Frente Amplio logró “un considerable éxito mediático” con el caso Astesiano, según Sanguinetti

“Si no fuera porque el involucrado fue jefe de custodia del presidente, no habría salido de la página policial”, aseguró el expresidente.

Según argumentó en su columna semanal Correo de los Viernes, se trata de “una banda de coimeros” que se dedicaron, “desde el gobierno anterior, a facilitar pasaportes a ciudadanos rusos”. Esto “ya se ha comprobado”, señaló, y se refirió al cónsul uruguayo en Moscú (que actuó entre 2013 y 2018) que fue imputado por 14 delitos de fraude.

“Instalado este gobierno, esa banda sumó al jefe de la custodia presidencial, para beneficiarse de la supuesta influencia de este personaje”, escribió Sanguinetti.

Así, esgrimió que la “circunstancia” de que el propio presidente Luis Lacalle Pou “fuera el primer gran sorprendido" muestra, según dijo, "hasta qué punto" el país "posee una institucionalidad administrativa atenida estrictamente a las normas legales”. En tal sentido, Uruguay está “lejos” de caer en una crisis institucional, “como disparatadamente dicen voceros frentistas”, arremetió el secretario del PC.

“Estamos ante lo contrario. Ante instituciones que funcionan, pese a la generación de un peligroso clima de escándalo que intente condicionar la independencia de criterio de la fiscal actuante”, expresó Sanguinetti sobre Gabriela Fossati. A su juicio, ella ha trabajado hasta el momento “con mucha seriedad”, aunque acotó que si bien ha sido oportuna en algunas necesarias aclaraciones, ha usado algo de más el famoso ‘twitter’.

Así, instó a “dejar de presionar” a Fossati en su labor ante este caso.

Volviendo a Astesiano en sí, Sanguinetti indicó que fue un “pecado original” la designación del excustodio, lo cual “no lo niega ni el propio” Lacalle Pou. No obstante, “aquí no se está ante un caso de corrupción del gobierno”, ratificó y añadió: “No confundamos las cosas”.

“Aquí no hay ningún ministro o jerarca del gobierno complicado en la situación irregular”, señaló el expresidente.

Sin embargo, el pasado martes 6, renunció el subdirector de la Policía Nacional, Héctor Ferreira; él, junto a otros jerarcas de confianza del Ministerio del Interior, es un indagado en esta causa.

Finalmente, insistió en dejar que la fiscal haga su trabajo y enfatizó: “La democracia uruguaya es otra cosa. No nos contagiemos de los malos ejemplos cercanos”.