El cometa Lemmon puede observarse desde Montevideo en las noches despejadas de noviembre, cuando aparece a baja altura sobre el horizonte oeste, a la derecha de Antares, Marte y Mercurio, informó el Observatorio Astronómico Los Molinos.
Una captura de Stellarium del 6 de noviembre a las 20:30 muestra al cometa a unos 5° de altura, visible con binoculares o telescopios pequeños. Su posición cambia lentamente en los días siguientes, manteniendo brillo y ubicación similares.
Andrea Maciel, del Observatorio Astronómicos Los Molinos, contó a El Observador que Lemmon “se está viendo estos días, por eso las fotos que se han obtenido”, aunque su brillo está bajando, por lo que “solo se ve con instrumentos o en fotos de larga exposición”.
Un visitante cada vez más tenue
El cometa se oculta alrededor de las 21 horas, y su magnitud está apenas por debajo del límite de la visión humana, explicó Maciel. Esto significa que no puede detectarse a simple vista, pero sí mediante observación asistida.
Durante los próximos días, el Lemmon continuará visible poco después de la puesta del Sol, siempre que el cielo esté despejado y el observador cuente con una vista libre hacia el oeste.
Stellarium permite seguir su recorrido, mostrando su desplazamiento frente a las estrellas del Escorpión. El fenómeno ofrece una oportunidad breve para quienes deseen registrar su paso con equipos ópticos o cámaras de larga exposición.
¿Qué es el cometa Lemmon?
El cometa Lemmon —designado oficialmente C/2023 A3 (Tsuchinshan–ATLAS) o, en el caso del actual visible, C/2023 H2 (Lemmon), según corresponda— es un cuerpo helado proveniente de las regiones externas del Sistema Solar.
Fue descubierto desde el Observatorio Mount Lemmon, en Arizona (EE.UU.), que da nombre a varios cometas hallados desde allí. Estos objetos están compuestos por hielo, polvo y rocas, y al acercarse al Sol desarrollan una cola luminosa por la sublimación del hielo.
El Lemmon actual es un cometa de período largo, lo que significa que tarda miles de años en completar una órbita alrededor del Sol. Su brillo varía con el tiempo, dependiendo de su distancia al Sol y de la cantidad de material que libera al calentarse.