El evento que marca al mismo tiempo el final y el principio del año cinematográfico está ante nosotros: los Premios Oscar serán discutibles, criticables y cuestionables, pero siguen teniendo relevancia, haciendo que, mal que bien, se hable de cine, y despertando debates, conversaciones y comentarios. Además, sigue siendo el logro que aparece en los títulos de los obituarios cuando aquellas figuras que poseen al menos una estatuilla de estas pasan a mejor vida.
Los premios se celebran este domingo en Los Ángeles y la grilla de nominadas tiene dos particularidades: por un lado, la lista de diez candidatas al premio principal, el de Mejor película, es una de las selecciones más sólidas y potentes en mucho tiempo.
Por otro, y aunque no esté entre las contendientes a la principal estatuilla, los uruguayos miran con particular atención esta edición, dada la presencia de La sociedad de la nieve. Si bien la película sobre la Tragedia de los Andes compite representando a España en Mejor película internacional, el hecho de que cuente una historia uruguaya y tenga elenco y equipo local, hace que el público se haya embanderado con ella como si fuera completamente oriental.
Aunque los pronósticos de los expertos, los números de las casas de apuestas y la objetividad pura indiquen que La sociedad de la nieve se irá del Teatro Dolby con las manos vacías, sus nominaciones y presencia en la ceremonia han sido razón suficiente para que este año haya un poco más de anticipación con respecto a los premios más prestigiosos de Hollywood.
Y eso es una suerte, porque como fue mencionado, el cargamento de competidoras de este año es particularmente poderoso, con películas como Los asesinos de la luna, Pobres criaturas, Anatomía de una caída, Los que se quedan y Zona de interés. A todas ellas les cabe la etiqueta de “excelentes”, además de ofrecer experiencias y visiones diferentes, que ilustran en parte el cambio de perfil que gradualmente han buscado y tenido los Oscar, al ampliar y diversificar su cuerpo votante de un tiempo a esta parte.
A ese grupo se pueden sumar películas que, lejos de ameritar la calificación de cinco estrellas, son buenas acompañantes y una presencia de un cine de más bajo perfil, dirigidas por debutantes que reciben la más cálida de las bienvenidas por parte del establishment: Vidas pasadas y American Fiction.
De todas formas, las viejas y queridas “películas de Oscar” siguen estando ahí: Maestro, y Oppenheimer, que todo indica se va a llevar el premio mayor.
La película de Christopher Nolan ocupa además un rol bastante particular. No solo llega como la favorita y la más nominada a la ceremonia de este domingo, sino que además fue una de las películas más taquilleras del año pasado, y se convirtió en todo un fenómeno, gracias a su peculiar emparejamiento con otra de las nominadas, Barbie.
La comedia sobre la famosa muñeca se fue quedando sin combustible en la campaña electoral que son los Oscar, pero la fuerza de su taquilla y sus méritos cinematográficos (que los tiene), hace que también se haya colado en esta lista. Además, su popularidad también le sirve a la Academia para enganchar espectadores en su esquiva búsqueda de rating, uno de sus quebraderos de cabeza en esta era de streaming y atención fragmentada.
Barbie fue, además, la protagonista de las habituales polémicas previas a la ceremonia que llegan cuando se anuncian los nominados: en particular, la ausencia de su protagonista, Margot Robbie, de la lista de candidatas a Mejor actriz, y de su directora Greta Gerwig en su respectiva categoría, dispararon una ola de quejas y protestas que incluyeron a Ryan Gosling, coprotagonista de la película y que sí estuvo nominado como Mejor actor de reparto.
"Decir que estoy decepcionado de que no estén nominadas en sus respectivas categorías sería quedarse corto", afirmó el actor en un comunicado lanzado luego de que se revelaran las listas de candidatos a cada uno de los 23 premios.
En resumen, con esta alineación queda planteado un panorama bien diverso de candidatas, que resumen a unos premios que cada vez más miran por fuera de Estados Unidos –algo digno de celebración, ya que si bien la mayoría de las películas que consumimos llegan desde ese país, Hollywood no es “el cine”– y a voces más jóvenes, distintas o arriesgadas.
Con ese panorama llegan los Oscar, discutibles, criticables y cuestionables, pero que este año hacen fuerza para que los amantes del cine les presten bastante más atención.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá