El martes 10 de noviembre, la NASA detectó una de las erupciones solares más fuertes de este ciclo solar. La llamarada solar de clase X5.1, la más intensa del año, fue registrada por los satélites y sondas espaciales de la agencia estadounidense. Esta explosión, que alcanzó su pico alrededor de las 07:00 (hora uruguaya), se originó en la mancha solar AR4274, una región activa en la superficie del sol que ha mostrado gran actividad en los últimos días, detalló Metsul.
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Impacto y posibles efectos en la Tierra
La llamarada solar X5.1 fue clasificada como "geoefectiva", lo que significa que estuvo dirigida directamente hacia la Tierra. Este tipo de erupciones pueden desencadenar tormentas geomagnéticas, las cuales podrían generar auroras en zonas que normalmente no presencian este fenómeno. Los expertos están monitoreando si la erupción estuvo acompañada de una eyección de masa coronal (EMC), que, de ser dirigida hacia la Tierra, podría intensificar los efectos geomagnéticos en los próximos días.
Según la NASA y el Centro de Predicción del Clima Espacial de EE. UU. (SWPC), la erupción provocó apagones de radio de nivel R3, considerados fuertes, en varias regiones del planeta. Los especialistas también están evaluando si la eyección de masa coronal (EMC), una nube de plasma y campo magnético, se dirige hacia la Tierra. Este material se desplaza por el espacio a velocidades extraordinarias, alcanzando los 7,1 millones de kilómetros por hora en su onda de choque principal.
La NOAA emitió una alerta sobre la eyección extremadamente rápida, que podría llegar a la Tierra entre la noche del martes y la madrugada del miércoles. Aunque no está completamente dirigida hacia nuestro planeta, la eyección podría generar efectos geomagnéticos importantes, lo que ha llevado a la agencia a evaluar la posibilidad de emitir una alerta de tormenta geomagnética severa (G4).
En caso de confirmarse la tormenta geomagnética, los expertos advierten que las redes eléctricas podrían enfrentar problemas de control de voltaje, con apagones imprevistos en equipos críticos debido a fallas en los sistemas de protección automática. Además, los satélites y naves espaciales podrían sufrir acumulación de carga eléctrica, lo que afectaría su seguimiento y orientación. Otros sistemas tecnológicos también podrían verse afectados, como las comunicaciones por radio de alta frecuencia (HF) y los sistemas de navegación por satélite (GPS), que podrían experimentar fallas durante varias horas.
Auroras visibles en zonas poco frecuentes
Las tormentas solares, cuando el campo magnético de la eyección de masa coronal interactúa con el campo magnético terrestre, pueden generar auroras en latitudes medias. Este fenómeno podría ser visible en regiones donde no es común, iluminando el cielo con tonos verdes, rojos y violetas.
El ciclo solar actual, conocido como Ciclo 25, ha mostrado una actividad superior a lo que se esperaba inicialmente. El máximo solar de este ciclo se alcanzó en octubre de 2024, y los expertos prevén que el pico continuará a principios de 2026. Este período de alta actividad solar ha dado lugar a varias erupciones solares de gran magnitud, como la de X9 el 3 de octubre de 2024, y otras de intensidad similar en mayo y octubre de 2024.
Aunque no existe un riesgo directo para la salud humana, estas erupciones solares continúan demostrando que el sol está en un período de intensa actividad, con suficiente energía para afectar las comunicaciones, las redes eléctricas y otros sistemas tecnológicos de la Tierra.