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La reconstrucción del campeón
Eduardo Acevedo pasó por la tormenta. Debió tolerar algún que otro grito de la platea. Respondió cuando fue necesario. Eran tiempos donde el equipo no ganaba. Y el clima no era el adecuado. Lógico, como en todo equipo donde no se consiguen los resultados.
Pero el entrenador fue rearmando el cuadro. Lentamente llegaron los resultados. Y la viola retomó el camino.
Movió piezas, modificó sistemas y encontró un equipo, pero sobre todo, una estructura adecuada.
Si de algo se podía jactar Eduardo Acevedo, técnico Defensor Sporting, es que tenía una columna vertebral sólida, armada con un gran sentido de pertenencia. Un vestuario compacto, manejado por hombres que pasaron por el club y trasmiten lo que es representar la camiseta.
Defensor ganó el Apertura. Allí la figura de Maxi Gómez sobresalió del resto. Por rendimiento, por condiciones físicas. El fútbol uruguayo estuvo en presencia de un toro que topaba contra todo. Un jugador que aprendió a colocar el cuerpo, vivo, capaz de hacer entrar a los rivales y que jamás se amedrentó con los defensas que lo buscaron y le pegaron. Se transformó en goleador. Y como era lógico, duró un suspiro. Ya lo disfruta Celta de Vigo.
Defensor peleó el Intermedio. Perdió la final ante Nacional. Allí la figura fue el equipo. Antes del partido que definió el torneo el mercado fue invadido por los rumores del interés de los tricolores por jugadores violetas. Le apuntaron a Gonzalo Bueno y Matías Zunino. El tema generó malestar en filas violetas por el momento en que se daba a conocer la noticia.
Una vez culminado el torneo Nacional concretó lo que se anunciaba como un hecho. Se llevó a Bueno y Zunino pese a que los dirigentes violetas revelaron que tenía una cláusula de palabra.
La lista se completa con otra pieza de la estructura como el defensa Guillermo De los Santos que se fue al fútbol de Ecuador.
Son las leyes de juego y más en un club que, como el propio entrenador definió, "es vendedor, no comprador".
Cardacio en la mira
El tema es que la sangría parece no tener fin. Mientras el equipo se preparara para el Clausura, los rumores e intereses por jugadores de su plantel van en aumento.
Desde Argentina se informa que Vélez Sarsfield y Godoy Cruz pusieron sus ojos en el volante Matías Cardacio. El jugador está cómodo en el club. Su señora está embarazada y no le seduce mucho salir. Pero el mercado muchas veces marca las pautas.
Por si fuera poco, Carlos Benavídez es otro de los jóvenes que genera interés. El volante de la Sub 20 está en trámites con su pasaporte comunitario lo que habilita a una futura transferencia.
A rearmar
Bajo estas perspectivas, el cuerpo técnico ya empezó a recomponer el equipo. El lugar de Maxi Gómez fue ocupado por la nueva joya de las formativas como Gonzalo Carneiro que comenzó a tener mayor continuidad. El mensaje fue claro: se le pidió que fuera Carneiro, no Maxi Gómez.
Para el sector defensivo el club ya sumó a Santiago Carrera. El cuerpo técnico piensa suplir la baja de Zunino con un viejo conocido de Cerro como Agustín Sant'Anna que fue pedido.
En tanto que para la ofensiva, la velocidad de Bueno será reemplazada con la contratación del panameño Cecilio Waterman que llega procedente de Fénix.
Ahora viene la etapa más compleja. Rearmar el equipo. Trabajar y sumar horas de entrenamiento para volver a lograr un equipo compacto de cara al Clausura.
Claro que hay detalles que no se puede perder de vista. Una cosa es hacerlo con Cardacio y Benavídez, hombres que lograron consolidarse y manejan los tiempos del equipo en el mediocampo, y otra tener que suplirlos para el caso de que emigren.
