Como se ha mencionado en las seis columnas anteriores, la UNESCO publicó un documento titulado “La educación en un mundo tras la COVID: Nueve ideas para la acción pública” que constituye un punto ineludible de referencia para repensar la educación en el marco de idear una nueva generación de políticas públicas sectoriales e intersectoriales de cara a cimentar renovadas bases mundiales y locales de sostenibilidad, inclusión y bienestar. Entre las ideas fuerza, se menciona “la impartición de conocimientos científicos con un firme propósito” lo cual coloca en la agenda pública la necesidad de rever los fundamentos, objetivos, contenidos y estrategias que sustentan la formación de las nuevas generaciones. En gran medida, se trata de reafirmarnos en la convicción que la pandemia nos interpela en nuestra determinación y capacidad de transformar la educación para sostener un futuro mejor. Veamos algunas de sus implicancias.
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