Fútbol > PULSEADA EN LA AUF
La pelea de los chicos por torcer la historia de un fútbol dominado por los grandes
La pelea es tan vieja como el fútbol. El poder de Nacional y Peñarol, quienes tienen el control del fútbol uruguayo y contrasta con el papel secundario de los clubes chicos, vuelve a la superficie y se expresa con un enfrentamiento que tiene a Defensor Sporting llevando la bandera de un grupo de clubes que intenta generar cambios.
Tras los reclamos de los violetas por la postergación de los partidos de Nacional y Peñarol del fin de semana pasado, y la amenaza de retirarse de los torneos, los neutrales analizaron el tema y la opción de licuar el poder de los grandes en la Mesa Ejecutiva con la incorporación de dos miembros más (pasar de cinco a siete), fue descartada porque no está contemplada en los reglamentos.
Lo que en la AUF entendían era un camino intermedio para salvar la crisis política y zurcir las diferencias planteadas por un grupo de clubes, dejó de ser la solución al problema.
La propuesta del neutral Jorge Casales fue elevada a los abogados de la AUF para estudiar si estaba comprendida en los reglamentos y podían avanzar, pero se encontraron con que no es posible formar un cuerpo con más de cinco miembros y deben mantener la estructura que funciona ahora. Para ejecutar el plan que tenían en vista, deben cambiar el reglamento, lo que llevará un tiempo y debe ser aprobado por el Congreso.
Finalmente descartaron la opción. El Campeonato Uruguayo 2020, que finalizará en febrero 2021, mantendrá a cinco miembros en el órgano que resuelve sobre el torneo de Primera, fija partidos y toma todas las decisiones: uno de Nacional (Aldo Gioia), uno de Peñarol (Jorge Campomar) y Ernesto Vergara (presidente de la Mesa, ex dirigente de Cerro), Emilio Fernández (Plaza Colonia) y José Ramos (Boston River).
Frente a esto el problema sigue planteado tras la última decisión (3 votos contra 2 para postergar los partidos de los grandes con los votos de Nacional, Peñarol y Ramos), y los clubes chicos no están conformes.
Sin salida inmediata, y con la presión de los clubes chicos, la alternativa de los neutrales pasa por generar un ámbito de negociación para establecer los cambios para 2021. Para el próximo año podrán conformar una Mesa con siete miembros y limitar el poder de decisión de los grandes.
Defensor Sporting espera la comunicación de la AUF para zanjar el diferendo y a partir de esa propuesta, el próximo lunes se reunirán los 10 clubes de Primera para decidir cómo continuarán con su lucha.
Este fin de semana, Defensor Sporting se presentará a jugar ante Peñarol por la segunda fecha del Intermedio, confirmó a Referí el vicepresidente del club, Andrés Fleurquin y dijo que luego analizarán el tema con quienes se embarcaron en este reclamo.
Los 10 clubes que participaron el lunes en la reunión e impulsan cambios fueron Cerro Largo, Liverpool, Progreso, Cerro, Rentistas, Wanderers, River Plate, Fénix, Danubio y el anfitrión Defensor Sporting.
No integran ese grupo los clubes grandes, Nacional, Peñarol, los que están dirigidos por SAD de capitales europeos, City Torque y Deportivo Maldonado, Boston River, que ganó un protagonismo y espacio de decisión en los cargos importantes en la AUF (Colegio de Árbitros y Mesa Ejecutiva) y Plaza. Los colonienses habían participado en otras instancias en reuniones de este grupo de clubes, y no descartan volver si entienden que deben acompañar la lucha que plantean.
Boston River tiene a un representante en la Mesa Ejecutiva y fue el que torció la votación sobre la postergación de los partidos de la última semana a favor de los grandes.
Una vieja disputa
El control de Nacional y Peñarol en el fútbol uruguayo es histórico, y se trasladó a los resultados deportivos desde los orígenes de la AUF. Se acentuó desde 1932 con el profesionalismo.
Los grandes tienen privilegios en el cuerpo de neutrales de la AUF y en la Mesa Ejecutiva de Primera con un representante cada uno en cada órgano. Eduardo Ache y Gioia por Nacional y Gastón Tealdi y Campomar por Peñarol. También tienen miembros en todos los tribunales y comisiones.
Ese control nació de la superioridad deportiva y popularidad, que se ve reflejada en todos los aspectos, caudal de socios, ingresos económicos y difusión en los medios.
En el profesionalismo, entre 1932 y 1975 Nacional y Peñarol se alternaron los títulos en el Uruguayo. Desde entonces los clubes chicos ganaron 11 campeonatos y los grandes 33.
A partir de los éxitos que se registraron en las últimas cuatro décadas, los equipos chicos pretendieron ganar protagonismo, pero siempre terminaron a la sombra de los grandes.
No obstante, el presidente de la AUF fue, salvo en cinco ocasiones, representante de un equipo chico.
El único período en el que Nacional y Peñarol no tuvieron representación en el gobierno del fútbol uruguayo fue bajo la gestión de Sebastián Bauzá (2010-2014), cuando quitó la cuota política que entendían debían tener en el ejecutivo y gobernó sin los grandes. Ese escenario, finalmente lo dejó endeble y derivó en su renuncia a la Asociación en marzo de 2014.
Aunque los grandes no tuvieron representación en ese ejecutivo, mantuvieron el control en los demás estamentos de la AUF.
¿Cómo se ganan espacios los chicos?
El ejecutivo planteará a los clubes chicos formar una comisión para trabajar sobre la reforma reglamentaria que resolverá la conformación de la Mesa Ejecutiva a partir de 2021.
El próximo año se podrá nombrar una Mesa Ejecutiva con siete miembros y diluir el poder de decisión de los grandes.
Desde la AUF explicaron que en 2018 los clubes se perdieron la oportunidad de tener el control cuando no votaron un anexo a través del cual designaban los miembros de la Mesa Ejecutiva. Por tanto, las decisiones continuaron en poder de los neutrales.
Por otra parte, en los últimos 20 años, los grandes comenzaron a perder poder frente a los chicos.
En ingresos económicos por derechos de TV, cuando firmaron el primer contrato, Nacional y Peñarol se llevaban el 60% del contrato. Al final del acuerdo con Tenfield, que termina en 2025, tendrán menos del 40% de la torta y un 60% será para los clubes chicos.
La empresa contempla la pérdida económica que tuvieron los grandes con pagos por fuera del contrato, pero no forman parte del acuerdo sobre el que podrán abordar para una renovación. Son complementos, y un espacio que los chicos ganaron que no están dispuestos a ceder nuevamente a los grandes.
También está en la mesa la Liga Profesional, contemplada en el nuevo estatuto votado en 2018.
Este espacio les da independencia a los clubes profesionales. Por esa razón, ya hicieron una movida, bajo la estructura de Liga Profesional, y elevaron los estatutos de la misma al Ministerio de Educación y Cultura (MEC) sin pasar por la AUF.
El MEC devolvió el documento a la AUF como representante del fútbol, y los neutrales lo enviaron con agregados. Esperan la devolución del MEC.
A todo esto, en la disputa de poder, Nacional y Peñarol se alinearon, formaron un frente común y defienden juntos sus intereses. Juntos pusieron a Ignacio Alonso en la presidencia de la AUF y participan en las grandes decisiones de la AUF. La rivalidad es un asunto que dejaron reservado exclusivamente para el perímetro de la cancha de fútbol. Fuera son socios.
Ahora, los clubes chicos evalúan cómo dan vuelta la tendencia histórica. ¿Con acuerdos o con peleas? En la Mesa la AUF propone acuerdo. En la interna de los clubes proponen pelea, con la decisión de retirarse del torneo.
Lo que asumen en la AUF es que si quieren cambios, deben ser a futuro, a mediano y largo plazo, que incluya modernización de las estructuras, reorganización deportiva de los clubes chicos, triunfos y dirigentes que generen cambios en el fútbol uruguayo.
