En 2024 la producción de cemento de Ancap volvió a tener resultados negativos con un rojo de US$ 24,5 millones, como había informado El Observador en abril pasado.
La unidad de producción de cementos acumula pérdidas por alrededor de US$ 810 millones desde el año 2000 a la fecha. Esto entre pérdidas operativas y de valor de las inversiones realizadas en ese tiempo.
La presidenta de Ancap, Cecilia San Román, afirmó este lunes que a finales de mes la empresa pública enviará al Poder Ejecutivo una propuesta de “readecuación” del negocio.
“Tenemos un tercio del mercado nacional, tenemos una alta reputación en la calidad del cemento Ancap por las reservas, por las canteras de caliza que tenemos, es de muy buena calidad. Entonces, la verdad, teniendo un mercado, lo razonable sería que uno trabaje en base a ese mercado”, afirmó en declaraciones a radio Carve.
Ancap tiene dos plantas industriales de cementos, una en Minas –más eficiente– donde actualmente se concentra el grueso de la producción, y otra en Paysandú que funciona de manera alternada cuando se detiene la del departamento de Lavalleja.
Sobre ese punto San Román indicó que “lo ideal sería fortalecer una” de las dos plantas, para “abastecer y producir lo que la demanda del mercado requiere” y “no tener una capacidad ociosa gigantesca”.
La suerte de este negocio estuvo marcada en el último tiempo por una situación crítica, tanto en lo industrial, por el atraso y obsolescencia de las instalaciones, como en lo comercial por la falta de competitividad de la producción. Así Ancap fue perdiendo participación en el mercado local, que además registró el ingreso de nuevos jugadores en los últimos años, por ejemplo Cielo Azul en 2021.
Además, enfrenta una competencia comercial agresiva en una región en la que, solo entre Argentina, Brasil y Paraguay, se consumen casi 75 millones de toneladas, y tiene capacidad de producción por más de 130 millones de toneladas.