El presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, dijo que no le pareció tarjeta roja la falta de Javier Méndez a Gonzalo Carneiro, y opinó que Nacional está "presionando" con esa jugada para "tapar" que Maximiliano Gómez "está jugando de prestado" las finales.
En una entrevista con el programa La Mañana del Fútbol de El Espectador Deportes, Ruglio fue consultado por la jugada entre Méndez y Carneiro, en la que Nacional protestó al árbitro Javier Burgos por la expulsión del zaguero carbonero.
El mandatario respondió que en su opinión "era tarjeta amarilla" para Méndez, ya que "al minuto está Carneiro corriendo". "Hizo toda una alharaca, llamó, se tiró, vinieron, le levantaron la mano y fue al centro", agregó.
"Nacional está presionando con esa jugada para tapar lo de Maxi (Gómez), que está jugando de prestado", continuó Ruglio, en referencia a la expulsión que el delantero tricolor no recibió en el partido contra Defensor Sporting por la última fecha del Torneo Clausura, que lo hubiese dejado al menos sin una de las finales.
Además, dijo que vio otra jugada polémica, en este caso contra Peñarol: la mano de Coates en el área de Nacional. "La deja estirada", expresó. Sin embargo, admitió que si no le cobraron una mano similar a Lucas Hernández en la semifinal contra Liverpool, la incidencia del defensa tricolor tampoco es penal.
El presidente mirasol destacó la labor de Burgos, ya que entiende que se vivió "un clásico en el que el árbitro no influyó en el resultado", y le dio un puntaje de "un 7 o un 8".
Ruglio también recordó que Ricardo Vairo y Flavio Perchman, presidente y vicepresidente de Nacional, "se tomaron la libertad" de decir que los árbitros designados para la final (Burgos y Gustavo Tejera) "eran los que querían", lo que le pareció un "exceso" y una "muestra de poder". Esta declaración llevó a un nuevo estado de WhatsApp del mandatario, que fue respondido por Vairo.
En ese sentido, expresó que en la previa del clásico conversó con el Colegio de Árbitros y desde el organismo le pidieron que no se hablara del arbitraje. Remarcó que no dice qué árbitros prefiere, y hace años dejó de decir cuáles no son de su agrado.