El Consejo de la Federación (Senado) de Rusia autorizó el uso de las fuerzas aéreas de este país en Siria a petición del presidente ruso, Vladímir Putin. El mandatario sirio Bachar al Asad confirmó que solicitó apoyo al ruso para combatir a los extremistas que hay en su país.
"El presidente sirio se dirigió a la dirección de nuestro país para pedir ayuda militar, así que podemos decir que el terrorismo hay que combatirlo, y que los esfuerzos deben ser combinados, pero que sigue siendo necesario respetar las normas de la ley internacional", dijo el jefe del gabinete del Kremlin, Serguéi Ivanov, tras intervenir ante el Senado en nombre de Putin.
La cámara alta del Parlamento ruso dio luz verde por unanimidad a la petición del jefe del Kremlin.
La autorización se limita "sólo a las operaciones de las Fuerzas Aéreas de Rusia. Como ya ha dicho nuestro presidente, el uso de las Fuerzas Armadas en tierra está descartado, y el objetivo militar de la operación es el apoyo aéreo a las fuerzas gubernamentales sirias en su lucha contra el Estado Islámico (EI)", explicó Ivanov.
Una coalición de unos 40 países también enfrenta al Estado Islámico y los países más comprometidos del grupo realizan bombardeos, pero no han enviado tropas de tierra. De todas formas, actúan con independencia de lo que realiza Al Asad, del que no son aliados.
"No se trata de lograr objetivos en política exterior ni de satisfacer ambiciones, como nos acusan nuestros socios occidentales. Se trata exclusivamente de los intereses de la Federación de Rusia", subrayó.
Ivanov aclaró también que la operación aérea está "limitada" tanto en el tiempo como en los medios que se emplearán.
Gestiones en la ONU
Putin, que ha reiterado su apoyo al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, defendió la creación de una coalición internacional para luchar contra los extremistas islámicos en conjunto con los sirios e iraníes, durante su intervención el lunes en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Sin embargo, tras su reunión ese mismo día con el presidente estadounidense, Barack Obama, descartó por completo una operación terrestre de las tropas rusas en Siria, aunque reconoció que Moscú sopesaba bombardear las posiciones del Estado Islámico en el país árabe.
Tanto Putin como su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, han asegurado que cualquier intervención militar, ya sea en Siria o en otro país, necesita de una autorización del Consejo de Seguridad de la ONU para garantizar su legitimidad.
El máximo órgano ejecutivo de la ONU se reunirá este mismo miércoles en Nueva York tras ser convocado por Rusia, que presentará su proyecto de resolución sobre la necesidad de coordinar las acciones contra el Estado Islámico y otros grupos terroristas.