Hay que seguir trabajando en volumen y mercados para la carne

El presidente del Frigorífico San Jacinto, Gastón Scayola, planteó la necesidad de trabajar con mayor volumen en la producción de carne ovina y seguir haciéndolo en los mercados, tanto a nivel de habilitación sanitaria como de reducción de aranceles. Y también en el ámbito de la competitividad, donde hay muchos deberes internos para realizar.

Durante su intervención en el seminario El negocio ovino, desarrollado el martes pasado en la sede del LATU, el industrial subrayó entre los objetivos la necesidad de mejorar los precios que se obtienen en los mercados, como también la desestacionalización de la producción y el mayor volumen de la oferta.

Explicó que el rubro ovino requiere una infraestructura importante y que, en general desde el punto de vista industrial, hay que trabajar junto con el vacuno, que es lo que permite darle volumen a la planta para absorber los costos productivos, pero hay que evitar que se concentre peligrosamente toda la oferta de los dos rubros entre octubre y diciembre.

Scayola remarcó especialmente como líneas de trabajo de mejores precios, competitividad y mayor volumen, fundamentado en la necesidad de tener un producto de calidad, con certificaciones y una cadena que siga trabajando en forma integrada como lo ha hecho hasta ahora.

El empresario resaltó que esperando la apertura del mercado para la carne con hueso hay muchas puertas que están entreabiertas en EEUU, que todos sabemos que se ha avanzado bastante y que se está casi en condiciones de ser habilitados. Eso nos va a permitir ingresar con carne con hueso, y posteriormente entrar a México, que también está revisando su acuerdo de libre comercio en el Nafta. También otra novedad es la expectativa que se ha generado en las negociaciones de un TLC del Mercosur con la Unión Europea (UE).

Estamos en un momento de transición y esperamos que podamos disponer de esos mercados en 2018.

El industrial explicó que en China hay que trabajar a nivel arancelario, en Brasil se opera adecuadamente, en Europa hay una actividad muy acotada y en EEUU se entra con aranceles muy bajos.

Al ser consultado sobre la posibilidad de lograr sobreprecios para el productor por la carne que se genera en animales que surgen del compartimento ovino, comentó que hace meses se viene luchando en procura de la habilitación del mercado de EEUU para carne ovina con hueso.

Scayola manifestó que realmente Uruguay ha estado muchos años lejos de los mercados ovinos con hueso, como lo han hecho EEUU y Europa.

Lo primero que tendremos que hacer es ganar el tiempo perdido durante más de 15 años, cuyos espacios lo han conquistado otros países como Australia y Nueva Zelanda.

"Tenemos que hacer una reconquista de los mercados", impulsando algunos diferenciales de Uruguay, por lo que "resulta muy difícil hablar de precios cuando no estamos todavía operando en un mercado", sostuvo el presidente de Frigorífico San Jacinto, Gastón Scayola, ante una pregunta del auditorio en el LATU. Opinó que habrá que entrar a EEUU con hueso con algún diferencial como el cordero certificado Never Ever. "Tenemos que ir con herramientas distintas a ese mercado con un producto que sea definido como tops del Uruguay", opinó.

El mercado de la lana hoy no está traccionado desde la demanda, sino "desde abajo hacia arriba", en alusión a la oferta, tratando de generar la necesidad de comprar lana. Para ello es importante que sea más dinámico lo que se haga en innovación, desarrollo y promoción de la fibra para después tener un mercado más activo, destacó el representante de Tops Fray Marcos, Facundo Ruvira.

El industrial consideró que la principal innovación y desarrollo está ocurriendo en las lanas finas, donde los principales fondos para financiar campañas de lanas provienen de Australia. En segundo lugar son de una gran versatilidad y de alguna manera esa generación de un nuevo mercado está muy focalizado en las lanas finas.

Ruvira sostuvo que la tendencia hacia las lanas finas es una realidad y es muy fuerte. También hay firme demanda por lanas certificadas con grifa verde, pero además con certificación de los procesos, que deben ser sustentables y teniendo en cuenta el bienestar animal.

El experto sostuvo que a su vez el desafío para las lanas uruguayas mayores a 28 micras (gruesas) es darle su nicho, porque lo habrá para las de ese micronaje de buena calidad.

Por otra parte, las lanas para vestimenta tienen dos segmentos para las finuras, las menores a 23 micras, que son aportadas básicamente por las lanas Merino en el mundo, también Ideal y Merilín –que Uruguay posee– y el resto en lanas de 24 a 28 micras para algunos productos alternativos, como tejidos de punto.

Este segmento es el que hoy está más activo y es el que sufrió la mayor caída de la producción, lo cual sustenta de alguna manera el nivel de precios que tiene hoy el mercado.