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Viatri, el jugador que estuvo un mes preso siendo inocente

Un peluquero lo denunció como ladrón y lo fueron a buscar con su hermano; luego se probó su inocencia
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11 de agosto de 2017 a las 15:01
La vida de Lucas Viatri, el nuevo jugador de Peñarol, tuvo un episodio muy complicado cuando en 2008 un peluquero de su barrio lo confundió con unos ladrones (a él y a su hermano), lo denunció, la Policía se lo llevó preso, y estuvo un mes en una cárcel por un delito que finalmente se supo que no cometió.

La defensa de Viatri pidió una probation (es decir, que se suspendiera el juicio oral a cambio de realizar tareas comunitarias) y finalmente no se le pudo probar nada.

En una entrevista con la revista La Garganta Poderosa el flamante delantero aurinegro indicó: "A nadie le gusta estar encerrado. Me sentí raro cuando estuve preso un mes. Primero porque no soy delincuente, segundo porque soy una persona igual a las que están en la cárcel, y tercero porque yo sabía que la Policía sabía que no había hecho nada".

El tiempo perdido en la cárcel nadie se lo devolvió. El mote de ladrón, es difícil que a una persona se lo puedan sacar incluso cuando se comprobó su inocencia.

"En esos momentos me preguntaba si iba a salir algún día. Sufría por mí pero mucho más por mi familia", le dijo el futbolista al diario Olé poco después de salir en libertad por un delito que él no había cometido.

Había ido a visitar a una amiga que estaba internada en un hospital y la Policía se lo llevó preso. La Justicia argentina nunca pudo demostrar nada, pero mientras tanto, ese mes lo pasó en una celda.

Su hijo Lautaro Ezequiel tenía casi tres años en aquella época y fue el único de su familia que no lo fue a ver a la cárcel a pedido suyo.

Durante su estadía en prisión, nunca hizo ejercicio. No tenía ganas ni de hacer abdominales para estar a tono cuando saliera.

Y cuando por fin lo hizo y lo esperó toda su familia, volvió a jugar en Boca Juniors y convirtió un gol muy importante para él, quizás el más festejado de su vida luego del calvario vivido. Fue en mayo de 2008 ante Vélez Sarsfield. Poco tiempo después, el 19 de octubre de ese año, liquidó el clásico contra River en el mismísimio Monumental con un cabezazo tras un centro de Juan Román Riquelme para ganar 1-0 y terminó siendo el goleador de los boquenses en el Apertura 2008 con ocho tantos.

"Estar preso me sirvió para valorar y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Saber por qué tengo que hacerme problema y por qué no", dijo aquella vez con tan solo 21 años.

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