"Imposible". "Complicado". "Inviable". "Complejo". En los últimos días se dieron a conocer dos protocolos sanitarios diferentes para retomar los entrenamientos del básquetbol y con esas palabras fueron asimilados por los clubes de El Metro, el torneo que en los papeles iba a comenzar a disputarse en junio.
El jueves de la semana pasada, la Federación Uruguaya de Básquetbol (FUBB) le remitió un protocolo sanitario a la Secretaría Nacional del Deporte (SND). El mismo contemplaba la realización de tests de SARS Cov-2 cada 72 horas, la desinfección de los gimnasios, limitar el ingreso a los mismos, limitar el uso de los espacios, controlar la temperatura a las personas que ingresan, colocar dispensadores de alcohol en gel, tarrinas para desinfectar calzados, permitir el uso de vestuarios y duchas manteniendo distancias. "Los jefes médicos de cada equipo serán los responsables de esos controles y de recomendar la fecha para el regreso de los entrenamientos individualizados", estableció este protocolo que se elaboró como para sentar una base para la futura vuelta a las prácticas.
Un par de días después, a pedido de Basquetbolistas Uruguayos Asociados (BUA) y la Asociación Nacional de Entrenadores de Básquetbol del Uruguay (Anebu), se elaboró un nuevo protocolo a través de Daniel Zarillo, médico de Trouville en su calidad de presidente de la Asociación Uruguaya de Medicina Deportiva, Nicolás Arrieta, médico de Aguada, y Diego Larroque, médico de la FUBB.
"Son dos protocolos bastantes difíciles de aplicar", dijo a Referí Héctor Assir, presidente de Larre Borges. "Nuestro equipo quiere jugar cuando estén dadas las condiciones sanitarias y económicas. Y queremos hacerlo con público por lo que la fecha de noviembre, una vez que termine la Liga Uruguaya, nos parece lo más conveniente".
"Entrenar con un jugador cada 10 metros supone tener una cancha enorme y por los intervalos que se manejan habría que hacerlo en jornadas de ocho horas, es medio delirante, esto es un deporte de contacto que se juega en un lugar cerrado", afirmó Assir.
No queda establecido quién debe hacerse cargo de los controles del virus. "Para los clubes sería un costo terrible, de alrededor de $ 1 millón se lo tenemos que hacer para el primer equipo, las formativas y todos los demás funcionarios del club; es insolventable", agregó.
Carlos Caldas, presidente de Olivol Mundial, dijo que el cumplimiento de los protocolos es "inviable" tanto para equipos de El Metro como para los de la DTA.
Adrián Castellucci, presidente de Danubio, agregó: "Para el 80% de los equipos del básquetbol uruguayos son imposibles de cumplir, hasta para unos cuantos equipos de Liga Uruguaya".
"Nos harían agrandar el personal, no la veo. Creo que por este año el deporte no se va a reactivar, dudo que se jueguen hasta las formativas, aunque esto es dinámico", expresó Caldas quien agregó que su equipo no podría jugar a puertas cerradas ya que con esos ingresos costea la organización de los partidos.
"Si se juega en noviembre, el formato del torneo sería más reducido por lo que no podría tener tres descensos", opinó.
"Es imposible aplicar estos protocolos. Los leí los dos y están bien por la realidad que estamos viviendo, pero aplicarlos nos llevaría a agrandar el personal y eso generaría más gastos", expresó Castellucci quien también hizo especial hincapié en que se juegue a puertas abiertas: "Los clubes necesitan de tres factores claves: la venta de entradas, los espónsores y la cuota social. Estos dos últimos se van a ver afectados y creo que vamos a necesitar de algún tipo de ayuda especial de la FUBB para atravesar esta situación especial que vivimos".
Jorge Dell, presidente de Unión Atlética, también valoró especialmente la posibilidad de jugar en noviembre y con público en las tribunas: "La venta de entradas es fundamental para nosotros, no solo por lo que genera sino también por todo lo que se mueve como venta de rifas o cantina. Sería un impacto brutal jugar sin público".
"Una cosa es la salud, que todos queremos preservar con estos protocolos y me parece perfecto y otra es la competencia y ahí jugar sin público es inviable. Hay unanimidad de todos los clubes en jugar en noviembre. El básquetbol es un deporte para que se juegue con público", concluyó Dell.
Daniel Zarrillo, por su parte, dijo a Referí: "Este es un protocolo elaborado en función de la evolución epidemiológica actual y en función de que esta pueda variar se deberá ir ajustando en consecuencia. Es un primer paso para sentar las bases de lo que podrán ser la vuelta a los entrenamientos cuando las autoridades del Ministerio de Salud Pública así lo determinen, pero por ahora veo lejana la posibilidad de retomar las competencias".
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