Peñarol se prepara para ir en busca del primer puesto del grupo H de la Copa Libertadores enfrentando este jueves a Vélez Sarsfield en el estadio Campeón del Siglo, a puertas cerradas. Mientras, la dirigencia ya trabaja en el venidero período de pases y este martes sesionará nuevamente el consejo directivo.
Esa decisión generó mucho ruido en la alianza que integran Evaristo González, Guillermo Varela, Rodolfo Catino, Nicolás Ghizzo (que alterna con Fernando Jacobo) y el propio Sánchez con Edgardo Novick.
Desde enero de este año, esta alianza tiene mayoría de 6-5 en el consejo directivo donde el presidente Ignacio Ruglio es acompañado por los oficialistas Eduardo Zaidensztat, Jorge Nirenberg, Alejandro González y Marcelo Solomita.
Por eso, desde la alianza, el ofrecimiento del cargo de Ruglio a Sánchez -quien lo aceptó- fue visto como una movida política de parte del presidente para que el joven dirigente de Origen Peñarolense, se mueva al oficialismo y pase a acompañar a Ruglio en su toma de decisiones.
Sin embargo, si bien Sánchez no se pronunció sobre la designación como presidente del básquetbol, sí lo hizo su agrupación que en un extenso comunicado en el que le dejó claro a la alianza de Peñarol dos cosas: en primer lugar, la "independencia" del joven dirigente y en segundo lugar que su "decisión no representa una ruptura de los acuerdos programáticos alcanzados por la alianza electoral que apoyó el lema Primero Peñarol".
Es decir que desde el lado de Sánchez se dejó en claro que el mapa político de Peñarol no varió.
Y en ese mismo sentido también se pronunció el presidente Ruglio días atrás.
"Peñarol siempre tuvo rencillas y siempre las va a tener. Que Santiago haya quedado al medio de un inconveniente político, es parte de lo que va a tener que empezar a lidiar si lo que está haciendo es formarse. No hay nada malo en eso y él lo supo manejar muy bien con mucha personalidad en sus charlas conmigo y en sus charlas con sus pares de la alianza en el Hyatt, con nenes como Novick, Catino, Evaristo. No era gente que hace un día hacen política. Pero en todo momento lo vi manejándolo muy bien, muy convencido de lo que quería, muy convencido que quería explicar bien lo que quería para que nadie entendiera mal", expresó Ruglio en La Mañana del Fútbol que se emite por El Espectador Deportes.
Consultado si de ahora en más Sánchez va a "responder" a la gestión de Ruglio, el presidente fue categórico: "Yo no creo en esa política terraja, como le digo siempre y como se lo dije con textuales palabras a él cuando fue a mi oficina. Le dije: 'Santi, gracias a Dios, políticamente cada vez me rodea más gente de la nueva generación: los Ale González, los Solomita, los Víctor Bedrossian, los Claudio Rivas, los Julios Trostchansky. Todos se han ido uniendo porque yo no practico el tipo de política que se practicaba antes. Si te digo que creo que para mí sos el próximo en la escalerita para agarrar a Peñarol en esto te lo digo porque creo que sos el que está más preparado'. Se lo dije bien claro y le dije que Peñarol vuelve a darte 10 cuotas de US$ 60 mil".
"En una semana me votás la cosa que a mí más me duele 6 a 5 y vos vas a seguir siendo el presidente del básquetbol y vas a seguir teniendo los US$ 600 mil. Yo no hago política de la sucia ni de la terraja. Si hago política que a veces es ser bicho, leer los momentos, ver cómo salís cuando te tiran el poncho, ver cómo te estás metiendo en un callejón sin salida para salirte", agregó.
¿Qué puede ser lo que más le duele a Ruglio? Estos fueron los ejemplos que acto seguido puso el presidente: "La política del 'te ofrezco el básquetbol a cambio de te acompaño en tal cosa', eso no te lo hago. Si te ofrezco el básquetbol es porque creo que hoy sos el que está más capacitado y por más nada que eso. Después, cuando vengan los derechos de televisión, cuando venga el próximo secretario, volveré a Santiago, lo llamaré a mi oficina, le diré: 'Santi, necesito que me acompañes en esto, por esto, por esto y por esto'. 'No Nacho, no te voy a acompañar'. 'Brillante Santi, un abrazo, a seguir adelante con el básquetbol'. No creo en ese tipo de política yo".
Es decir que los dos ejemplos que Ruglio citó fueron los derechos de televisión y el cargo del secretario general.
En materia de derechos de TV, Ruglio es una de las voces más fuertes dentro de la Unión de Clubes que propugna por una renovación del contrato con Tenfield, empresa de la que se declaró "hincha" en un canal de televisión. Esta es una de las razones por las cuales es un firme opositor al régimen de Ignacio Alonso en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
El pasado 22 de abril, su opositor Evaristo González, sabiendo que tenía la mayoría en el consejo con la alianza, declaró: “La mayoría del club no tiene compromisos con nadie que no sea Peñarol. Los compromisos personales y amiguismos personales… Cuando tengo la obligación de defender fondos que son de los socios, bajo ningún concepto estoy atado a compromisos de amiguismos. Es histórico que un presidente del club (Ruglio), sea hincha de una empresa (Tenfield). ¿Escuchaste decir a presidentes, ‘yo soy hincha de una empresa’, que es la que comercializa? Ese es el primer hecho histórico y grave”. Consultado por Referí acerca de si planteará el tema para votar la mayor oferta. “Se hará. Hoy la mayoría de la directiva, que somos seis integrantes, lo único que nos interesa es el mayor ingreso que tengan Peñarol y el fútbol. Y también hay que conservar el porcentaje mayoritario que tiene Peñarol”.
En materia de secretario general, cuando Ruglio asumió como presidente (fue reelecto en noviembre de 2023) designó a Edgardo Novick como secretario general lo cual le dio gobernabilidad en el inicio de su segundo mandato.
Pero Novick renunció a su cargo el 27 de diciembre pasado, molesto por los manejos de Ruglio en el período de pases.
Fue ahí que se generó la alianza entre Novick y la oposición liderada por Evaristo González y la primera decisión en el consejo fue designar a Rodolfo Catino como nuevo secretario general.
El oficialismo de Peñarol entendía que esa designación podía generar "inestabilidad" en el club, por el mal relacionamiento que arrastraban Ruglio y Catino, pero aún así, Ruglio perdió 6-5 en el consejo.
Desde entonces, esa mayoría le fue imponiendo a Ruglio cortapisas en el ejercicio del poder. Es que cada decisión que toma el presidente debe contar también con la firma y el consiguiente aval del secretario general.
Por eso, a menos de cuatro meses de que Catino sea el secretario, Ruglio tiró como al pasar una eventual charla en su oficina y un eventual pedido a Sánchez de que se vote un nuevo secretario. ¿Se dará? De momento, el tema no está planteado a nivel formal de consejo directivo. Pero el mandato de Ruglio expira a fines de 2026.