El uruguayo Pablo Laurta habló públicamente por primera vez este miércoles, luego de ser detenido el domingo en Argentina por el doble femicidio de su expareja y de su exsuegra, una causa a la que posteriormente se le sumó el asesinato de un chofer de Uber. “Todo fue por justicia”, fue la única declaración que hizo Laurta cuando fue consultado a primera hora de la mañana por un canal local de Gualeguaychú, en la provincia de Entre Ríos.
Laurta, quien fue trasladado este miércoles de madrugada desde la comisaría de Gualeguaychú hacia la sede judicial de Concordia, donde deberá declarar por los tres asesinatos que se le imputan, se limitó a esa frase al ser abordado por los medios, en torno a las 06:00 horas.
El uruguayo arribó a Concordia sobre las 09:00 de la mañana para ser imputado como el principal sospechoso de los asesinatos. Al bajar de la camioneta en la que fue trasladado desde Gualeguaychú, y antes de ingresar a la Jefatura Departamental de Policía, lanzó una confusa frase: “Tienen que venerarlo, es un mártir”.
Según las autoridades, Laurta habría seguido un “plan criminal” desde su salida de Uruguay, un plan que habría sido elaborado por su “mentalidad metódica”, tal como lo señaló este martes el ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia. El ministro aseguró que Laurta “manejó todas las variables” en su huida, lo que permitió que las autoridades pudieran determinar que la acción fue premeditada.
La detención de Laurta se produjo el domingo por la policía entrerriana, luego de que el hombre asesinara en Córdoba a su expareja y a su exsuegra, tras lo cual se llevó a su hijo de 6 años con la intención de cruzar a Uruguay. Las autoridades ahora también sospechan que Laurta mató al chofer de Uber que lo trasladó en su huida.
La investigación continúa bajo la presunción de que Laurta actuó de forma planificada y meticulosa en cada uno de los crímenes que se le imputan.
Pablo Laurta fue acusado de asesinar a su expareja Luna Giardina, su exsuegra Mariel Zamudio y el chofer de Uber Martín Palacio. Según el ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, Laurta actuó con una "mentalidad metódica" y manejó todas las variables de su plan criminal.
Laurta comenzó su plan en Uruguay, donde alquiló una cabaña en Salto y aprendió a usar un kayak para cruzar el río Uruguay sin ser detectado. Luego de ingresar a Argentina, se desplazó a Puerto Yeruá y tomó un ómnibus a Concordia. Allí, contrató a Palacio para un viaje a Rafaela, pero se desvió hacia Córdoba, donde mató a Giardina y Zamudio con un arma a su nombre. Tras el crimen, incendió el auto y huyó hacia Uruguay con su hijo de 5 años.
Fue detenido en Gualeguaychú el domingo tras ser localizado por su teléfono. Posteriormente, se encontró el cadáver de Palacio, decapitado y sin brazos, en una cuneta. El ministro Roncaglia señaló que el caso será "motivo de estudio" por lo meticuloso del plan de Laurta, quien mató a Palacio para ocultar información.