Con la decisión tomada, Tabaré Vázquez esperaba en el interior de la residencia de Suárez y Reyes a que el reloj indicara las 10 de la mañana para escuchar lo que Guido Manini Ríos tenía para decirle. El comandante en jefe del Ejército le había pedido una reunión porque quería hablar de “temas importantes” que le “preocupaban”.
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