vecino de la zona. Se había hecho pasar por el testigo que vio por última vez a Johana, y ahora está detenido y prestando delcaraciones a la Policía y la Fiscalía.
Johana era buscada c
on gran intensidad por un helicóptero del Ministerio del Interior, tres
drones de la
Guardia Republicana, tropas y vehículos de la Brigada de Caballería Nº 1 y del Regimiento de Caballería Nº 3, personal de la brigada de seguridad rural, varios grupos de voluntarios con perros y efectivos de la la Jefatura de Policía.
"Se trata de una zona muy humilde y problemática, colmada de áreas agrestes y muchos bosques", dijo este martes a El Observador el jefe de Policía de Rivera, Wilfredo Rodríguez. En tanto Óscar Borba, director del Departamento de Trata y Tráfico de Personas de la Jefatura de Policía, había señalado que el área donde la niña había sido vista por última vez está "cargada de malezas, en la que además hay muchas calles y accesos de vehículos".