Es partidario de cerrar el Congreso y su estilo violento se asemeja a otros políticos de la región como el expresidente brasileño Jair Bolsonaro o el salvadoreño Nayib Bukele. “Payo” Antonio Cubas fue la sorpresa de las elecciones presidenciales de este domingo en Paraguay, ganadas de forma holgada por el candidato del oficialista Partido Colorado Santiago Peña.
Según los datos finales del escrutinio, Peña obtuvo el 42,74% de los votos, 15 puntos arriba del opositor Efraín Alegre (Concertación) que sacó el 27,48%.
El coloradismo obtuvo además mayoría en ambas cámaras del Congreso y se quedó con 15 de las 17 gobernaciones, con lo que su hegemonía territorial es arrasadora.
La concurrencia sólo fue del 63,24%, es decir con un ausentismo cercano al 40% y el cuarto partido fue el del voto en blanco (68 mil)
En ese marco, Cubas se ubicó en tercer lugar con apenas 4,5 puntos por debajo del candidato opositor de la Concertación Para un Nuevo Paraguay (CNP), Efraín Alegre, y de acuerdo a los primeros análisis se quedó con parte del electorado que éste había logrado en 2018, cuando fue derrotado por el también colorado Mario Abdo.
Para el analista político y económico Roberto Codas, de la consultora asunceña Desarrollo Empresarial, “los colorados en la adversidad saben superar obstáculos para permanecer en el poder", y en este caso “los ayudó 'Payo' Cubas que quedó como tercera fuerza, sacándole votos a ambas agrupaciones, aunque los más perjudicados fueron los opositores de la Concertación", sostuvo.
El sobrenombre “Payo” es la reducción de Paraguayo, el nombre de pila de este abogado y político que nació en Washington D.C, Estados Unidos, cuando su padre, el coronel de caballería Roberto Cubas Barbosa, estaba en misión militar.
Por eso tiene doble nacionalidad y fue bautizado como "Paraguayo", como forma de ratificación de identidad de sus padres.
Pese a encabezar el movimiento Cruzada Nacional, Cubas está afiliado al Partido Colorado y apoyó a Horacio Cartes en las elecciones de 2013, cuando éste fue electo presidente.
Por este antecedente, fuentes de la CNP opositora dijeron durante la campaña que “Payo” era un satélite de Cartes y repetía una vieja táctica electoral del Partido Colorado, eterno oficialismo paraguayo. “No es algo nuevo, los colorados hicieron lo mismo cuando tuvieron a Lino Oviedo como candidato para sacarle votos a Lugo, pero no lo lograron”, compararon, anticipando de algún modo la fuga de sus votos por derecha.
Payo respondió en su estilo. “Me revienta que quieran tratarme de satélite; si yo soy un satélite de Cartes, Soledad Núñez (candidata a vicepresidenta de Efraín) es un planeta; que cuenta con varios satélites dando vueltas alrededor, constituidos por los movimientos independientes".
Pese a mostrarse como antisistema, Cubas tiene una larga trayectoria. Entre 1993-1998 fue diputado nacional electo por el departamento de Alto Paraná. En 1998 fue candidato a gobernador por el departamento de Alto Paraná por la Alianza Democrática con el PLRA y candidato a intendente municipal de Ciudad del Este en 2001. En el año 2018 fue electo senador, pero fue expulsado el 28 de noviembre de 2019, por 23 votos a favor, uno en contra y tres abstenciones por la agresión a una concejala departamental de Patria Querida, agresión a policías, daño a bienes públicos y pedir “matar a 100.000 brasileños”.
Por si eso fuera poco, su fama se amplió cuando le tiró un vaso de agua a su colega en el Senado Juan Carlos Galaverna mientras la Cámara alta discutía su expulsión, y terminó siendo el único legislador sancionado de la historia del país.
Ese acontecimiento fue utilizado en esta campaña para canalizar el “voto bronca”, un sentimiento antisistema similar a la estrategia de Jair Bolsonaro en 2018. El ausentismo electoral del domingo fue del 40% y el voto en blanco fue la cuarta fuerza.
A su vez, Cubas tuvo otra aparición que fue viralizada en las redes sociales en donde insulta a pasajeros de un colectivo a quienes califica de inútiles y cobardes por votar a la Concertación.
Otro de sus escándalos se produjo cuando cuestionó la sexualidad de la senadora Lilian Samaniego a quien llamó "lesbiana de mierda". La ONG Aireana, que trabaja por los derechos de los homosexuales, repudió en un comunicado las expresiones de “Payo” y publicó: "No nos importa si Lilian es lesbiana o no. Lo que sí importa es la actitud ante la discriminación".
A la hora de definirse por un referente político, Cubas dice identificarse con el presidente salvadoreño Bukele, que gobierna bajo un régimen de excepción que suspende las garantías constitucionales con el argumento de combatir a las pandillas y llenó las cárceles de pandilleros sin siquiera hacerles juicio.
“Me parece que, con los años, Bukele se volvió un ecléctico. Hoy es un hombre muy versátil mentalmente y para la ejecución de sus proyectos”, dijo en referencia al líder salvadoreño.
Cubas destaca que Bukele combina la libre oferta y demanda con la intervención del Estado: “Acá en Paraguay así va a ser: hay que regular los precios de la canasta básica familiar, porque acá no existen monopolios, existen oligopolios y ése es el problema más grave que tenemos hoy”.
Caratulado ideológicamente como un populista conservador, Cubas defiende la pena de muerte, propone que los fondos de Itaipú no vayan a los fondos de la empresa binacional y se incorporen al presupuesto general de la Nación y que pase directamente a la Administración Nacional de Electricidad.
Graduado en Derecho, un dato peculiar es que en 1989 hizo un curso de "guerra política" en la Universidad Fu Hsing Kang, de Taiwán, donde fue electo delegado. Al igual que el triunfante Peña, Payo es partidario de mantener el reconocimiento diplomático al gobierno de esa isla a la que China considera parte de su territorio irredento.
(Con información de agencias)