Peñarol se clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores por segundo año consecutivo, algo que no pasaba desde 1997-1998, y luego de un muy mal comienzo de año, el equipo de Diego Aguirre logró cumplir uno de sus dos grandes objetivos en el primer semestre del 2025 (en el otro quedó lejos de pelear el Torneo Apertura).
Una de las piezas claves que Aguirre tuvo en este período fue Ignacio Sosa.
El volante que llegó procedente de Fénix a mediados de 2023, luego de consagrarse campeón del mundo con la selección sub 20, fue durante todo 2024 relegado en la consideración del entrenador que confiaba antes para ese puesto en Damián García, Gastón Ramírez y luego en Eduardo Darias, cuando lo pasó del extremo al centro del campo.
En 2023, primero con Darío Rodríguez, y luego con Aguirre, Sosa jugó solo 9 partidos, entre los 15 del Torneo Clausura y las tres finales con Liverpool.
En 2024, Sosa solo disputó 15 de los 38 partidos del Campeonato Uruguayo y 5 de los 12 que Peñarol tuvo por la Copa Libertadores. De esos 20 partidos, solo fue titular en tres, a nivel local.
En este 2025, sus prestaciones subieron notoriamente. Lleva 10 encuentros de los 14 del Torneo Apertura, con 8 titularidades, mientras que en la Copa arrancó desde el inicio los 5 partidos completando 439 minutos de los 450 que lleva disputados el aurinegro.
En un partido que se le hizo cuesta arriba el miércoles, y donde Peñarol volvió a jugar sin público (por la sanción que le impuso Conmebol), Sosa volvió a ser uno de los pilares del equipo.
El ex Fénix se convirtió en el motor de intensidad del mediocampo, en un gran recuperador y en un pasador fiable.
Contra Olimpia ganó 8 de 11 duelos por abajo y acertó 56 de 64 pases, con un acierto del 88%.
El jugador, además, compartió en una historia de Instagram mostrando que fue el jugador con más recuperaciones ante el elenco paraguayo, con 12.
Esas estadísticas marcan las pelotas que el jugador recupera quitándosela a un rival y también los pases que corta para hacerlos ingresar en la esfera dominial de su equipo.
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Más allá de este número, Sosa al fin está viviendo en Peñarol lo que fue a buscar a mediados de 2023: protagonismo, titularidad y rendimiento.
Tiene contrato con Peñarol hasta el 31 de diciembre de 2026, el aurinegro le compró el 50% de su ficha a Fénix a cambio de US$ 700 mil, mientras que los de Capurro conservaron el 30% de sus derechos econcómicos.
