El control policial en la llegada de los hinchas de Peñarol y Nacional al Estadio Centenario fue intenso.
Tanto mujeres como hombres fueron chequeados por el personal de seguridad. Las personas debieron abrir sus mochilas, bolsos y carteras antes de ingresar al Centenario.
Guardias con cámaras y camionetas de la policía Repúblicana circularon alrededor del estadio en un operativo que movió a 1.000 efectivos policiales.
Antes fue todo alegría y bullicio de los hinchas que llegan cada uno por los sectores que les correspondían según a que equipo fueron a alentar. Los de Nacional por 8 de Octubre, Garibaldi, Centenario, Ricaldoni, Federico Vidiella y Albo, y los de Peñarol por las calles Las Heras, Cataluña, Benzano, Quintela y Atilio Narancio.
El operativo para prevenir hechos de violencia del Ministerio del Interior comenzó a la hora 16.
Se podía llevar termo y mate, radio con pilas chicas, bombos, tambores o redoblantes con lonja transparente, banderas de hasta 2x1 metros (el caño deberá ser de plástico flexible de un centímetro de diámetro y no podrán adherirse entre sí para formar una más grande) y en caso de lluvia, paraguas sin punta.
Por recomendación de Bomberos no se permitió ingresar con papel picado, rollos de papel, bengalas ni humos.
El clásico por la final del Torneo Clausura volvió a tener una gran fiesta en las tribunas, dónde los hinchas de Peñarol y Nacional además del aliento pusieron hicieron un gran despliegue para recibir a sus equipos.
Los carboneros, que fueron locales, lanzaron muchos fuegos artificiales, primero de color verde y rojo, y luego con cañitas voladoras. Además, hubo banderas verticales y paraguas.
En la Colombes, los bolsos encendieron bengalas rojas y en el sector tricolor de la Olímpica bajaron bandas con los colores y el escudo del club.
El ingreso de banderas al Centenario no tuvo inconvenientes, según indicaron desde el Ministerio del Interior. Solo no se permitió el ingreso de algunos trapos por no tener los tamaños permitidos.
Banderas u objetos para provocar a la hinchada rival, en el comienzo del partido no se vieron.
El clásico comenzó con pronóstico de lluvia y en la previa se vieron nubes amenazantes. Cuando el juego arrancó se asomo la luna por la Olímpica y se vieron rayos y relámpagos detrás de la Ámsterdam.
La final del Clausura tuvo el histórico debut del VAR en el Campeonato Uruguayo y en la primera revisión que le comunicaron al juez Andrés Matonte, lo que demoró la reposición de Thiago Cardozo, la primera reacción de todo el estadio fue unánime: silbidos.
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