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Nacional tiene un motivo para creer en la Copa Libertadores
Nos parecimos a los viejos equipos de Nacional”, dijo Gustavo Munúa la noche del jueves 19 de mayo de 2016, después de que su equipo fuera eliminado por Boca Juniors en los cuartos de final de la Copa Libertadores. El tricolor había jugado un partido fantástico en La Bombonera, igualando 1-1 (resultado idéntico al partido de ida, en el Gran Parque Central) y cayendo en la definición por penales. Aquella fue la mejor actuación tricolor en las últimas 10 ediciones de la Copa y ese es un buen motivo para que ahora los hinchas se ilusionen de cara a este nuevo inicio, también con Munúa como DT, a pesar del mal arranque en el ámbito local donde perdió dos partidos y empató uno.
El debut copero 2020 de Nacional será este jueves a la hora 23 de Uruguay frente a Alianza Lima en Perú, por el grupo F. El conjunto incaico es dirigido por el uruguayo Pablo Bengoechea.
Hace cuatro años, cuando Munúa comenzó su carrera como entrenador, Nacional logró picos de rendimiento muy importantes en el ámbito internacional, compitiendo de igual a igual contra grandes equipos como Boca Juniors, Palmeiras (le ganó las dos veces en el grupo) y eliminando a Corinthians en octavos de final.
"Estos días de trabajo nos han venido muy bien para corregir cosas y reafirmar otras. Siempre que empieza un torneo tan importante como la Libertadores, genera una motivación adicional. Nacional es un club copero. Esperemos ante Alianza hacer un buen partido. A Perú no vamos a ir de paseo" (Gustavo Munúa).
La anterior gran actuación había sido en 2009, cuando avanzó hasta semifinales en una coyuntura que recuerda a la actual: tras clasificar en el grupo, Nacional clasificó a cuartos de final sin jugar en octavos, ya que su rival, el mexicano San Luis, fue desafectado por la gripe aviar presente en el país azteca. Ahora, la competencia está en riesgo por el coronavirus.
Aquel equipo de Munúa tenía una columna vertebral definida con Esteban Conde en el arco, Mauricio Victorino y Diego Polenta en la zaga, Santiago Romero y Gonzalo Porras en el medio, y Nicolás López en ataque. El DT promovió a los juveniles Felipe Carballo y Rodrigo Amaral, dándoles lugar en el primer equipo, y hoy son dos de los jugadores importantes del plantel.
"El equipo lo tengo definido pero no se lo he dicho a los jugadores. Podemos jugar con dos o tres volantes. Depende de cómo estemos" (Gustavo Munúa).
Desde que arrancó su ciclo, forjó un equipo veloz y dinámico, con mucha tenencia de pelota y protagonismo a nivel local. Si bien durante algunos partidos del primer torneo –clásico incluido– renunció a esa idea, la base y conceptos de juego le sirvieron para ser competitivo en la Libertadores donde Nacional logró sostener el ritmo y la intensidad de los partidos. Con rivales con mayor volumen de juego, como Palmeiras, Rosario Central y Corinthians, Nacional supo hacerse fuerte en defensa y aprovechar la velocidad de sus delanteros para hacer daño de contragolpe. Pero nunca fue un equipo partido ni estirado a la hora de atacar, siempre se caracterizó por llegar con mucha gente en ofensiva.
Acá es donde ha fallado en este nuevo ciclo y en lo que Munúa tiene que trabajar, para revertir la situación a partir de este jueves.
Con Neves y sin Bergessio
El técnico albo no confirmó el equipo para este jueves, pero es probable que Gabriel Neves y Thiago Vecino sustituyan a los lesionados Claudio Yacob y Gonzalo Bergessio. La alineación más probable es con Luis Mejía, Mathías Suárez, Guzmán Corujo, Mathías Laborda, Agustín Oliveros, Neves, Felipe Carballo; Brian Ocampo, Santiago Rodríguez, Gonzalo Castro y Vecino.
El plantel viaja a Perú este miércoles.
