A principio de este mes, el fiscal de Corte, Juan Gómez, le comunicó al fiscal de Violencia de Género Raúl Iglesias que dejaría su cargo para ocupar uno de igual jerarquía en Delitos Sexuales. Era Sylvia Lovesio quien estaba en ese lugar, pero Gómez reconoció en diálogo con radio Universal que ella le pidió el cambio, porque estaba muy conmocionada tras haber visto casos tan difíciles por tantos años. Así, Iglesias, pasó de estar en una fiscalía con 50 casos a una con cerca de 800, según datos proporcionados por Fiscalía a través de un pedido de acceso a la información pública a El Observador en marzo de este año.
Iglesias tiene un perfil opositor dentro de la Fiscalía. Lideraba una corriente alternativa dentro de la Asociación de Fiscales y criticó en reiteradas oportunidades la gestión del exfiscal de Corte Jorge Díaz y ahora la del titular, Juan Gómez.
El cambio le implicó a Iglesias más volumen de trabajo, pero también le abrió la posibilidad de marcar su perfil. Según supo El Observador, aspira a destacarse dentro de la institución.
En estas dos semanas a cargo de la nueva fiscalía, ha dado entrevistas en diversos medios donde marcó su posición sobre los grandes temas de la Fiscalía General de la Nación, como son el presupuesto, la aparente "militancia" de algunos de sus colegas y la posibilidad de un triunvirato para diluir el poder del fiscal general, a lo que adhirió (y que propuesto por el exfiscal Gustavo Zubía en el Parlamento). A veces de forma muy evidente y en otras de forma más elíptica, Iglesias se ha posicionado en la vereda de enfrente a la actual conducción de la Fiscalía, cosa poco habitual entre sus colegas. De hecho, en una entrevista que dio Iglesias en Polémica en el bar (canal 10), se quejó de la poca visibilidad que le ha dado la comunicación institucional de la Fiscalía a uno de sus casos más trascendentes. En el caso de Fanny Aguiar "se llegó a una sentencia histórica, el día antes del Día de la Mujer, ¿sabe qué hizo Fiscalía con esa sentencia? a los cuatro o cinco días, una pequeña nota, ahí está el tema de las prioridades", expuso.
Pero la rencilla interna entre Iglesias y la cúpula dirigencial de la Fiscalía tuvo impacto en un caso concreto. A pocos días de asumir Iglesias, Telenoche (canal 4) informó que pediría la prisión domiciliaria de los tres imputados, cuando la exfiscal había solicitado la prisión, que había sido otorgada en primera instancia y luego ratificada en un tribunal de apelaciones. A propósito de eso y de los 300 casos que el novel fiscal dijo haber archivado, su superior, Gómez debió escuchar reclamos de las partes interesadas.
El abogado de la víctima de la violación en el Cordón, Juan Raúl Williman, dijo el martes de mañana en radio Sarandí que Gómez los había citado a Fiscalía a fin de ver "cómo estaba la víctima". Insistió en que fue Gómez quien convocó a la reunión. El fiscal de Corte dijo a El Observador que él convocó a la reunión porque recibió un llamado de Williman en el que le manifestó su "preocupación" por lo que había anunciado Iglesias y sobre todo cómo lo había hecho, y le comentó que eso a la víctima la había "desestabilizado". Luego, en esa oportunidad, el abogado le presentó un escrito "muy fundado" sobre por qué no entiende de orden la actitud del nuevo fiscal del caso, sostuvo Gómez.
Iglesias dijo a El Observador que esto es totalmente violatorio de su independencia técnica como fiscal y espera que el espectro político tome cartas en el asunto. Según la normativa, los fiscales deben ser completamente independientes de su superior en las causas que les toquen, siempre que actúen conforme a derecho. No corresponde –si es que así hubiera sido– que ningún fiscal de Corte indique a su subordinado qué hacer sobre un caso concreto. A su vez, aseguró que Gómez no lo citó a ninguna reunión por este caso ni por el archivo de las denuncias. Sobre esto último, el jerarca aseguró en Subrayado (canal 10) que pidió un informe al Departamento de Políticas Públicas para que tener más detalles sobre el tema.
Gómez expresó a El Observador: "Diga a quien quiera oír que la independencia técnica tiene una valla: la Constitución". En ese sentido, aclaró que no se inmiscuyó en el caso concreto, ya que eso significaría dictarle al fiscal Iglesias qué hacer, y simplemente no lo hizo. A su vez, manifestó que su rol es recibir a quienes quieran iniciar una investigación interna y hacerlo (como ocurrió también en la Operación Océano). La ley orgánica de la Fiscalía indica: "Los fiscales gozarán de independencia técnica en el ejercicio de sus funciones, la que consiste en el derecho a no recibir órdenes ni recomendaciones de parte de ningún jerarca de la institución ni autoridad ajena a la misma, para proceder de una determinada manera en cada caso concreto".
El ex fiscal de Corte Jorge Díaz, mientras tanto, también se expresó en redes sociales con un mensaje en alusión a Iglesias, aunque sin nombrarlo. “Para sacar agua de un aljibe se utiliza un balde unido a una cadena. Esta se desliza por una roldana ubicada en el arco superior del aljibe y facilita subir al brocal el balde lleno. Parece que alguno decidió que ya que se le fue el balde, se le vaya la cadena”, escribió.
Por otra parte, Williman presentó un escrito en el que reporta que Iglesias dijo primero a la prensa la medida a tomar antes de informar a la víctima, "revictimizándola". Si bien dijo en Sarandí que la denuncia no iba sobre el fondo del asunto –es decir, la decisión de pedir la prisión domiciliaria–, en el escrito que presentó, y al que accedió El Observador, lo hace. Argumenta que la Ley de Urgente Consideración obliga a los fiscales a pedir la prisión preventiva siempre que pidan que se formalice una investigación por abuso sexual agravado.
Como informó El Observador, el tribunal de apelaciones que ratificó la prisión preventiva tuvo como uno de los elementos claves para hacerlo los audios difundidos en el programa de Ignacio Álvarez, más allá del hecho por el que se los imputó. Iglesias argumentó que los riesgos procesales han cambiado y que la prisión, según el Código del Proceso Penal, es una medida "de última ratio", que no es necesario implementar en este momento y que perfectamente podría suplirse con una prisión domiciliaria, dado que los presuntos agresores residen en Artigas y la víctima en Montevideo. Esto, de todas formas, debe someterse a la evaluación de un juez.
La fiscalía ha sufrido algunos embates en los últimos tiempos relacionados al proceder de las fiscales de delitos sexuales, especialmente Darviña Viera, por la Operación Océano, y Mariana Alfaro, por haber pedido allanar la radio Azul FM, donde se difundieron audios privados sin consentimiento sobre el caso de la violación en el Cordón. En ambos casos, Gómez se paró en un lugar conciliador, desde el que afirmó que la fiscalía siempre actúa de buena fe y que si bien en algunos casos pudo haber algún error, eso no parte de ninguna animosidad de las funcionarias, sino de alguna desinteligencia de la que cualquiera puede ser víctima.
Consultado sobre por qué no había tomado una posición similar con Iglesias, señaló: "De la fiscal Viera no voy a hablar porque está afectada por un problema de salud. De la doctora Alfaro reconozco su hidalgía, su honestidad intelectual de decir 'yo me equivoqué'. Entonces es distinto. Yo no quiero discutir con nadie que esté bajo mi superintendencia técnica. Esa no ha sido la actitud del Dr. Iglesias, pero yo no voy a confrontar con nadie".