El Poder Ejecutivo retomó en la Rendición de Cuentas dos artículos que amplían las potestades de las AFAP para invertir en el exterior, una disposición que el presidente Luis Lacalle Pou había accedido en abril a desglosar de la reforma de la seguridad social ante la intransigencia de Cabildo Abierto.
Guido Manini Ríos había logrado entonces torcerle el brazo al mandatario al lograr durante la Semana Santa que se retirara de aquel articulado el polémico literal G referido a las inversiones de las administradoras de fondo.
El general recibió este lunes de manos de su diputado Martín Sodano –durante la reunión de bancada cabildante– un comparativo de cómo quedaría la ley 20.130 –por la que se creó el sistema previsional común– ante las modificaciones impulsadas en la Rendición de Cuentas, mientras el partido comienza su análisis del extenso proyecto, según reconstruyó El Observador.
El artículo 435 del proyecto que se discutirá en la Cámara de Diputados mantiene la última redacción que prevaleció durante las negociaciones entre el gobierno y Manini Ríos. El Poder Ejecutivo ya había accedido en marzo a que se quitara del controvertido literal la posibilidad de que las AFAP coloquen dinero en valores emitidos por empresas públicas o privadas extranjeras.
El texto entregado por la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, al Parlamento el viernes pasado reintroduce al artículo 118 de la ya aprobada reforma jubilatoria aquel literal G que se había descartado. La Rendición de Cuentas propone que las AFAP también puedan invertir en "cuotas de participación emitidas por fondos de inversión extranjeros debidamente diversificados".
El proyecto de ley pone como ejemplo –al igual que lo había hecho la primera versión de la reforma jubilatoria– a los "Fondos Mutuos y los Fondos Cotizado en Bolsas de Valores (Exchange Traded Funds), previamente autorizados por la Agencia Reguladora de la Seguridad Social en función de la actividad que tengan en mercados secundarios con cotización en Bolsas de Valores de reconocido prestigio internacional y gestionados por empresas de reconocida solvencia".
El abogado redactor de la reforma jubilatoria, Rodolfo Saldain, había defendido el mecanismo durante las negociaciones, aunque sobre el trecho final había reconocido como razonable que pudiera desglosarse. Su reintroducción en el debate legislativo fue a instancias de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), según supo El Observador.
El artículo 436 de la Rendición de Cuentas, por su parte, explicita los límites de esas inversiones según cada subfondo. La reforma jubilatoria había creado un tercer subfondo –además del de Acumulación y de Retiro– llamado de Crecimiento para los aportantes más jóvenes (hasta los 40 años), dentro del cual las inversiones del citado literal G no podrán superar el 20% hasta el 30 de junio de 2026. Tras ese plazo, el tope se elevará a 35%.
Para el subfondo de Acumulación –vigente desde antes de la reforma para los aportantes hasta los 55 años de edad– el límite será de 10% hasta el 2026, y de 20% a partir de esa fecha. Un 13% de ese subfondo está constituido al día de hoy por inversiones en el exterior –US$ 2.156 millones de acuerdo con datos de febrero–, que son aquellas por cuyo "riesgo" alertaba Cabildo Abierto.
La ministra Arbeleche había defendido durante la discusión parlamentaria por la reforma de la seguridad social que la ampliación de estas potestades para las AFAP suponía tener una mayor "gama de instrumentos dentro de los cuales invertir": "En esa búsqueda de retorno se torna fundamental la diversificación, es decir, no invertir todos los instrumentos en un mismo mercado, sino poner los huevos en distintas canastas".
También durante ese debate las tres administradoras privadas (Sura, Unión Capital e Integración) –nucleadas en la Asociación Nacional de AFAP (Anafap)– habían valorado el alcance de la medida impulsada por el Ejecutivo: "Esta es una forma de diversificación de las inversiones", decía el titular de la gremial, Sebastián Peaguda.
Manini Ríos, por su parte, cuestionaba a fines de marzo en entrevista con En Perspectiva que eso era "una luz roja": "Es el punto que más nos hace ruido: la habilitación para que las AFAP coloquen el dinero de los uruguayos en mucho mayor medida de lo que están autorizadas hoy (...) ¿En qué desequilibra los números y las cuentas si decimos que no se pueda sacar el dinero afuera del país? No entiendo. No entiendo por qué esa intransigencia en ese punto".
"Hacemos todos los esfuerzos posibles para traer capitales de afuera y a veces hacemos concesiones que no les hacemos a los uruguayos, para que venga un capitalista de afuera a invertir en Uruguay, y por otro lado vamos a estar sacando la plata de los uruguayos para afuera", había alegado en otra entrevista, esta vez con Informativo Sarandí.
Manini ponía entonces el ejemplo del descalabro del banco Silicon Valley como prueba del riesgo que optar por esas inversiones podía conllevar para las administradoras en Uruguay.
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