El ministro del Interior, Carlos Negro, vinculó el caso de Pablo Laurta -uruguayo sospechoso de haber asesinado a tres personas en Argentina- con el "déficit muy importante en el control de la frontera" que tiene Uruguay.
Entrevistado por el semanario Búsqueda, Negro lamentó que Uruguay tenga una "frontera tan débil".
"Está el caso de este señor, de Varones Unidos, que cruzó a Argentina en un kayak sin ningún tipo de detección y pensaba hacer lo mismo a la vuelta. Tenemos un déficit en el control de la frontera muy importante que tenemos que solucionar", reconoció.
Laurta, residente de Montevideo, alquiló una cabaña en Salto y aprendió a usar un kayak para cruzar el río Uruguay sin ser detectado. Luego de ingresar a Argentina, se desplazó a Puerto Yeruá y tomó un ómnibus a Concordia. Allí, contrató al chofer de Uber Martín Palacio para un viaje a Rafaela, pero se desvió hacia Córdoba, donde mató a su expareja Luna Giardina y a su exsuegra Mariel Zamudio. Tras el crimen, incendió el auto y huyó con su hijo de 6 años. Fue detenido en Gualeguaychú el domingo tras ser localizado por su teléfono. Posteriormente, se encontró el cadáver de Palacio, decapitado y sin brazos, en una cuneta.
Consultado si habían fallado controles que permitieran evitar el triple crimen, Negro respondió: "Los protocolos tiene una finalidad, prevenir. Este quizá no sea el caso más patente. Este señor se fue hacia Argentina y no se podía determinar a qué iba. Viajan miles a Argentina. Usó un kayak como puede hacer cualquiera en este país sin restricción. ¿Cómo determinar que en su mente estaba cruzar, raptar al niño, matar a la madre y a la abuela?".
Además, remarcó que los tres crímenes ocurrieron fuera de fronteras.